Expiación

Susana Seleme Antelo

¿Habrá expiación posible frente al actual holocausto de Gaza? ¿ La hubo frente al holocausto del pueblo judío, el siglo pasado? En ese entonces, la expiación parece haber sido la creación del Estado de Israel. Pero fue una expiación a medias, pues al no haber creado un Estado Palestino, las potencias de la época sentaron las bases de un permanente conflicto político, militar, étnico, religioso y, desde hace años, humanitario sin visos de solución.

Radicales fanatismos de fe musulmana y judía; lucha por la sobrevivencia en condiciones estructurales ostentosamente dispares entre un pueblo y otro; brutales pugnas internas de poder en el espectro político palestino -Al Fatah, Hamás y sus promotores- mantienen agónica y en luto esa zona del Oriente Medio. Como antes por Ruanda, Bosnia, Dafur y hoy por Gaza, siento vergüenza del genero humano: sus más primitivas zonas cerebrales no han evolucionado hacia una convivencia más humana y, más bien, han desarrollado una letal antropofagia política y territorial.



Tengo muchos amigas y amigos judíos, otros apenas conocidos, pero igual cercanos por el más razonable de los respetos: respeto a la condición humana. A ello agrego el luto de la memoria por quienes sufrieron en los campos de concentración y murieron en cámaras de gas, bajo el delirio étnico imperial de Hitler. El ghetto de Berlín, los campos de exterminio en Dachau, Buchenwald, Treblinka y Auschwitz, nos golpean la conciencia. Como nos la golpeó la masacre en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila, y hoy el genocidio en Gaza.

La operación militar israelí con aviación e infantería sin distinguir a civiles de los miembros de Hamás, debe hacer sufrir a todos los judíos/as antibelicistas y demócratas del mundo. Así lo creo, porque así sufrimos quienes, sin importar credo religioso u origen étnico, somos antibelicistas, democráticos y militamos en el respeto a los Derechos Humanos. ¿Creerá la actual dirigencia del Estado de Israel que atacando sin tregua a los de Hamás y sus reductos, los exterminará y con ello exterminará el peligro para su país? Convertidos en víctimas y mártires, los fundamentalistas renacerán como aves fénix para seguir luchando en nombre de Alá por el territorio, que es poder, y por el poder político, orígenes de todo el conflicto.

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También tengo amigos, conocidas y cercanas personas palestinas, vecinas al Líbano, la tierra de mi abuelo paterno, Abraham, descendiente del primer Abraham, tronco del cual provenimos tanto judíos como árabes. Los judíos, hijos de Abraham y Sara, y los árabes, hijos de Abraham y de la esclava egipcia Agar. También me asiste la certeza de que una buena parte de palestinos no aprueba el radicalismo de Hamás que intenta ‘borrar a Israel del mapa’ , aun a costa de seguir desangrando al pueblo palestino. En los 18 días de guerra, han muerto en Gaza 910 personas, de las cuales 292 eran niños y 75 mujeres. En el lado israelí las víctimas son 13, de ellas 10 eran soldados, y los tres civiles fallecieron a causa de los cohetes lanzados por Hamás desde Gaza.

La sinrazón de los hombres ha transformado toda la región en escenario de guerra, donde unos oran a Alá, otros esperan al mesias, y no pocos rezan a Jesús por una paz que nunca llega. ¿Por qué no llega? Porque los que apuestan a la guerra, de uno y otro bando, le ganan a la paz, mientras las grandes potencias se lavan las manos con sangre de inocentes. Así, no habrá expiación posible.

EL DEBER 15-01-09