«Toma de oficinas mató la autonomía»

Juan Carlos Urenda | Proyectista de la autonomía departamental

Aseguró que antes de la ocupación de las instituciones, el proceso era impecable. Anunció que hará campaña por el No al proyecto de CPE. En su criterio, el régimen autonómico propuesto en el proyecto constitucional se compara con una casa vacía. No es lo que pidió Santa Cruz

El Deber. Leopoldo Vegas | [email protected]



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Decisión. Juan Carlos Urenda dijo que no volverá a trabajar en la Prefectura, aunque seguirá ayudando a Costas

– Su salida de la Prefectura tuvo diferentes interpretaciones. Para el prefecto Rubén Costas, Ud. está de vacación y para el Gobierno se debe a diferencias con los sectores radicales. ¿Cuál es la verdad?

– Lo cierto es que el mandato que tenía como asesor externo (de la Prefectura) para la conducción del proceso autonómico tenía un límite, que concluía con la inserción de la autonomía en el proyecto de Constitución. Con la modificación del texto en el Congreso, hemos visto que terminó el mandato que establecía la Resolución Prefectural 068/2007.

– ¿Está satisfecho con el capítulo referido a las autonomías que prevé el proyecto de CPE?

– No, por el contrario, considero que los bolivianos hemos creado una figura muy curiosa, porque hemos hecho un Estado autónomo centralista. Creo que este proyecto de CPE será una de las más centralistas del mundo, aunque con una forma de Estado autónomo. El proyecto de CPE dicta 68 competencias, de las cuales el centralismo tiene la potestad de dictar las leyes generales y no creo que en el mundo haya una Constitución que otorgue un catálogo competencial para el Gobierno central más largo que el proyecto boliviano. En mi criterio, este proyecto de CPE no ha respetado el proceso autonómico que culminó en junio con los referéndums por los estatutos en cuatro departamentos y que se ratificó en el revocatorio.

– ¿Está frustrado por la forma como se llegó a la aprobación del texto constitucional?

– Sí. Hemos visto atónitos cómo los congresistas que representan los departamentos donde ganó el No a las autonomías (en el referéndum de julio de 2006) fueron los que decidieron el destino de las regiones donde ganó el Sí, que es un hecho paradójico y recurrente en la historia de este país. En los acuerdos finales del Congreso, los departamentos autonómicos estuvieron ausentes en sus expresiones cívicas y prefecturales, de tal forma que la autonomía fue la gran perdedora de estas jornadas.

– ¿Quién falló en esta etapa?

– Mirando hacia atrás, creo que las regiones debieron intervenir, con mucha más intensidad (durante las negociaciones en el Congreso), pero desconozco si las circunstancias históricas lo permitieron. Es fácil después de ocurrido los acontecimientos (del estado de sitio en Pando y la detención de Leopoldo Fernández) decir lo que se debió hacer. No obstante, creo que los prefectos y cívicos debieron tener más participación para hacer respetar la voluntad soberana expresada en los referéndums por los estatutos autonómicos.

– A su juicio, ¿cuándo se perdió la oportunidad de incorporar la autonomía como la planteaba Santa Cruz?

– Debemos tener presente que mientras esté vigente la actual Constitución, que establece que el pueblo delibera y gobierna a través del referéndum, nosotros podemos establecer un convenio con el Estado boliviano para la aplicación progresiva del Estatuto Autonómico aprobado el 4 de mayo. Lo que no debemos permitir es la vigencia de este proyecto nuevo de Constitución, porque significaría la anulación del 70% de las competencias que establece el Estatuto y que cuenta con la aprobación soberana departamental. La campaña por el No a la CPE tiene que ser fuerte y principista. Hay que actuar en defensa de la votación popular, porque no estábamos jugando cuando hacíamos cabildos y referéndums, que es la institución de mayor expresión democrática.

La aprobación del Estatuto fue impecable porque no fue cuestionada por ningún tribunal, nadie mencionó fraude porque se hizo con una ingeniería constitucional muy exitosa. La derrota circunstancial se ha producido en la iniciativa de la agenda autonómica. La virtud del proceso estatutario era que las minorías, sobre la base del concepto de soberanía departamental, se abrían paso sobre las mayorías, pero hoy estamos en forma pasiva, a la espera de que las mayorías, que votan en occidente, decidan la suerte de nuestras vidas. 

– ¿Se puede hablar de un antes y un después de la toma de instituciones?

– Sin duda que la toma de instituciones perjudicó las autonomías, porque este proceso tenía un andamiaje normativo impecable que nos tenía orgullosos, pero la ocupación de las oficinas públicas fue en desmedro de ese trabajo y fue contraproducente. Si comparamos el régimen de autonomía que existe en el proyecto de CPE  con una casa, es como si estuviera vacía por dentro. No tiene baños, porque no tiene competencias en salud; está sin cocina, porque no establece nada en materia de educación; está sin jardín porque no puede normar nada sobre tierra; no tiene vigilancia en la puerta, porque no permite la creación de Policía departamental. Es decir, esa autonomía que está en el proyecto de Constitución no es por la que votamos el 4 de mayo.

– ¿Cuál fue su posición cuándo ocurrieron las tomas? ¿Tenía conocimiento de eso?

– Nunca formé parte en esa decisión, peor aún cuando anteriormente había recomendado una transferencia de competencias, es decir, que se aplicara el Estatuto Autonómico y que la Asamblea Legislativa Departamental aprobara una ley, sobre las bases de las competencias exclusivas que establecía la norma regional, y que se asumiera el control de las instituciones por la vía pacífica. También entiendo que la Prefectura no condujo la toma de las oficinas públicas.

– En su criterio, ¿por qué las autoridades locales ahora tienen bajo perfil?

– Creo que todavía están en shock, generado por el acuerdo ‘altoperuano’, que lideraron los representantes de los Andes, en presencia de algunos locales, que echaron por tierra este proceso. Rubén Costas ha ratificado su decisión de hacer campaña por el No.

    Perfil     

Estudió en Harvard

Estudió Derecho en la Universidad Gabriel René Moreno de Santa Cruz de la Sierra e hizo un Máster en Derecho en la prestigiosa universidad de Harvard, en Estados Unidos. También completó un Máster en Derecho Internacional en la conceptuada The American University. En 2001 fue miembro del Consejo Ciudadano para la Reforma Constitucional y del Consejo Nacional Preconstituyente y Preautonómico que se conformó en 2005. En el periodo 2004/2006 presidió la Academia Boliviana de Estudios Constitucionales. Fue proyectista de la Ley de Convocatoria al Referéndum Nacional Autonómico Vinculante a la Asamblea Constituyente. En 2005 fue distinguido por el Colegio de Abogados de Santa Cruz como el abogado destacado del año y en 2007 recibió la estatuilla Santa Cruz al Mérito Profesional por la Federación de Profesionales. Es director del escritorio jurídico Urenda Abogados Sociedad Civil.