Editoriales y Portadas

El Deber / Carnaval sin excesos

El Nuevo Día / Una epidemia de alto riesgo

La Razón / Ante una nueva riqueza natural



La Estrella del Oriente / Cambas constitucionalizados al vacío

Los Tiempos / ¿El reinicio de la historia?

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El Mundo / De verdad estoy agotado

La Prensa / ¿Para qué la Constitución?

Opinión / La justicia encapuchada parece delictiva

Portadas


El Deber / Carnaval sin excesos

Aunque el estado de cosas que atañen y preocupan al país no está para el jolgorio, en Santa Cruz de la Sierra desde hace algún rato están abiertas de par en par las puertas del Carnaval 2009. Y es que a manera de anticipo, en los días precedentes tuvieron lugar las denominadas ‘precas’ y otras actividades que comprometieron la participación de numerosos grupos carnavaleros de todas las edades y condición social. Empero, no han estado ausentes de la que se considera como la mayor manifestación de la alegría de los cruceños algunos excesos que resultaron de penosa constatación, aunque ya no son una novedad porque, con menor intensidad, se dan nomás el año redondo. Así sucede casi invariablemente ante la incapacidad o impotencia de las instituciones y autoridades llamadas por ley para corregir lo malo y echarle el guante a sus causantes.

Principalmente, los tales excesos tienen que ver con el consumo de bebidas alcohólicas por cientos de jóvenes de ambos sexos, los que hasta toman y bloquean la vía pública donde por horas se entregan a la bebendurria, ofreciendo una imagen deplorable para después dejar el lugar de la farra inundado de basura, de vahos malolientes y de otras porquerías.

En una de sus últimas homilías dominicales, antes de ser sometido a una delicada intervención quirúrgica, el cardenal Julio Terrazas instó a la feligresía a tener una fiesta alegre pero sin excesos. “El Carnaval tendría que ser un espacio de alegría, de convivencia, de personas que están poseídas por Dios. Que se viva una alegría auténtica, que nos refuerce, para seguir siendo el pueblo que peregrina con esperanza”, dijo entonces el pastor en partes salientes de su mensaje.

Pero, sordos como tapias, aquellos que interpretan que el Carnaval les concede licencia para hacer lo que mejor les viene en gana también las emprenden contra la pobre y sufrida ciudad, en cuyos muros ya han aparecido las primeras imbecilidades propias de gente incivilizada, como escribir el nombre de la agrupación carnavalera a la que pertenecen. Con el puño y sello de los ‘chafaldetes’ están dados los primeros brochazos infames que emporcan y ultrajan el rostro de por sí desaliñado de la urbe nuestra.

Si será posible, antes de que la banda empiece nuevamente a sonar, que se le ajusten las clavijas a los malos carnavaleros. Ellos, muy poco favor le hacen a la fiesta grande y a nuestra ciudad que no se merece tan salvajes atentados.

No puede ser que año tras año, si del Carnaval se trata, los excesos de todo tipo se cometan tan irresponsable como impunemente. Que las salvajadas terminen empañando el espíritu de las carnestolendas hasta desvirtuarlo por completo.

Pero, a carnavalear se ha dicho. Lo harán quienes ya saliéndose de la vaina esperan el toque sonoro y alegre de las trompetas y el cosquilleante repiqueteo de los tambores. Que lo hagan los carnavaleros de ley sin excederse en el festejo, -hay que insistir clamorosamente en el pedido-, para que no ocurra algo malo que luego se tenga que lamentar sin remedio.

El Nuevo Día / Una epidemia de alto riesgo

Las epidemias se dan cuando el número de casos de una determinada enfermedad supera las cifras normalmente esperadas para el lugar y la época. Cuando una epidemia sobrepasa las fronteras internacionales y se expande a nivel planetario o, a gran parte del mundo, se habla de pandemias. Para que ocurran estos fenómenos tienen que coincidir muchas circunstancias que alteren el delicado equilibrio entre el medio ambiente y las personas. En el caso de la epidemia de dengue que azota gran parte del país y a Santa Cruz en particular, el riesgo se ha incrementado con la aparición y detección de la cepa 3 del virus del dengue.

Esta cepa del virus no existía antes en Bolivia. Su reciente presencia detectada en dos enfermos en el norte cruceño ha tenido que alarmar, y con justa razón, a las autoridades sanitarias tanto departamentales como nacionales porque la probabilidad de un mayor número de casos de dengue hemorrágico fatales se incrementa hasta niveles insospechados. Se sabe, además, que la epidemia del dengue se ha dado en el país por las bajas condiciones sanitarias que imperan en Bolivia a causa de la pobreza. Han sido justamente estas limitaciones básicas para que la población haya sido una víctima fácil para la expansión de la enfermedad. La pobreza impide también, una rápida toma de conciencia de su gravedad.

Esto significa que los esfuerzos de las autoridades pertinentes, denodados y bienintencionados, pueden caer en saco roto si de pronto se comienza a bajar la guardia frente al dengue. Por ello, resulta conveniente advertir a la población que las fumigaciones realizadas son y serán siempre insuficientes, además de altamente costosas en dinero y en efectos medioambientales. Sin embargo, sería deseable que llegaran a lugares de elevada proliferación de mosquitos. Por otra parte, aparece como un imperativo ineludible encarar la erradicación de los criaderos a través de una estrategia de largo aliento.

En los últimos días se ha visto una encomiable participación institucional y de los medios para difundir información que haga tomar conciencia a la población acerca de los graves riesgos de una expansión y gravedad de la epidemia del dengue. Siendo plausible su apoyo a la lucha contra la enfermedad, los efectos serían más positivos si las autoridades sanitarias tanto municipales como de la Prefectura encararan de manera conjunta una más amplia tarea de erradicación de criaderos en áreas verdes y lotes baldíos abandonados. Conviene prestar mayor atención a los basureros improvisados por los vecinos durante esta campaña.

El mayor riesgo que enfrenta Santa Cruz es la expansión del dengue hemorrágico entre la población expuesta por la aparición de la cepa 3 del virus, la que se suma a las cepas 1 y 2 ya existentes, y cuya combinación resulta peligrosa. Lo menos que se puede hacer en estas circunstancias difíciles es bajar la guardia. Así sea con medidas disuasorias, o con el empleo de las fuerzas del orden, las autoridades deben estimular a la población a sumarse a la lucha contra el mosquito vector del dengue con mayor decisión y conciencia. A esta dura labor pueden seguir aportando los medios y las instituciones regionales más conscientes.

La probabilidad de un mayor número de casos de dengue hemorrágico fatales se incrementa hasta niveles insospechados.

La Razón / Ante una nueva riqueza natural

El país se coloca así a las puertas de un enorme porvenir, que puede ser luminoso si se constituye en proveedor de baterías de litio o llega a producir vehículos, según la proyección del Presidente, que tiene en sus manos la posibilidad de sentar las bases del futuro de los bolivianos.

Es probable que mucha gente adopte la actitud del incrédulo, o por lo menos del escéptico, ante otra riqueza natural que hasta hace poco permaneció dormida. Pero no es exagerado pensar en que el litio abre la tercera gran oportunidad de la historia para soñar con el desarrollo, aunque, nuevamente, esto dependa de una administración sabia y eficaz. Las dos primeras fueron el estaño y el gas natural.

En el primer caso hay muchas digresiones posibles. En el segundo, abundan los tropiezos pero, si se enderezan algunas políticas y se las sitúa en el carril más apropiado, todavía está en condiciones de ser muy productivo porque el gas abunda en buena parte del subsuelo nacional, según las conclusiones a las que llegaron las empresas petroleras que operan en el país.

El salar de Uyuni concentra la mayor cantidad de litio en el mundo, con 5,4 millones de toneladas que pueden ser extraídas, de acuerdo con un estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos. Chile está en segundo lugar, con tres millones.

Esa información fue publicada por el periódico estadounidense The New York Times, a principios de mes. En la misma edición se puede leer que geólogos independientes estiman mucho más grandes las reservas de litio en Bolivia, pensando también en Coipasa y otros salares menores.

Oji Baba, ejecutivo de la Unidad de Metales Base, de la empresa japonesa Mitsubishi, declaró que “hay lagos de sal en Chile y Argentina y un prometedor depósito de litio en el Tíbet, pero la joya está en Bolivia”. Y agregó: “Si queremos liderar la próxima generación de automóviles y de las baterías que los moverán (de litio), entonces tenemos que estar aquí (en Bolivia)”.

La importancia del litio radica en la necesidad de industrializarlo para que aporte a la fabricación de automóviles eléctricos cuyas baterías funcionarán, casi con seguridad, a base del elemento que abunda en este país. Otro de los párrafos del reportaje de The New York Times acota que “si bien las estimaciones varían ampliamente, algunos geólogos opinan que la fabricación de coches eléctricos en las próximas décadas podría basarse casi exclusivamente en las reservas de litio de Bolivia”.

Poco a poco, este tema va cobrando mayor relevancia, para confirmar que este metal escaso en la corteza terrestre jugará un rol básico en el futuro de la industria automovilística mundial. Y Bolivia, como se ve, puede ser clave para ese proceso, en el que aparecen involucradas empresas y marcas gigantescas.

Dos firmas japonesas (Mitsubishi y Sumitomo), una de Corea del Sur (LG Chem) y otra francesa (Bellore), han tomado contacto con el Gobierno nacional. El presidente Evo Morales parece haber asumido que es importante actuar con prontitud y esta semana visitó en Francia la planta industrial Bellore, que utiliza ya baterías de litio para la producción de automotores.

El uso de este tipo de baterías en los vehículos desplazaría a los hidrocarburos fósiles, otorgando la ventaja de no contaminar la atmósfera con gases tóxicos como sucede en la actualidad.

El país se coloca así a las puertas de un enorme porvenir, que puede ser luminoso si se constituye en proveedor de baterías de litio o llega a producir vehículos, según la proyección anunciada por el Presidente que, más que nunca, tiene en sus manos la posibilidad de sentar las bases del futuro de los bolivianos.

La Estrella del Oriente / Cambas constitucionalizados al vacío

Nos estamos acostumbrando a escuchar que ante cualquier circunstancia que se presenta en el país, ante las reiteradas violaciones de derecho que vivimos, se obstruyen o se bloquean las soluciones aduciendo a que existen vacíos legales, lagunas legales, que poco a poco hemos visto transformarse en lagos legales y mares legales, provocados por la actual constitución que deja muchas cosas al libre dibujo de la reglamentación, que por lo tanto nos colocan en situación jurídica indefinida.

Ese es el país que hemos heredado después de promulgada la Constitución del Estado comunitario plurinacional. Tuvimos una nueva prueba de ello cuando los pandinos detenidos en horas de la madrugada por un Comando de Policía de élite y sin órdenes judiciales, comparecieron ante los jueces encargados de cautelarlos y fueron sometidos a una interminable y extenuante sesión, en la que los jueces se vieron en graves dificultades, pues a pesar de admitir que hubo violaciones de derechos, plantearon no tener competencia para liberar a los presos que habían interpuesto un recurso que en la nueva constitución no es ya la figura del Habeas Corpus, sino que es designado como el recurso de libertad.

De cualquier manera, palabras más o menos, ante la constitución aceitada para resbalar todo vuelve al indefinido terreno del vacío jurídico, y esto produce sin duda toda la ambientación para que procree el abuso de poder. Y eso es sin duda lo que ocurrirá en la medida que todo se dirige a llevarnos al agujero negro, a la cámara aséptica del vació legal.

La constitución es la llave para abrir paso al vacío y para ayudar al Gobierno actual a avanzar a ciegas en el vacío, y esto es lo que están haciendo quienes puntean el proceso, entre los que están sin duda Walker San Miguel, ministro de Defensa, quien expresó que seguirían las detenciones y Juan Ramón Quintana, quien fue más explícito y nos ofreció la primicia de que hacen falta unas doscientas detenciones más, que tendrían que ocurrir en el actual proceso de represión que piensa vaciar al país de opositores.

El caos nace por supuesto del vacío y las mayores injusticias son también hijas de la oscuridad, de los agujeros que permiten que en medio del caos reinante el Almirante Cavas, comandante en Jefe de las FFAA, plantee que sus tropas están comprometidas con el proceso de cambio y que podrían ofrendar hasta sus vidas por el país. Sabemos que este discursito no surge del azar del destino, sino que el Almirante sin barco, está dando por acaso una advertencia, que se puede tomar como la amenaza del soldadito pagado con cheques venezolanos y dispuesto a que sus subordinados metan plomo en su nombre, mientras él goza de una buena y bien redituada carrera militar.

También en estos entretelones se vio en la puerta del Palacio, mientras todos los del Gobierno bailaban y se echaban espuma y agua, a una chicas vestidas de cambitas, que estaban ahí para inaugurar el carnaval y bailaron saya, morenada, cueca y todos los ritmos del país, menos un taquirari, que no tocaron los músicos de Evo ni por si acaso.

En el proceso que está concebido sin cambas no hay lugar para taquiraris, para respetar los derechos y el estado de derecho de los que son del oriente del país, y en esta escala de marginamientos las leyes están vacías y perforadas cuando se trata de aplicarlas para darles algún respiro o algún mínimo derecho a los que ahora son no sólo marginados sino también y sobre todos los nuevos perseguidos constitucionalizados al vacío.

Los Tiempos / ¿El reinicio de la historia?

Además de sus efectos económicos, la crisis de Wall Street hace tambalear los fundamentos ideológicos de toda una época

Cinco meses después de haberse desencadenado la peor crisis del capitalismo, cuya gravedad es incluso superior a la de 1929, y transcurrido ya el primer mes del gobierno de Obama, todo parece indicar que Estados Unidos se encamina hacia la nacionalización de buena parte de su sistema bancario.

Hasta ahora, se han ensayado muchas fórmulas con la esperanza de conjurar ese fantasma. Obama no quiere ni oír hablar de esa posibilidad. Pero ante el fracaso de las medidas hasta ahora adoptadas, ninguna de las cuales ha logrado detener la caída en picada de los mercados, ya no se puede descartar ni las peores hipótesis.

El temor de que nada de lo hasta ahora ensayado dé resultado se ha reflejado durante la última semana en una caída de las cotizaciones de las empresas en las bolsas de valores hasta niveles sin precedentes en la historia de Wall Street. El paquete de estímulo fiscal, nada menos que de 787 mil millones de dólares, ha resultado insuficiente para sacar de su estado comatoso a la economía estadunidense y los montos que harían falta para lograrlo son de magnitudes que ya no caben dentro los límites de la racionalidad capitalista.

Las consecuencias de tal estado de cosas desafían también toda capacidad de previsión. A diferencia de la crisis de 1929, la globalización de la economía da dimensión planetaria a cuanto ocurre en Wall Street y el riesgo de que se produzca un efecto dominó ya no es sólo una posibilidad, sino una realidad que amenaza con destruir las bases económicas del mundo entero.

El desempleo, la destrucción de los fondos de jubilación de tres generaciones de personas ahora amenazadas por una vejez de desamparo, la pérdida de esperanzas de los jóvenes en el futuro son, entre otros muchos, algunos efectos sociales que ya empiezan a manifestarse.

Pero tan importante como todo lo anterior es el efecto ideológico que la debacle del capitalismo ocasionará en la mente de cientos de millones de personas, cuyas certezas de desmoronan al mismo ritmo que la base económica que hasta ahora les dio credibilidad. Es que si EEUU y Europa comienzan a recorrer el camino de las nacionalizaciones, caerán también los fundamentos ideológicos que hace algunos años llevaron a concluir que la historia había llegado a su fin.

Si eso ocurre, habrá quedado abierta la posibilidad de que una nueva historia comience a ser escrita. Aunque no resolverán nada, resucitarían ideas que hasta hace poco se consideraban desechadas “en el basurero de la historia”. Y los líderes de las diversas corrientes anticapitalistas, aún a pesar de que los efectos de la crisis también hagan estragos en sus propias economías, tendrán abundantes motivos para regocijarse y proyectarse como los portaestandartes del futuro que se abre como una enorme página en blanco.

El Mundo / De verdad estoy agotado

Saben que la tarea de cuestionar, de criticar y denunciar los hechos anómalos, la mentira institucionalizada, los hechos de corrupción de este u otro gobierno finalmente agota, de verdad en mi columna quisiera escribir de cualquier cosa, de historia, de la vida cotidiana, de la gente como uno, de las costumbres de antaño y los desafíos del presente, de los hombres o mejor dicho de los quijotes que construyen sembrando y tendiendo la mano a todos los bolivianos y los que vienen buscando quemar naves para dejar sus anclas, sus semilla y hacer patria, de la misma forma que millones de bolivianos son parte activa de otros lares del mundo.

No sé que pensarán Carlos Valverde, Centa Rec, Jorge Tejerina, Alejandra Barbery, y otros que todos los días se enfrentan a la maquina a escribir o hablar sobre la dramática insurgencia de los excluidos que tomaron el maravilloso instrumento del poder por la voluntad de los bolivianos y con ello hacer realidad sus frustraciones y desesperanzas, confundieron el estado con la lámpara de Aladino y creen que con ello pueden conseguir lo que su falta de fe en el trabajo y la formación les negó, de verdad esta tarea es ingrata uno debe enfrentar los dardos venenosos que recibe, es una tarea ingrata donde uno no solo pone en riesgo el derecho de la libre expresión , sino que ofrece su libertad y la de los suyos que viven con el Dios en la boca solo porque uno pone en evidencia que la democracia se tambalea en la delgada línea de lo inmoral que hoy es una institución que suplanta a las auténticas.

No solo los periodistas nos ponemos en riesgo, sino que nos ofrecemos como tiro al blanco donde los miembros del gobierno y sus barras bravas pueden insultar, calumniar, difamar y confundir con una larga y grosera lista de estupideces, desde que somos parte activa de la oposición que es tan inmoral como los oficialistas, nos señalan como mercenarios de la pluma (seria del dedo ya que uno escribe con ellos), que responde a planes orquestado por algún servicio de inteligencia de alguna potencia (esos tienen mejores cosas que hacer, que andar tras de corruptos de poca monta), claro que en este oficio existe de todo como en todo, los que adulan y alaban al gobierno -a los cuales por el contrario no los cuestionamos- es su opción más fácil para ser lo que quieren hacer, la tarea nuestra y de los que nombro está mas allá de buscar espacios fuera de lo que hacemos, somos una especie que nos negamos a abandonar el oficio que amamos y que solo buscamos que cuando nos marchemos nos encuentre frente a la máquina.

Pero me imagino que Carlos quisiera hacer programas de hechos recientes, de rescatar de la memoria hechos que marcaron alegría y penas, de futbol o de la risa que es el mejor remedio para la vida, los demás también quisieran lo suyo, es una tortura referirse a los escándalos que son tantos que uno es rápidamente sepultado con el que viene, cada frase de los dos dignatarios de estado que se transforman en terremotos que terminan finalmente como anécdota que en algunos siglos sacará sonrisas de incredulidad a los que estudien lo que hoy es presente para nosotros, de verdad que uno se cansa, de verdad que uno quisiera agarra una mochila y escapar de esta tenebrosa y larga pesadilla, recién acaba de terminar el colegio cuando me hicieron el ofrecimiento de hacer un periódico estudiantil de protesta y desde allí se marcó mi vida, nadie de los míos se hubiera atrevido a pensar que terminarías siendo un “periodista” lo de las comillas es que muchos hasta hoy más de un cuarto de siglo en este oficio me aceptan como tal, muchos creen que soy un francotirador esperando cada mañana que buenos ciudadanos saquen su cabeza y yo dispare. Hoy aprovecharé estos días y me pondré una casaca de mi comparsa los “mira comparsa” (único socio) y festejaré mi carnaval sanamente, con alegría y al son de la matraca de mateo, que suene la banda que estoy cansado y quiero saltar.

La Prensa / ¿Para qué la Constitución?

¿Por qué hacer las cosas al más puro estilo dictatorial que todos los demócratas condenamos, incluyendo fiscales y gobernantes de ahora? ¿Por qué imitar a los repudiados dictadores?

¿Para qué se aprobó la Constitución Política del Estado (CPE) si el Gobierno iba ser el primero en violarla? ¿Por qué el oficialismo luchó con uñas y dientes para aprobarla si apenas logrado su objetivo en el referéndum del 25 de enero las principales autoridades la violarían consecutivamente?

Los decretos emitidos por el Poder Ejecutivo son la prueba más contundente de estas transgresiones para las que la propia CPE establece que los funcionarios públicos que la incumplan deben ser destituidos inmediatamente. Pero ¿quién hace cumplir ese precepto?

A los decretos, que hicieron recordar aquellas negras épocas de las dictaduras militares que pasaban por encima de la ley, se sumaron más tarde —en la madrugada del miércoles último— las ilegales detenciones de 14 personas en la población pandina de Porvenir y las mentiras del Fiscal del Distrito de La Paz para justificar esas acciones violatorias de los derechos humanos y de la CPE.

Las 14 personas fueron aprehendidas por uniformados encapuchados que allanaron violentamente sus domicilios, los levantaron de sus camas, los maniataron, los encañonaron con armas y se los llevaron hasta el aeropuerto de Cobija, donde liberaron a siete. Los otros siete, en pantaloncillos, poleras y, algunos, sin calzados, fueron embarcados en una aeronave y traídos ilegalmente a La Paz.

El Fiscal de Distrito de La Paz afirmó que los operativos en Pando se realizaron a partir de las siete de la mañana, cuando imágenes de televisión mostraron que se produjeron en la oscuridad de la madrugada. La Cadena A de televisión afirmó que, a las 05.40 de la madrugada, uniformados de las fuerzas militares emplearon gas lacrimógeno para dispersar a familiares de los detenidos, quienes, en La Paz, denunciaron que los apresaron entre las 03.30 y las 05.00 de la madrugada.

¿Por qué actuar de esa manera abusiva, prepotente e ilegal? ¿No podían haberlo hecho cumpliendo la ley y sin violar la CPE? ¿Qué les impedía hacer las cosas civilizada y legalmente? ¿Por qué hacerlas al más puro estilo dictatorial que todos los demócratas condenamos, incluyendo fiscales y gobernantes de ahora? ¿Por qué imitar a los repudiados dictadores de uniforme, capa y botas?

¿Acaso el Presidente de la República y sus acólitos no pregonaron un cambio democrático? Entonces, ¿por qué empañar ese propósito con actitudes autoritarias y que lastiman a la democracia?

Si la consigna era violar la anterior CPE porque era producto del neoliberalismo, de la oligarquía, de la discriminación y la inequidad, ¿por qué violar la actual que es la CPE del Gobierno, del MAS y de las mayorías nacionales? ¿Acaso no debía haber una instrucción de la máxima autoridad del país para cuidar esta Carta Magna como a la niña de sus ojos?

Este es un camino equivocado. ilegal y abusivo que no debe continuar.

Opinión / La justicia encapuchada parece delictiva

Es, ciertamente, alarmante que la justicia ponga en evidencia sus decisiones mediante encapuchados, es una práctica delictiva. Los jueces y fiscales honestos no tienen nada que ocultar, todas sus decisiones deben ser ejecutadas a la luz del día, de cara al pueblo con la seguridad y firmeza de estar al servicio de la justicia, obviamente, verdadera.

Hay ciertos temas en los que estamos obligados a repetir tanto conceptos como palabras. Lo que sucede en ese campo no cambia, sino cada largos períodos de tiempo. Nos referimos a los grandes principios y al lenguaje de los sistemas jurídicos, es decir, de la justicia. Lo más importante en el Estado es la administración de justicia. Sin ese componente lo que hay ahora no tendría mucha diferencia con la Edad Media. Como se sabe, en las monarquías, los reyes dictaban leyes, administraban e impartían justicia. Ahora aun en los países más atrasados, hay una división del poder con mecanismos de equilibrio y contrapeso.

Podemos aceptar que hayan errores, inclusive excesos en los poderes Ejecutivo y Legislativo, porque generalmente están ocupados por activistas, cuyo mérito es sólo su crueldad y audacia para vencer a sus oponentes. De hecho, Bolivia ha sido y sigue siendo un país en el que presidentes, ministros, senadores y diputados han actuado, casi siempre, en la proyección de sus propios intereses y creencias. Lo que no podemos aceptar tan fácilmente es que la justicia sea impartida en la proyección de las tendencias sectarias dominantes, por lo menos tiene que haber una cierta formalidad para lo que hacen jueces, fiscales y otros burócratas del ramo.

Sabemos que la formación del Poder Judicial con gente profesionalmente bien formada y éticamente intachable, es una quimera. Lamentablemente, el atraso es un fenómeno global que abarca todos los aspectos del sistema imperante; sin embargo, aun en los momentos más difíciles, los tribunales de justicia por lo menos han simulado una cierta grandeza, cuando descienden a los niveles más bajos del manejo del poder, muy poco o casi nada queda para seguir creyendo en el Estado y en dimensión más amplia, incluso en la sociedad. Y no es que seamos tan pesimistas como para generalizar errores y desaciertos y desechar lo honorable y eficiente que hay en cada estructura estatal.

No es la primera vez que encapuchados detienen a personas por encargo de la Fiscalía o de algún juez. La capucha es símbolo de los que quieren hacer las cosas sin que nadie los vea, es una forma de actuar a ocultas, generalmente, lo usan los asaltantes de bancos, de viviendas o los asesinos. La gente se interroga con angustia y, al mismo tiempo con miedo, las razones por las que, supuestos representantes de la ley, utilizan estas máscaras para invadir recintos privados y apresar personas. Las disposiciones de las autoridades, si son limpias, honestas, conforme a las leyes establecidas, deben ser abiertas sin ningún disfraz ni cobertura. Estamos seguros que, a pesar de todo, el pueblo aplaude y respeta a funcionarios públicos que defienden la verdad y obran en la proyección maravillosa del perfeccionamiento.

Las reflexiones que hacemos en este trabajo, de ningún modo están a favor de nadie y menos pretenden encubrir a personas que hubieran cometido algún delito. Nuestra línea, permanentemente inclaudicable, consiste en exigir que, de una vez, se juzgue a todos los que hubieran cometido algún delito. Una forma y quizá la más importante de combatir la corrupción, es marcar de una vez con la mayor claridad la línea que separa a personas honorables de individuos delictivos. Mantener un sistema donde nada se aclara, parece el propósito de extender una densa cortina de humo en la que los verdaderos delincuentes, pasan desapercibidos o confundidos con la parte limpia y honorable de la sociedad.

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