180 sindicatos hacen control social del tráfico de droga en La Asunta


El alcalde del municipio Reynaldo Calcina dice que en la región no se permite el narcotráfico, los involucrados son castigados por la comunidad.

OPINION

La Asunta/Los Yungas/ABI. En la población de La Asunta ubicada en Sur Yungas de La Paz, 180 sindicatos apoyan el control social sobre el tráfico de la droga.



«Existe control social, persona que se dedica a esos actos ilícitos es expulsada del sindicato y tiene que irse a buscar a otro lado su vida, su fuente de trabajo. Existe un control muy riguroso porque no se permite que la gente se dedique a la actividad de la droga», manifestó el alcalde del municipio de La Asunta, Reynaldo Calcina Luna.

En esta región no se permite el cultivo ilegal de esta hoja sagrada. Una vez identificado un caso se inicia con una denuncia realizada ante la comunidad la cual después de comprobar el hecho se reúne y determina la expulsión de la persona o personas involucradas en esta actividad.

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Después de la expulsión se realiza la toma física de los terrenos a favor de los sindicatos, quienes determinan el uso social más conveniente para estos predios que van desde brindar la propiedad de estos a otra persona responsable hasta utilizarlos para el beneficio de la comunidad.

Las personas son expulsadas del lugar sin lugar a reclamo a volver al lugar y son obligadas a continuar con su actividad personal en otro lugar.

Informó que en pocas oportunidades se llegó a las agresiones físicas, sin embargo reconoció que en algunos casos se dieron castigos ejemplarizadores, pero el castigo más fuerte para las personas acusadas es la expulsión del sindicato y de la comunidad.

Calcina aseguró que estas determinaciones son sindicales en los cuales la Municipalidad no tiene ningún tipo de injerencia ya que la responsabilidad está basada en las organizaciones sociales.

Turismo y producción

Esta región produce cítricos, café, frutos, el sembrado de la hoja de coca y como otro potencial del lugar se viene impulsando el turismo como la navegación en kayak, el parapente y paseos por atractivos naturales del lugar.

La actividad del kayak, que tiene como objetivo atraer a los turistas nacionales e internacionales que buscan emociones fuertes con la incursión en las aguas turbulentas del río Bopi, afluente resultado de la unión de los ríos La Paz y el Tamanpaya que desemboca en el Amazonas y posteriormente en el Atlántico.

Esta oportunidad se la brinda con botes (kayak) que tienen capacidad para tres personas y también el callapo rústico (bote construido con neumáticos de vehículo y madera del lugar) que tiene la capacidad de transportar a cerca de 15 personas.

El kayak es un tipo bote en el que el practicante va sentado mirando hacia la proa (parte delantera), en el sentido de la marcha, y en las manos lleva como elemento propulsor un remo de dos palas. Su origen se remonta a los esquimales que los usaban para pescar y cazar.

Por otro lado, el parapente (una variante del paracaidismo) se puede utilizar de forma individual para los deportistas que tienen experiencia en este deporte y también existen los biplaza que consta con la capacidad para el piloto y el pasajero que disfruta el descenso, las maniobras y el paisaje montañoso que ofrece el lugar.

Esta es una de las opciones que existen para vivir uno de los sueños del ser humano como es el volar. Es un deporte que permite que una persona planee sin la ayuda de ningún dispositivo de propulsión dependiendo únicamente de la gravedad y la resistencia del aire sobre el parapente.


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