Votaré No a Morales-García Linera


El Deber. Susana Seleme Antelo*

Hoy mi voto es No porque Bolivia va muy mal, a despecho de lo que dice el Presidente. Él vive en una burbuja de soberbia, odio étnico, resentimiento y escasas luces para reconocer la totalidad regional y cultural del país. Por eso lo gobierna de mal en peor.

Votaré No en este referéndum tramposo que busca el triunfo de la dupla Morales-García Linera con fraude y doble ‘carnetización’.



Si tratan de imponer su ‘proceso de cambio’, que es un proceso ‘in crescendo’ de crispación, con muertos, heridos y contusos, los peligros serán más letales. Siendo Morales la primera autoridad del país, no habría que descargar las culpas en el ‘Vice’, ministros, funcionarios, asesores y ONG, autistas todos, porque sería liberarlo de una culpabilidad que le recae en primera instancia. Y que no vengan a retrucar que es culpa tanto del Gobierno como de las oposiciones regionales, porque la responsabilidad de gobernar para todos y todas es la primera competencia de un gobernante, con diálogo, concertación, buscando acuerdos entre las diferencias, sin trampas ni delirios hegemónicos totalitarios, excluyentes y antidemocráticos.

Quien siembra enfrentamientos, abusos y 44 muertos en 30 meses de Gobierno, cosecha el repudio de seis departamentos, que en tres días le impidieron llegar a citas ya acordadas. Quienes mal gobiernan, terminan bebiendo el ácido sabor de vivir ‘bloqueados’, invento de Morales siendo dirigente cocalero en Chapare. No tuvo este 6 de Agosto la pompa que hubiese querido, porque Chuquisaca le dijo No: el dolor de La Calancha y sus muertos valen más que un cheque plato –cheque– de lentejas.

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Votaré No al binomio masista, porque gobierna para satisfacer su sed de venganza indigenista, centralista, estatista y nacionalizadora, cuando lo que queda del mundo socialista y comunista ya desanda el camino, abre sus puertas a la inversión externa y libera sus contenidas fuerzas productivas. Aquí se espanta al capital y se le niega a la fuerza de trabajo empleos productivos y salarios dignos.

Mi voto será No a Morales y compañía, porque mientras se roba el IDH, acumula $us 100 millones al mes por el incremento del precio del barril de petróleo, que en 2007 lo calculaban a $us 57 por barril, cuando su precio de mercado era casi $us 83, y ha llegado a $us 147. En su gestión llevan $us 300 millones acumulados, gran parte gastados en la millonaria, mezquina y mentirosa campaña gubernamental y electoral.

Votaré No porque ni el justificado empoderamiento indígena ni la buena readecuación tributaria con las petroleras justifican su proyecto rentista, merced a una renta petrolera extraordinaria, cheques venezolanos y otros ‘chorreítos’, a costa de la producción, productividad, explotación y exportación.

Votaré No a Morales porque ha demostrado el desprecio que le tiene al ordenamiento jurídico, hoy desmantelado a la espera de que sus doctos y dóciles abogados conviertan las ilegalidades en ‘legalidades’. A confesión de partes, relevo de pruebas.

Votaré No por el binomio masista, pero votaré Sí por Rubén Costas, porque la apuesta autonomista ¡sí va bien! Desde el 4 de mayo está en ejecución el Estatuto Autonómico, aprobado por 85% de la población cruceña. Con el Sí de hoy, pacíficamente, vamos a ratificar a Rubén y las autonomías ya ganadas.

Hoy, 10 de agosto de 2008, digo Sí a Rubén, No a Evo. Marcaré con la izquierda porque tengo la mano, el húmero y el hombro derechos malogrados, pero libres la razón política, la razón ciudadana y la razón democrática.

 

* Máster en Ciencias Políticas


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