El Mundo
Se habló de luchar contra la corrupción desde el 20 de enero del 2006, día en el cual el Presidente de la Republica posesionó a su primer gabinete y los posteriores, más la posesión de altas autoridades en instituciones frágiles y sintomáticas por sus características, que pueden convertirse en entes susceptibles para hechos de corrupción como: «Aduana, Migración, ENFE, YPFB «, y hoy por hoy nos encontramos con proyectos que se encuentran en entredichos como el PVS (proyecto de viviendas social) que son monitoreadas por el vice ministro de vivienda, y otras que son ojo de la tormenta para un gobierno que cuenta con un viceministerio de transparencia, que lucha permanentemente por la aprobación de la ley anticorrupción «Marcelo Quiroga», es más el Presidente llamó la atención en público a Ministros y otras autoridades por sospechas de que algunos funcionarios son denunciados por hechos de corrupción.
El presidente cuenta con decenas de ministros que pasaron o que están en funciones, de lo que ninguno se libró fue del manto de la sospecha, si no es de corrupción son de actos «impropios» como diría Bill Clinton, pero es importante reconocer que solo cuatro personas hasta hoy están libres de que se les lanzaran las piedras de la sospecha que en mucho de los casos son más perjudiciales que los hechos mismos, y ellos son Evo Morales, Álvaro García, David Choquehuanca y Félix Patzi, de ahí acabamos de contar, a no ser cargos que no están sujetos a la fiscalización de los medios de comunicación y la ciudadanía, lo lamentable de estas sindicaciones que los sospechosos o acusados no se detienen a dejar bien sentado su nombre para evitar que el manto de la duda cierna sobre el amigo o correligionario que lo designó en el cargo, como el del ex Ministro de Asuntos Agropecuarios a quien se le demostró mediante proceso y auditorias una relación con los tractores y las semillas de donación.
El Presidente no puede dejar el tema de la corrupción en manos de una funcionaria ( Nardi Suxo) sin el apoyo logístico y estructural para que la sospecha se materialice en una sentencia que deje sentado que este gobierno no se casa con la corrupción o si lo hizo sin saberlo debe divorciarse, existen funcionarios que no pueden esconder pequeñas fortunas y con mayor razón si se trata de las grandes, los medios de comunicación hacen sonar una sospecha desde hace tiempo que la casona de un gerente de Banco es hoy propiedad de un alto funcionario del estado, la corrupción a este gobierno le hace mas daño que el supuesto «golpe cívico prefectural» o la expulsión del embajador de los EE.UU., esto carcome el núcleo central del proceso de cambio que conduce un Presidente que hasta hoy ni sus más declarados enemigos sientan dudas sobre sus actos.
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Lo lamentable de la conducta de los hombres del presidente es que estos una vez denunciados desaparecen, se los premia, se los castiga con exilios dorados, no siempre de conocimiento del Presidente, no se puede continuar con las sospechas que serán el: «El talón de Aquiles» que sepultarán el proyecto indígena populista que lideriza el Presidente Morales.