Guido Náyar Parada
Para la mayoría de bolivianos que creen y han luchado por el restablecimiento y la vigencia de la democracia en nuestro país, las noticias no son buenas. La red de televisión con mayor crecimiento en el país, está a un paso de formar parte de las filas oficialistas. De esta forma, se suma a los centenares de medios adquiridos a través de la compra directa con recursos públicos, o con los préstamos venezolanos, en otros casos, comprados por personas particulares con nacionalidad cubana o venezolana. Han adquiridos redes y medios, que hoy son parte del mayor despilfarro económico y el inmenso aparato de represión y destrucción mediática, que tiene en vigencia el MAS.
Al mismo tiempo que se desató la cacería de la empresa AEROSUR, lo que permitió justificar la compra multimillonaria de aviones para la deficitaria empresa estatal de aviación BOA, también el gobierno desplegaba su siniestra acción para hacerse de la cadena de televisión PAT, que no tenía el control deseado.
La presión ha ido aumentando, siempre usando la sentenciada a muerte: AEROSUR. Para nadie es desconocido que el empresario que le compró PAT a Carlos Mesa es propietario de la mayoría de aviones que eran alquilados para la empresa AEROSUR. Ese es el talón de Aquiles que ha fabricado el gobierno para lograr su inconfesable fin, tomar PAT de la forma que solo sabe hacerlo, ilegal y abusivamente.
La criminal detención del ex gerente Carlos Meyer, hombre con problemas de salud que fue trasladado a ciudad de La Paz con el único fin de seguir apretando el cuerpo inerte de una empresa aérea, que era la número uno del país durante los últimos años. De la noche a la mañana fue defenestrada, los trabajadores estafados, los empresarios e inversionistas perseguidos. Llegando a constatarse que nunca se buscó salvarla, peor tomar medidas para ayudarla. Por el contrario, día que pasa se va artificialmente construyendo un concurso de delito, sumando nuevas acusaciones.
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AEROSUR ha fallecido y la causa de muerte es: estrangulamiento estatal. Hoy toca cumplir la fase final de la estrategia, ir por el directorio, donde se encuentra el dueño de PAT y uno de sus hijos, el ingrediente indispensable para arrancar el SÍ buscado en la venta de PAT. En las próximas semanas, ¿se concretará la "venta"? Claro, a un empresario de confianza de los mandamases. No se sorprendan, lo vienen haciendo desde hace varios años. Cuando ATB era la número uno, fue recuperada de los españoles, siempre para seguir la línea del gobierno, el mismo camino siguió el periódico La Razón y centenares de radios comunitarias, que son totalmente instrumentalizadas por los asesores del gobierno que son los reales autores de todo lo que sucede en los medios oficialistas. Son cubanos y venezolanos que replican lo que imponen sus gobiernos en sus respectivos países. Lo llaman "a la boliviana" para darle un toque diferente, pero es una copia que carece de creatividad y se basa en el atropello y la denigración del adversario o de aquel que se opone a los fines del gobierno. Siempre lo van negar, pero van a seguir avanzando en los fines que no piensan abandonar, por nada.
El ejemplo más patético es la compra de la empresa Gravetal, titulada por el periódico Los Tiempos: Gravetal, ¿una avivada venezolana en Santa Cruz? Además de la misteriosa compra de la capitalizada empresa Ferroviaria Oriental. Completaron el mayor negociado sin que nadie investigue y de nuevo, las negaciones del gobierno. ¿Quiénes son los dueños? ¿Cuánto pagaron? ¿Cuánto ganan hoy con el mayor monopolio ferroviario?
La democracia es un tesoro que ha venido siendo sustraído en nuestro país, con el discurso del cambio y el proyecto socialista. Hoy la libertad de expresión, otro pilar de la democracia, está siendo confiscado con la judicialización y la venta forzada de medios. ¿Cómo puede existir libertad de prensa solo con medios oficialista? ¿Cómo va a existir el disenso? ¿Cómo va a existir la libertad de pensar en voz alta? Vas tener tu televisor, tu radio y comprar el periódico, solo para lo que quiere el MAS.
Pues yo levanto mi voz para denunciar este atentado contra la democracia boliviana y digo: Evo ama los medios, pero más ama usarlos para los fines del proceso de cambio, que solo busca su re-reelección y nada más.
La libertad de prensa no está en venta, ni en compra nuestra democracia.