Clamidia, sífilis, tricomonas, la gonorrea y chancro son las infecciones más frecuentes.
Ingesta de alcohol. Por la euforia de la fiesta, la mayoría, en especial los jóvenes, consume alcohol en cantidades excesivas.
Pérdida de conciencia. La concentración de alcohol en el cerebro impide el control de los actos y sus consecuencias.
Las ITS recurrentes. Clamidia, sífilis, tricomonas, la gonorrea y chancro son las infecciones más frecuentes.
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Formas de prevención. La fidelidad y el condón son los métodos recomendados, aunque se podría optar por la abstinencia.
La idea arraigada de que el Carnaval está estrechamente asociado al consumo de bebidas, a veces en exceso, provoca un incremento significativo de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en esta época del año, además de nuevos casos del Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH) y embarazos no deseados.
“Evidentemente en el Carnaval hay un incremento de las ITS, esto va asociado al consumo del alcohol. Si bien en nuestro país hay una tradición carnavalera hermosa y enraizada, que fue rescatada por los jóvenes —que son quienes más participan de la fiesta— la parte negativa es que todo va asociado al consumo excesivo del alcohol”, dijo a La Razón, Carola Valencia, coordinadora nacional del Programa Nacional de ITS, VIH-Sida, del Ministerio de Salud.
Según el sexólogo José Luis Harb, el consumo de bebidas alcohólicas confunde las emociones del consumidor y no le permite actuar voluntariamente.
“La ingesta de alcohol, en primera fase, produce un cierto grado de euforia que es mal interpretado, como si el alcohol fuese un estimulante, lo que no es cierto. Por el contrario, el alcohol es un represor del sistema nervioso”, aseveró Harb.
El especialista añadió que la etapa de embriaguez, cuando no se tiene control de uno mismo ni de los reflejos y mucho menos del tiempo, “afecta al centro de la voluntad, que muchas veces genera una incompetencia como para poder afrontar de forma responsable las actividades del ser humano, en este caso sus actividades de orden sexual”.
Valencia afirmó que este fenómeno es muy intenso y se presenta con más fuerza en las ciudades que son escenarios de las diversas entradas folklóricas.
“Estamos hablando de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y sobre todo en la ciudad de Oruro, donde existe una gran concentración de personas que llegan a esa región, desde el interior del país, para disfrutar de las fiestas y el feriado”, añadió.
Las ITS más frecuentes y conocidas son la clamidia, la sífilis, tricomonas, gonorrea y chancro, que en la mujer se caracterizan por el flujo vaginal, pero en el varón podrían ser asintomáticas.
“Cuando se identifican los males se debe iniciar un tratamiento en pareja, y se dieron casos en que una persona tenía que hacer su tratamiento en forma coordinada con dos o tres parejas”, dijo Valencia, para ejemplificar la promiscuidad.
Aclaró que el único registro que se tiene de las ITS es el relacionado con el oficio de las trabajadoras sexuales que deben someterse a un estudio ginecológico semanal, lo que no pasa con otras personas que acuden a centros de salud privados o que desconocen que tienen un infección.
Según Valencia, la alegría e interrelación que se producen en los lugares donde se desarrolla la fiesta derivan, en algunos casos, en relaciones amorosas y posteriormente en encuentros sexuales. En esos momentos, y por los efectos del alcohol, la gente no siempre actúa de forma responsable y olvida usar un condón.
“De alguna manera, la desbordante alegría y la interrelación se hacen más afectivas y ello puede derivar en una relación. Obviamente la gente olvida del cuidado que debe tener para prevenir las ITS, el VIH y los embarazos no deseados. Nos referimos, en concreto, al uso del condón”, dijo.
Asimismo, explicó que existen tres mecanismos de prevención que se pueden emplear.
Una es “la abstinencia, pero eso es algo que dejo a criterio de los jóvenes porque sabemos que es muy difícil para ellos considerando que sus hormonas están a flor de piel. La otra forma de prevención es la fidelidad mutua, lo que implica un gran compromiso y toma de conciencia”.
Finalmente, explicó, está el uso del preservativo, que “es un método con alta efectividad, un sistema de barrera, el único que evita la transmisión de las infecciones, el embarazo y el VIH. Su importancia es tal que incluso se usa en la planificación familiar”.
En ese marco, el Ministerio de Salud programó la distribución de 770 mil condones en Carnaval.
Reparten 770 mil preservativos
El programa de control de ITS, VIH-Sida, perteneciente al Ministerio de Salud, distribuye durante los 4 días del Carnaval, más de 770 mil preservativos en todo el país. Aunque la mayoría será repartida en las ciudades del eje troncal y en Oruro.
“Para el Carnaval, el programa ITS, VIH-Sida, tiene un plan de acciones y prevención que se ha centralizado en las nueve regionales, focalizado en el eje troncal, es decir, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz y en este caso en Oruro. Se entregarán más de 770 mil preservativos a nivel nacional”, afirmó a este medio Carola Valencia, coordinadora nacional del programa.
Valencia aseguró que más de 900 voluntarios, 100 por cada región, colaborarán con la distribución de los condones e incluso entregarán trípticos con información dirigida a los jóvenes.
Los voluntarios son parte de la sociedad civil, de las Fuerzas Armadas y universitarios entre otros, aseguró Valencia.
La campaña de prevención contra las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y los embarazos no deseados es un proyecto que se está realizando con recursos de la cooperación internacional, del Tesoro General de la Nación y de la sociedad civil, aclaró. LA RAZÓN