La sustancia es mezclada con droga boliviana para obtener mejor calidad
La Prensa
De las 18 toneladas de cocaína incautadas de enero al 7 de agosto de este año por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), 4,5 toneladas proceden del Perú. Esta cifra representa un aumento, ya que en toda la gestión anterior se secuestraron 3,5 toneladas de narcóticos que llegaron del país vecino.
El informe fue brindado por el director de la FELCN, coronel René Sanabria, quien expresó su preocupación porque el país, desde hace tres años, se convirtió en territorio de tránsito del narcotráfico peruano y en un lugar donde se mezcla con la cocaína producida por clanes en Bolivia.
El destino de este cargamento ilegal es Argentina, Chile y Paraguay. En el caso de las rutas hacia Brasil, los narcotraficantes recurren a las vías por el norte, hacia Puerto Maldonado, para acceder a la vía a San Matías y así llegar al Mato Grosso. Una vez que los cargamentos llegan a los países vecinos se busca llevar las sustancias a Estados Unidos y Europa.
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La semana pasada, los efectivos antidrogas se incautaron de más de una tonelada de cocaína peruana en el puesto de control de Achica Arriba (ciudad de El Alto) ocultas dentro de un camión-cisterna que llegó del país vecino. Dos bolivianos fueron arrestados.
Según informes oficiales, los narcóticos que llegan de Perú son reconocidos por su envoltura (cierto tipo de nailon), por su ubicación (cuando las incautaciones se efectúan cerca de la frontera) y por el uso de determinado tipo de cinta adhesiva.
Mezcla de cocaína
El coronel Sanabria explicó que los grupos de narcotraficantes peruanos, pese a que tienen frontera común con Chile, prefieren usar las rutas del departamento de La Paz porque su cocaína no es muy cotizada en mercados internacionales, debido a las impurezas que tiene, y en el país es mezclada con droga boliviana, que es de mejor calidad porque emplea ácido sulfúrico como químico básico.
Las sustancias ilegales, además de las rutas secundarias, ingresan en territorio boliviano a través de las localidades fronterizas de Puerto Acosta, Desaguadero y Copacabana.
El 6 de agosto, en dos operativos en la estancia Esperanza, cerca de Boyuibe y en la provincia Cordillera, en Santa Cruz, se encontró una tonelada y media de pasta base peruana mezclada con la boliviana y convertida en clorhidrato de cocaína.
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, y el Director de la FELCN estuvieron en 2007 en Lima, donde con sus similares Luis Alva Castro y el general Miguel Hidaldo, respectivamente, suscribieron un convenio para fortalecer, desde septiembre del año pasado, el control fronterizo mediante el Plan Bravo, en el oriente, y el Plan Inca, en La Paz.
«En operativos no hay obstáculos, nos ponemos de acuerdo y de inmediato en ambos lados identificamos zonas y regiones, cada uno en el lado de su frontera. El narcotráfico no reconoce fronteras, no respeta leyes, entonces hacemos un esfuerzo conjunto para no luchar de manera aislada, y más bien intercambiar ideas e información porque el narcotráfico afecta a todo el mundo».
Al respecto, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, dijo la semana pasada que trabas burocráticas en ambos gobiernos dificultaron dar celeridad a los acuerdos antidroga con Perú. Para una mejor lucha antidroga, dijo Sanabria, se realizan operaciones conjuntas y simultáneas con Brasil, Argentina, Chile y Perú, mediante un intercambio de información operativa y de resultados no sólo de salida de droga, sino de cómo están entrando los químicos de estos países para la elaboración de la cocaína. En ese marco se ejecutan planes como Seis Fronteras o Huracán.
Se mantienen los clanes
La actividad del narcotráfico continúa siendo desarrollada por familias, «para que la información no salga de ese entorno, de esa organización», dijo el director de la FELCN, coronel René Sanabria, al explicar que quienes se dedican a esta actividad ilícita tienen conexiones con bandas internacionales.
Estos grupos, según determinó la fuerza antidroga, acopian e instalan su laboratorio en zonas como la provincia Cordillera en Santa Cruz, frontera con Paraguay y Argentina, que son países productores de químicos.
Las personas que salen por aeropuertos pueden ser consideradas «mulas», pero quienes transportan importantes cantidades forman parte del negocio, y aunque algunas veces niegan, se comprueba, de acuerdo con sus antecedentes, que son reincidentes.
La FELCN, según el coronel Sanabria, está empeñada en que no sólo los intermediarios sean remitidos a las cárceles, sino también quienes encabezan estas organizaciones, afectando su capital ilícito y evitando la legitimación de ganancias.
De Colombia, el principal país productor de cocaína del continente, llegan modernas técnicas, pues se mecanizaron fábricas móviles y ahora ya no se usan «pisacocas», porque la hoja molida la mezclan en un recipiente tipo licuadora, con químicos.
El 8% de la coca ilegal viene del país vecino
La coca peruana también ingresa en el país con destino al narcotráfico, dijo el teniente coronel Stanley Tintaya, jefe del Grupo Especial de Control de la Coca (GECC).
De acuerdo con datos estadísticos, de enero a la fecha se han decomisado cerca de 430 toneladas de la hoja ilegal. De esa cantidad, el 58 por ciento es coca paceña, 34 por ciento chapareña y 8 por ciento peruana (en este último caso se trata de 34,4 toneladas de la hoja que llega al país, según cálculos de este diario basado en informes oficiales).
El jefe nacional del GECC dijo que la coca peruana se diferencia por las envolturas, que vienen con un material característico del país vecino.
«Es para el narcotráfico (la hoja peruana); no hay necesidad de que ingrese para el consumo, tomando en cuenta que la (hoja) yungueña es la más apetecida para el uso tradicional».
La coca yungueña es la que más usan los «narcos», afirma el teniente coronel Tintaya, por su 98 por ciento de alcaloide, pues la chapareña tiene mucho menos alcaloide.
«La gente se da modos para evadir el control, utiliza camuflaje, doble fondeo en camiones que transportan fruta, madera, incluso en cisternas como recientemente se descubrió. La droga peruana ingresa de contrabando, evadiendo controles».
Tintaya dijo que cada día hay operativos, por ejemplo el viernes en el peaje de la Autopista en El Alto, en un vehículo particular se retuvieron ocho bultos de coca sin documentación alguna.
Añadió que hay 800.000 libras de coca listas para su quema en el Valle Alto de Cochabamba.
Datos y cifras
La FELCN secuestró 11 toneladas de cocaína en 2005, en 2006 en total 14 toneladas.
En 2007 se secuestraron 18 toneladas y en lo que va de este año, 18 toneladas.
Se efectuaron 5.521 operativos antidroga de enero al 18 de junio.
Retención de coca, de enero a la fecha, alcanza a 948.954 libras.
El año pasado se retuvieron en total 1.089.878 libras de coca ilegal.
La FOE (Fuerza de Operaciones Especiales) es uno de los organismos principales.
Inteligencia, la FOE realiza esa tarea desde hace 3 años.