La Prensa
El viceministro de la Coca y Desarrollo Integral, Gerónimo Meneses, informó ayer que por instrucción del Presidente no se otorgarán nuevas licencias de venta de la hoja. La posición surgió luego de que un grupo de cocaleros cumpliera dos semanas de ayuno voluntario en demanda de esos permisos, en la zona de Villa Fátima de La Paz.
Meneses y el director general de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), Luis Cutipa, se reunieron ayer con los huelguistas, a quienes les explicaron que no es posible atender su pedido en tanto no concluya un estudio sobre el consumo legal y tradicional de la hoja.
«Hay mucha coca que sale al interior y al narcotráfico, y —ratificó el Viceministro— por orden del Presidente de la República hemos resuelto no dar una licencia más de comercialización».
Meneses detalló que los huelguistas son, en parte, personas que buscan la renovación de sus permisos de venta que caducaron en 2002. Cutipa agregó que otro segmento de los protestantes está compuesto por gente que quiere tener permiso de comercialización por primera vez.
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El Viceministro de la Coca aclaró que no se pueden renovar las licencias porque el reglamento dice que si un detallista (vendedor al menudeo) no comercializa la hoja durante un año, caduca su respectiva licencia.
La autoridad dijo que se registraron 6.000 detallistas, pero en la actualidad quedan algo más de 4.500 luego de la depuración de esa nómina.
Negocios del pasado
La autoridad aseveró que el Gobierno tuvo la capacidad de modificar el reglamento de comercialización, porque antes «los gobiernos de derecha repartían licencias como casinos, por las que pagaban hasta 5.000 dólares, cuando legalmente se debía pagar mil bolivianos».
Esos recursos, según Meneses, recién comenzaron a llegar al Tesoro General de la Nación en 1998, y hasta 1997 se distribuían entre las autoridades del Ministerio de Gobierno, la ex Dinaco (Dirección Nacional de Comercialización) y dirigentes, quienes, según la autoridad, hacían «jugosos negocios con las licencias».