MIGRANTES | Vivían en total hacinamiento, en condiciones insalubres y compartían los mismos utensilios.
Los Tiempos
Por: Eliana Ballivián
Siete bolivianos enfermos permanecen todavía en un vetusto edificio en la ciudad de Rostov, pese a que antes de emprender vuelo, los más de 200 bolivianos que viajaron a ese país, a través de la empresa constructora Cidenbol, fueron sometidos a exámenes médicos en Bolivia.
Así denunciaron dos jóvenes que integran el grupo de los centenares de bolivianos que viajaron a Rusia (cuya identidad se mantiene en reserva), que pagaron 5 mil dólares a la empresa Cidenbol, en Cochabamba, para que les gestione techo, comida y trabajo; pero, una vez allí, compartieron una pesadilla y arriesgaron su vida y su salud.
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«Comíamos y bebíamos de los mismos platos y vasos, y resulta que supuestamente todo el grupo estaba sano, pero hay un compatriota con tuberculosis y siete con sífilis», dijo uno de los migrantes que retornó el pasado sábado a Cochabamba, junto a uno de esos bolivianos que teóricamente padece sífilis.
Los otros enfermos aún son parte de los 170 bolivianos que permanecen en ese domicilio de Rostov. A algunos les tocó ir a trabajar desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, por un precio no convenido de casi 400 dólares y un descuento de 100 dólares por una vivienda sucia, donde los colchones en los que duermen están en el mismo ambiente en el que cocinan y hacen sus necesidades, y 130 dólares por una comida en mal estado, según cuentan.
«Nos dieron seis ollas para cien personas. No hay cucharas ni cuchillos para pelar papa. Los pollos nos daban congelados, porque no teníamos refrigerador. Cuando se descongelaban olían a podrido, y la comida enlatada tenía fecha de vencimiento pasada», dijo uno de ellos, mientras sus compañeros confirmaban la versión.
Posible red
Una de las parientes que se endeudó por cerca de 30 mil dólares, para enviar y traer de emergencia a su familia de vuelta, dijo que no cejará hasta que le restituyan el dinero invertido en un fracasado viaje por el que se ha detenido al gerente de la empresa Cidenbol, René Canelas, en un proceso que para los migrantes y sus familiares deja ver una red de traficantes de migrantes.
«Clamamos justicia al Ministerio Público y a la señora juez que haga justicia, que no liberen a ese hombre para que no esté engañando en otro lado», señaló una mujer, que también pidió que se investigue a Clifor Lap»his, un hombre de nacionalidad rusa, que teóricamente camina con los que dirigían Cidenbol.
Mil dólares por cabeza
Los testigos también afirmaron que durante su estadía en Rostov los visitó una mujer rusa que dijo ser la representante de una empresa de nombre Stroymaster, que les dijo que había cancelado a los intermediarios mil dólares por cada inmigrante a cambio de disponer de ellos, y que si retornaban a Bolivia debían pagar por daños y perjuicios.
Los testigos, que habían llegado en un grupo de 25, se espantaron con las condiciones en que fueron recibidos y reclamaron por su regreso. Los organizadores les quisieron llevar a un inmueble alejado en un lugar muy silencioso y desierto a 30 kilómetros de la casa donde estaban los demás en una volqueta y un micro, pero ellos se resistieron.
Mientras los familiares en Cochabamba sentaban denuncias y cercaban a Cidenbol y a Canelas, en Rostov hicieron circular entre los bolivianos un comunicado que aseguraba que los denunciantes en Bolivia habían recibido 10.000 dólares por sabotear el programa en Rusia, pretendiendo inducir a sus compatriotas a botarlos de la casa.
COPARTÍCIPES
Incluyen a más personas en las investigaciones
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) cuenta con nuevos elementos para ampliar sus investigaciones a más personas en el caso de los migrantes a Rusia, en la imputación por la figura penal de tráfico de migrantes, informó el jefe de Trata y Tráfico de Personas de esa división policial, Boris Bellido.
Una vez establecida la explotación laboral, gracias a las declaraciones de las víctimas que llegaron a Bolivia y de los informes de la embajada boliviana en Rusia, se ha visto que hubo un proceso donde existen copartícipes.
Bellido agregó que este proceso involucrará a personas vinculadas al gerente de Cidenbol, sus empleados, médicos, agencia de viajes que cooperaron en el transporte, los que han hecho posible el traslado de estas personas y los que los acogieron en Rusia.
Los familiares de los migrantes interpusieron en Cochabamba tres diferentes denuncias, la más antigua de hace tres meses por tráfico de migrantes, y la más reciente por trata de personas. La tercera es por estafa.
Sin embargo, el Juzgado observó algunos parámetros legales para no considerar el delito de estafa agravada, pero fundó su resolución de detención preventiva de René Canelas, gerente de Cidenbol, en base a los elementos aportados por la Policía para aprobar trata de personas, en su modalidad explotación laboral.
Los elementos que confluyen en el delito de trata son el reclutamiento, transporte, recepción, privación de libertad y explotación sexual o laboral, y todos los elementos de este proceso así lo muestran.
Otros migrantes atestiguaron que Canelas tiene contactos en la oficina de migraciones y que gracias a los mismos logró alterar las fechas de nacimiento en los pasaportes de las personas con 50 o más años, para que se les pueda facilitar su inserción en las fuentes laborales prometidas.
ANTECEDENTES
*La empresa Cidenbol envió desde hace cuatro meses a cerca de 200 bolivianos a la ciudad de Rostov en Rusia, con la promesa verbal de que ganarían 2.000 dólares mensuales por trabajos en construcción.
* Cada migrante pagó cerca de 5.000 dólares por el viaje.
* Al llegar a Rusia, la situación fue distinta, pues los viajeros sólo ganaban entre 400 y 500 dólares y vivían en condiciones infrahumanas.