Decenas de pandinos huyen a Brasilea por miedo a las detenciones

Revelaciones. Leopoldo Fernández es capturado y confinado.

El Gobierno anuncia que reemplazará al Prefecto.

Denuncian que el rector de la Normal obligó a marchar.



Poder Judicial pide a Evo levantar el estado de sitio.

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JORNADA • Un grupo de militares rodeó su oficina, y le dijeron que lo guiarían a una reunión con el Comando en el aeropuerto. Al llegar, Quintana lo esperaba, no lo saludó y le ordenó que suba al avión, que lo llevó a dos departamentos.

LA RAZÓN

Carlos Corz

Enviado a Cobija

A cinco días de haberse dictado el estado de sitio en Pando, a media mañana de ayer un operativo militar sorpresivo tomó las inmediaciones de la Prefectura y trasladó, con engaños, al prefecto Leopoldo Fernández hasta el aeropuerto, desde donde se lo envió como confinado a un periplo que por la tarde de ayer transitó entre La Paz y Cochabamba.

Frente a la puerta principal de la Prefectura se pertrecharon varios conscriptos mientras otros custodiaban con armas, incluso con mira telescópica, los cuatro flancos de estas instalaciones, desde donde Fernández —en los últimos días— vio transcurrir el estado de sitio.

Aproximadamente a las 10.00, desde el aeropuerto de Cobija, base de operaciones de los militares, salieron varios vehículos, entre ellos una volqueta cargada con efectivos rumbo a la Plaza de Armas. La rapidez de la incursión militar no dio tiempo de respuesta a la población.

Cinco militares, aparentemente de alto rango, entraron hasta las oficinas de Fernández y le pidieron que los acompañe al aeropuerto para sostener una reunión con el Comando Conjunto, comandado por el general Wálter Panozo, según el senador de Podemos Paulo Bravo, quien acompañaba al Prefecto.

A los pocos minutos y sin que opusiera resistencia, lo sacaron por una puerta lateral que da al paseo peatonal frente a la iglesia. A medida que caminaba, sólo atinó a decir «regresaré pronto», según cuenta un funcionario prefectural. Además de Bravo, lo seguían el diputado Ronald Camargo, el abogado Aurelio Valenzuela y el párroco Jaime Sussly.

En la calle lo esperaba su vehículo, escoltado por dos autos civiles y varios militares. Subió a su motorizado junto a sus acompañantes y se encaminó la caravana con rumbo a la terminal aérea. Varias personas se aglutinaron en el lugar, y con ademanes de mano lo despidieron. Algunos periodistas, en vehículos y mototaxis, y decenas de otras personas siguieron a prudente distancia y hasta cierto lugar a la caravana, pues entró a la terminal por una vía alterna.

Algunos disparos de arma de fuego evitaban que la prensa y curiosos se acerquen al aeropuerto por la vía principal.

A pesar del hostigamiento, a lo lejos se distinguía una pequeña aeronave que esperaba a sus pasajeros. Fernández, junto a Bravo, Camargo, Valenzuela y Sussli descendieron del vehículo, mientras el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quien comandaba el operativo, bajaba de sus improvisadas oficinas en un primer piso de un galpón de la terminal.

«Fernández lo saludó, pero se quedó con la mano extendida, ni le contestó. Quintana en un tono de orden se limitó a decir \’suba al avión\'», dirigiéndose al Prefecto, según relató Bravo, de vuelta en la plaza principal. No escuchó más y Fernández, acompañado por Valenzuela, abordó el avión que partió inmediatamente después, ya que esperaba con los motores encendidos.

Los legisladores trataron de hallar mayores explicaciones. «Tú serás el siguiente», le habría dicho Quintana a Bravo, mientras el párroco Sussly, comenta —ya en su oficina al lado de la iglesia, ubicada al frente de la pared lateral de la Prefectura—, que pidió que no haya mayores abusos.

«Es obvio que el ministro mostró para mí una emoción al ver al Prefecto de alegría. Interesante, Quintana palideció cuando vio al Prefecto e impuso su voz de mando: ¡al avión!», relata el sacerdote. Minutos antes, en la puerta de la Prefectura se registraba una protesta por la detención.

Bravo, rodeado de gente en la plaza, no pudo evitar las lágrimas cuando informaba de lo ocurrido a la prensa. «He visto la capacidad de fuego (en el aeropuerto), aquí nos van a matar», sentenció y reveló que Quintana les informó que en breve se conocería al nuevo prefecto, un militar.

«Querían su trofeo, ahora lo tienen, ¿qué van a hacer?», decía una mujer en la plaza, y otra exigía explicaciones del por qué no los alertaron para asumir defensa de Fernández. En la tarde, el Ministro de la Presidencia explicaba en el aeropuerto que el Prefecto está confinado.

«En cumplimiento del decreto (de estado de excepción) es que el señor Leopoldo Fernández ha sido confinado, por haber violado la ley, y en los próximos días tendrá que responder a por los delitos flagrantes por los que se lo acusa», se limitó a responder cuando se le consultó si se lo trajo al Prefecto con engaños y por qué.

Quintana, el sábado decía que uno de los objetivos estratégicos del estado de sitio, junto a la intervención al Comité Cívico, Servicio Departamental de Caminos y la Prefectura, era la detención del Prefecto, a quien responsabilizan de los hechos de sangre ocurridos en Porvenir, con un resultado de al menos 15 muertos. Ayer, aclaró que no se lo detuvo por el proceso penal por el delito de genocidio.

En La Paz, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, confirmó en el Palacio de Gobierno que el Prefecto había sido «capturado, en aplicación de las disposiciones constitucionales que permiten tal situación, dentro del estado de sitio».

Su colega de Defensa, Walker San Miguel, dijo que el Comando Conjunto ha procedido «a capturar al Prefecto, se lo ha hecho en un marco de absoluta cordialidad, se lo ha invitado a que suba al aeropuerto y a la aeronave».

Acotó que el Gobierno cumple «estrictamente las previsiones constitucionales, el artículo 112 de la Constitución Política del Estado, donde se dice que éste vela por la seguridad de la gente y en este caso por la vida de las personas; y también que aquellas personas que resisten las medidas del estado de sitio y alientan a que se siga generando un marco de zozobra, pueden ser capturadas. Por eso, Fernández arribará a una base militar de La Paz, donde tendrá todas las garantías».

Oportunamente, acotó, «como señala la Constitución, se hará conocer su condición jurídica».

Por la tarde, el presidente Evo Morales señaló que el Prefecto estará confinado tres meses.

Según Quintana, el Ejecutivo no esperará ese tiempo para seguir el proceso por genocidio.

Después de la partida de Quintana, llegó en una avioneta una comisión encabezada por el defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, que investigará los sucesos de sangre en Porvenir y velará por los derechos humanos de los involucrados.

Alrededor de las 13.00 arribó la aeronave que transportó a La Paz al Prefecto de Pando.

En las afueras del Grupo Aéreo de Caza, de la ciudad de El Alto, se concentraron decenas de personas para exigir que la autoridad regional sea llevada a Chonchocoro sin proceso. La turba se puso agresiva con el abogado de Fernández, quien llegó al lugar y lanzaron piedras a los periodistas. Una de ellas le rompió la cabeza a un técnico de la red PAT.

Después de las 14.00, según una versión de ATB, dos naves salieron de la terminal aérea. Un helicóptero se dirigió al Colegio Militar de La Paz, y una avioneta, en la que presuntamente se encontraba la autoridad, a la ciudad de Cochabamba. Pero, el helicópetro fue visto en el Valle. Por la noche hubo otro movimiento, porque pasadas las 19.00, esa avioneta habría retornado con rumbo a la sede de gobierno. A esa hora, una caravana de vehículos salió del Grupo Aéreo de Caza, con la vía libre.

Una fuente uniformada reveló que anoche el Prefecto había llegado a la Academia de Policías, en Següencoma, en la ciudad de La Paz. Sin embargo, eso no pudo ser confirmado.

«Fernández lo saludó, pero se quedó con la mano extendida, Quintana ni le respondió y ordenó: ¡suba al avión!».

El senador de Podemos Paulo Bravo al relatar el hecho.

«El Prefecto fue capturado en aplicación a las disposiciones del Estado de Sitio.»

El ministro de Gobierno, Alfredo Rada.

Glosario

CAPTURA • En derecho penal, es la detención de una persona por una orden judicial.

ARRESTO • Dos acepciones: detención del presunto reo o reclusión por tiempo breve.

Entrevista

«Quintana palideció al ver al Prefecto e impuso su voz de mando»

JAIME SUSSLY, el párroco de la iglesia católica de Cobija-Pando fue testigo de la detención del prefecto Leopoldo Fernández, ayer.

La autoridad de la iglesia de Cobija (Pando) acompañó a Leopoldo Fernández cuando era detenido. El párroco expresó su preocupación por los acontecimientos suscitados en el país y en especial en Cobija. Pidió que el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, actúe «con responsabilidad» en este proceso.

Ayer, desde su oficina parroquial, recibió al enviado especial de La Razón para relatar cómo se desarrolló el proceso de detención del Prefecto pandino.

¿En qué momento se enteró usted que detenían a Leopoldo Fernández?

La secretaria me informa que enfrente de la oficina y en torno de la Prefectura estaban apostados los militares y que la habían tomado. En la puerta (de la Prefectura) estaba un francotirador y otro soldado con arma con mira telescópica. Luego me llama el Prefecto (Leopoldo Fernández) para dialogar un momento, porque esperábamos la llegada de una comisión de la Cruz Roja y otra de las Naciones Unidas.

Una vez que toma contacto con él, ¿qué fue lo que conversaron padre?

Él me preguntó si estaba dispuesto a ir al aeropuerto y le dije que sí. Me dijo que pasara por su despacho, porque los militares estaban ahí. Inmediatamente después subimos a los vehículos y fuimos con él. Llegamos al aeropuerto y el ministro de la Presidencia (Juan Ramón) Quintana estaba hablando por teléfono. No contestó saludos y le dijo al Prefecto: ¡al avión!

Padre, ¿usted vio una actitud hostil del ministro Quintana?

Claro que sí, porque el senador Paulo Bravo (Podemos) le pidió hablar. El ministro le dijo que no se metiera, porque él también estaba en la mira. Para mi entender, lo amenazó fuertemente y lo calló. Es obvio que el ministro mostró para mí una emoción —al ver al Prefecto— de alegría al haber conseguido su objetivo. Interesante, Quintana palideció al ver al Prefecto e impuso su voz de mando: ¡al avión!, dijo.

¿Qué impresión le dio?

Me pareció una falta de respeto, porque todas las personas tenemos derecho de ser escuchados, por lo menos un rato. No creo que las ideologías políticas, por más enemigos que seamos, nos tienen que hacer perder la imagen de que todos somos humanos. Es decir, como humanos, tenemos errores y, si el Gobierno falló, seguramente que el Prefecto de Pando también lo hizo. No se trataba aquí de buscar con saña destruir, o de quién es ahora el más culpable. Carlos Corz, enviado a Cobija, Pando

DECENAS HUYEN A BRASILEA POR MIEDO A LAS DETENCIONES

Temor • Entre 50 y 100 personas, afines al movimiento autonomista y trabajadores de la Prefectura, buscaron refugio en la localidad brasileña.

• UNA REINANTE INCERTIDUMBRE • Con una notoria preocupación en los rostros, hombres y mujeres que huyeron de Cobija se reunieron anoche en la plaza de la población de Brasilea.

CARLOS CORZ

Enviado a Brasilea

Pobladores de Cobija y de Porvenir, donde se registraron los hechos de sangre el jueves 11, escaparon ayer en la noche hasta la vecina localidad de Brasilea (Brasil) ante el temor de ser detenidos en los operativos nocturnos que realizan las fuerzas militares en territorio boliviano.

Entre las personas que se reunieron en la plaza principal de la población brasileña, a la espera de organizar su estadía, se encuentra el senador Paulo Bravo (Podemos), que afirmó que «por seguridad estamos acá».

Como él, un grupo de entre 50 y 100 personas temen ser detenidas. «Está aquí gente por apoyo a la autonomía, algunos funcionarios de la Prefectura, hay alguna gente de Porvenir. Hemos enviado un camión, gracias a amigos brasileños, para que traigan a unos 50 campesinos de Porvenir que están camino aquí».

Luego que se detuvo al prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, y a otras personas —explicó Bravo—, nos pone susceptibles una detención sin previa investigación. El parlamentario indicó que habló con las autoridades de Brasilea para que les permitan estar en ese país hasta que se les dé garantía de libertad.

´Gracias a Dios hemos recibido buena aceptación´, explicó. A los pocos minutos del arribo del grupo de personas, llegó el defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, e intentó convencer a estos ciudadanos de retornar a sus hogares. En medio de llanto, una gran parte de ellos —incluidas algunas mujeres— se negó a acceder a este pedido.

«Ahora no hay seguridad para nadie, no se respeta los cargos. El ministro (de la Presidencia) Juan Ramón Quintana ha dicho que va a poner a un militar como Prefecto y que el cargo de Secretario General no lo va a respetar; eso asusta a mucha gente, que piensa pueda ser perseguida y detenida», explicó.

Tras la detención de Fernández en la mañana, Cobija quedó más desierta aún. La gente no sale de sus casas. No hay actividad. Los comercios permanecen cerrados por temor a los saqueos.

El Gobierno anuncia que reemplazará al Prefecto

PANDO • Parlamentarios opositores dijeron que la nueva autoridad será un jefe militar.

El Ejecutivo, a través del ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, anunció que se suplirá al prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, con otra persona; mientras que dos parlamentarios opositores afirmaron que asumirá el cargo un jefe militar.

«En las próximas horas se va a tomar decisiones, una determinación para suplir la vacancia que ha dejado el Prefecto del departamento», afirmó Quintana en conferencia de prensa.

Por su parte, el diputado de Podemos Ronald Camargo aseguró que «se quedará al mando de la Prefectura el comandante del Comando Conjunto, el general (Wálter) Panozo. Él se va a venir, va a ser nombrado prefecto interino hasta que termine el estado de sitio».

El senador Paulo Bravo manifestó que la detención del prefecto Leopoldo Fernández «es un golpe de Estado, porque el ministro Quintana ha dicho que va a poner un militar en la Prefectura». Sin embargo, no se pudo confirmar el dato.

Asimismo, los parlamentarios aseguraron que la autoridad de Gobierno cambiaría a las autoridades judiciales, como los fiscales y jueces. «Quintana anunció que cambiarán a todo el personal judicial, es decir, se va a implantar en Pando un régimen dictatorial», dijo Bravo.

Sin embargo, remarcó que la resistencia civil ante las decisiones y acciones que tome el Gobierno será pacífica dentro del marco legal. Señaló que la llegada de facilitadores para mediar el conflicto es necesario.

REACCIONES

Genocidio • El senador de Podemos Paulo Bravo aseguró que lo que ocurrió en Cobija fue un genocidio «orquestado por Juan Ramón Quintana».

Misiones • El parlamentario opositor señaló que se pide a las misiones mediadoras que lleguen cuanto antes a Pando.

Conservación del orden público

Artículo 112, inciso 4 • Podrá la autoridad legítima expedir órdenes de comparendo o arresto contra los sindicados, pero en el plazo de 48 horas.

Confinamiento • Podrá ordenarse su confinamiento a una capital de departamento o provincia que no sea malsana.

Prohibiciones • Queda prohibido el destierro por motivos políticos, pero al confinado que pida pasaporte al exterior no podrá serle negado.

Artículo 111 • En los casos de grave peligro por causa de conmoción interna, el Jefe del Poder Ejecutivo podrá declarar el estado de sitio.

Militares • El art. 112 indica que el Ejecutivo podrá aumentar el número de efectivos de las Fuerzas Armadas.

Garantías • Garantías y derechos que consagra la Constitución no quedarán suspensos de hecho y en general, con la sola declaración del estado de sitio.

 

DENUNCIAN QUE EL RECTOR DE LA NORMAL OBLIGÓ A MARCHAR

MULTA • La madre de uno de los normalistas fallecidos dijo que, si no marchaban con los campesinos, les cobrarían una multa de Bs 1.500.

• TRAS LA EVACUACIÓN • Normalistas de Filadelfia que fueron evacuados a La Paz, tras su arribo a la ciudad, el domingo.

La madre de uno de los normalistas que falleció durante los hechos de Porvenir (Pando) el 11 de septiembre, denunció ayer que el rector del Instituto Normal Superior Puerto Rico, con sede en Filadelfia, los amenazó con cobrarles una multa de Bs 1.500 si es que no asistían a la marcha.

«Yo le he dicho: ‘hijito, no te metas’, pero dice que el rector (de la Normal, Ramiro Quispe) los ha obligado y les dijo que les iba a cobrar multa; eso habían dicho a sus compañeros», contó Adela Sarsuri, madre del fallecido Jhonny Cari Sarsuri, en una conversación con la red Unitel.

Según su versión, Jhonny le había dicho que la multa por inasistencia ascendía a Bs 1.500.

Por otro lado, Gerardo, un normalista evacuado el sábado de Pando, contó a La Razón que los estudiantes estaban en vigilia desde el día lunes, es decir, tres días antes de los sucesos y que esos días no pasaron clases.

«Entonces el miércoles en la noche nos dijeron que vayamos al ampliado de los campesinos, las chicas se quedaron y nosotros fuimos», aseguró.

Dijo que cuando estaban en camino, policías impidieron su paso hacia Cobija «y ahí empezó el tiroteo, nos metimos al río. Parece que nuestros tres compañeros muertos no sabían nadar y se camuflaron en la orilla y ahí los agarraron, porque incluso cuando estábamos nadando el río, que es grande, nos disparaban».

Su compañera Leonora contó que ante el aviso de los ataques, las mujeres que se quedaron en Filadelfia corrieron a los albergues en los que viven para rescatar sus documentos universitarios, «nos entramos al monte, pasamos hambre y sed».

Guadalupe, otra estudiante, dijo que se fue a Filadelfia a estudiar porque en La Paz no tuvo la oportunidad de ingresar a la Normal. «Ahí estamos en etapa de nivelación, para que el próximo año ya escojamos la carrera que vamos a estudiar», dijo.

Los cuartos donde viven son pagados por la Alcaldía, según coincidieron los entrevistados.

Según Guadalupe, tras los enfrentamientos, todas las mujeres salieron del monte. «De ahí fuimos a Cobija a reconocer a nuestros compañeros muertos; nadie se hizo responsable, ni el rector ni los docentes, llegamos a La Paz con los cajones», recordó.

Entrevista

«Han reclutado zafreros del Beni para la marcha»

Mario Aguilera, presidente del Comité Cívico de Riberalta, afirma que el Gobierno llevó zafreros del Beni hasta Porvenir.

El máximo dirigente cívico de Riberalta asegura que el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, visitó su ciudad, varias veces, para llevar zafreros a Pando y planificar la marcha de los campesinos, que estuvieron en los sucesos de Porvenir.

¿Qué elementos tiene para decir que Quintana planificó la marcha de campesinos?

Las constantes visitas que ha hecho acá (a Riberalta), conjuntamente con dirigentes y militantes del MAS.

¿Hace cuánto que Quintana realizaba esas visitas?

Esto es una organización de meses atrás. Constantemente ha venido; yo diría que entre unos tres a cinco meses atrás.

¿Dónde eran las reuniones?

En diferentes lugares. Uno de los lugares de reunión era una beneficiadora de zafreros.

¿Los zafreros también salieron en marcha a Pando?.

Les dieron un litro de aceite, cinco kilos de arroz, Bs 40 y les dijeron que iban a una marcha pacífica. Pero, los fines macabros eran recuperar las instituciones del Estado y tomar la Prefectura.

¿Cuántos zafreros marcharon?

Unos ciento y tantos. Pero han ido reclutando y recogiendo a los campesinos por el lado de Gonzalo Moreno (Pando), hasta llegar a Sena, Puerto Rico y después Porvenir. Sus lugares de operación eran Puerto Rico y Porvenir.

¿Qué pasó en Sena (Pando)?

En Sena repartieron algunas armas para luego reunirse en Puerto Rico y organizar todo este enfrentamiento. (Allí) está la hacienda de Napo Antelo (alcalde del lugar), quien tiene estrecha relación con Miguel Becerra (ex alcalde de Cobija), que planificó todo junto al Gobierno.

El Poder Judicial pide a Evo levantar el estado de sitio

PRONUNCIAMIENTO • Con ello, esperan que la paz y la concordia se impongan en el país.

Todos los órganos del Poder Judicial le pidieron al presidente Evo Morales que, como una muestra de la voluntad política, retome los caminos de la concordia y la paz social y levante el estado de sitio dictado en el departamento de Pando.

Así lo hicieron saber en un documento titulado «Pronunciamiento del Poder Judicial de Bolivia», leído por el presidente de la Corte Suprema, Eddy Fernández, en presencia de los ministros de la Suprema, consejeros de la Judicatura, la magistrada del Tribunal Constitucional y el presidente del Tribunal Agrario.

Previamente, se realizó un minuto de silencio por las víctimas de Pando. En el documento se advierte que Bolivia está en riesgo de perder su condición de Estado unido y que podría convertirse en un territorio fragmentado por los odios irreconciliables y las luchas fratricidas.

Ante la gravedad de la situación por la que se atraviesa, el Poder Judicial insta a que «gobernantes y gobernados realicen todos los esfuerzos para que el país se pacifique a la brevedad posible». Asimismo, piden que los sectores que están confrontados depongan actitudes de fuerza y violencia en la resolución de los conflictos y se esfuercen por encontrar mutuos caminos de aproximación en una mesa de un diálogo fraterno y sincero.

Por otra parte, el Poder Judicial expresó también su predisposición de contribuir a la pacificación del país. Fernández dijo que estarán a disposición de cualquier convocatoria que se les haga para este fin.

También pidieron al Ministerio Público que prosiga con las investigaciones del caso, sin ninguna presión, «con el propósito de que las instancias jurisdiccionales establezcan las sanciones en contra de los culpables de los sucesos luctuosos acaecidos en el departamento de Pando».

Finalmente, solicitaron al Poder Ejecutivo que, en una muestra de voluntad política, retome los caminos de la concordia y la paz social y levante el estado de excepción dictado en horas precedentes. Redacción Sucre.