Buscan consolidar un proyecto autoritario.
Los tienen ¿comprados?, indígenas y militares, son el sustento del gobierno. Ayer marcharon juntos en El Alto para celebrar la nueva Constitución *
El Estado plurinacional no comenzó con buen pie y desde el inicio ya se pudo visualizar el concepto que tiene Evo y el MAS de lo que debe ser la estructura estatal y los métodos que aplicará en forma sistemática avasallando y desmontando todo lo que signifique la legalidad.
El MAS aplica de manera compulsiva los sistemas y métodos coercitivos que lo han caracterizado y demuestra cada vez con mayor nitidez que sus convicciones no son precisamente democráticas. La concentración realizada este sábado en El Alto con motivo de la promulgación de la nueva Constitución Política del Estado mostró con claridad meridiana que ni el MAS ni Evo transigirán en su intento de imponer un Estado a todas luces totalitario.
Lo que algunos ingenuos esperaban sea un espacio en el que se intente el reencuentro entre los bolivianos fue en realidad un escenario en el que abundaron las amenazas dirigidas a quienes cometan el imperdonable error de pecar, de obra o pensamiento, contra los dictados del «socialismo indigenista del siglo XXI» que proclama el gobierno.
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Pero no fue solo esto. Como es ya norma y costumbre gubernamental, los funcionarios públicos fueron obligados a asistir a este acto mediante amenazas de descuentos y hasta despidos. Como siempre el presidente Morales fue bastante claro. En lo sucesivo quien no sea militante del MAS o, como él dice, no tenga “conciencia social” no podrá ser parte de la administración pública. De hecho desde este lunes se pretende imponer que los funcionarios exhiban el manejo de una lengua nativa, principalmente, aimara o quechua, aun que Evo no tiene dominio de ninguna de ellas y tampoco del idioma de los «invasores colonialistas», el castellano.
La carrera en la administración pública, desde hace tres años, implica que los funcionarios deben asistir a todas las concentraciones y movilizaciones que convoque el MAS y queda claro que la capacidad profesional tiene poco que ver en esto.
Una característica de los estados totalitarios es el control absoluto de la administración pública y Evo está aplicando rigurosamente la receta. Está previsto que lo haga con mayor énfasis a partir de la fecha ya que considera que un 61 por ciento en el referéndum constitucional (logrado en base a prebendas, voto comunitario, clonación de documentos de identidad y padrón electoral sospechoso) le da carta blanca absolutamente para todo.
El “estado plurinacional “ que tan sonoramente proclama, en realidad significa el encumbramiento de una nueva casta cuyas costumbres y métodos no son muy sanos ni santos y por el contrario se parecen bastante a los usados por los sátrapas persas.
La nueva constitución a la que se pretende dar el carácter de “inclusiva” en realidad impone a dos clases de bolivianos, una a la que demagógicamente se le da la tipificación genérica de “indígena” y la otra, la que es realmente la mayoría, la de los mestizos; los que a partir de ahora serán relegados a la condición de ciudadanos de segunda categoría.
Mientras los llamados “indígenas” tendrán mayor número de derechos políticos y podrán tener una doble representación en la “asamblea legislativa plurinacional”, esa enorme masa producto del mestizaje característico de la bolivianidad, tendrá que resignarse a ser simple espectadora en un proceso político que linda en el totalitarismo y la polarización del país.
*foto ABI