El Mundo. El Director. En la madrugada de ayer -buscando contribuir a un clima de paz- el Comando Nacional de la Policía reconoció que no existe en el escalafón actual de la policía nacional ningún Coronel cruceño menos beniano ni pandino que pueda asumir el Comando de la policía Cruceña, nos acabábamos de enterar de que nuestra Policía no es tal porque no estamos integrados en ella, los motivos son análisis aparte, ayer una líder cívica reclamó que cuando estaba siendo golpeada por policías buscó una cara de un policía Camba y no la encontró, haciendo señas con la mano sin actitud racial identificó que todos los policías que vio tenían las mismas facciones físicas de los hombres del altiplano: cara cuadrada, nariz aguileña, mirada dura, piel oscura y la rabia que se derramaba por sus miradas y facciones, yo que no tengo la mejor imagen de hispano los veo diferente a mí, y eso que mi color es moreno pero me diferencia la razón, la carcajada, la mirada y la mano que ofrezco incluso a los que no conozco, entonces nuestra policía no es nuestra es un comando aymara y quechua que tiene la tarea de colonizarnos, de someternos a palo y a extorsión de por medio, definitivamente son una fuerza militar invasora; ¿que existe en la policía algún Camba?, seguro se los cuenta con los dedos de la mano, en una milicia de 18.000 hombres eso no significa nada. Hace cuatro años atrás hablar de dos Bolivia hubiera sido una herejía, lo considerarían un traidor y la piara para quemarlo estaría lista, hoy ya es un concepto de uso diario del análisis de propios y extraños, en los discursos de los lideres nacionales es un tema permanente y hoy ya no es una utopía, el tema de la descentralización incluso de las autonomías va quedando atrás y existen voces que hablan de separación, de una desmembración, el Presidente señala que se trata de una división. Hoy tras los discursos del Prefecto y el líder cívico quedó demostrado que no existe la posibilidad de un dialogo, de buscar las bases para un pacto de convivencia o cohabitar el mismo país respetando las particularidades de cada uno, pero eso ya es una cosa del pasado y hoy debemos buscar en paz los mecanismos para que se imponga el criterio de las mayorías, hace poco el Alcalde cruceño pudo dibujar una realidad incuestionable «ellos no nos quieren y nosotros no los queremos». Somos diferentes en todo, aquí se construye desde las arenas ellos destruyen lo que ha sido creado; aquí se hace familia, núcleo, se alimenta la amistad, se cimientan los valores y se ama, se tiende la mano y se siembra, eso nos diferencia, no es cuestión de raza es de filosofía de vida, no podemos seguir unidos bajo conceptos chauvinistas, es hora de que el respeto marque la cancha, que se imponga la autodeterminación de los pueblos, y no es por Evo finalmente él develo el velo que existía: que muchos creábamos andamios inexistentes para sostener lo que ya no se puede sostener más, existía un pensamiento que Bolivia estaba unida en su diversidad si pero no en el concepto cultural antropológico de ver, de escuchar y sentir la demanda de los pueblos. La Bolivia actual ya no puede continuar y eso no es un concepto cesionista menos fascista, y no es por no compartir el modelo Evista, son demasiadas cosas las que primaron para buscar un divorcio de mutuo acuerdo, es para evitar la tragedia que finalmente se dará, al final existirán muchas cosas que nos unirán pero son muchas más las cosas que nos separan y quien dice que mañana venga un líder con una rosa en la mano y una propuesta de sabiduría en la otra para volvernos a integrar pero hoy ya no se puede y no hacerlo será un infierno que no muchos soportaremos.