Metástasis

image-thumb.pngPor: José Antonio Aruquipa Z. *Lo escribió Lenin: “Los hombres no se han vuelto santos por el hecho de que haya comenzado la revolución”. Por toda la purulencia que sale de YPFB, podríamos decir que Santos Ramírez no había sido ningún santo y que las publicitadas “nacionalización” y “revolución democrática” se redujeron a la “petrocorrupción autocrática”. La reacción presidencial para amputar la mano izquierda manchada de sangre e infestada de coima puede resultar tardía ante el avance del cáncer de la corrupción que, salvo excepciones, parece haber infectado a más de un militante de la “revolución moral” del Gobierno.Una revisión objetiva de los hechos demuestra que la actuación de Santos Ramírez no es inusitada, improvisada ni aislada. La posesión del ex hombre fuerte del MAS como presidente de YPFB señaló el rompimiento de los principios de ética que había ofrecido el presidente Morales en campaña. “Ningún parlamentario puede ser ministro”, era la promesa, pero el ex Presidente del Senado dejó su curul, al mejor estilo de la coalición gonista-mirista, para tomar las riendas de la estatal petrolera.Antes de que Ramírez se ponga el casquito de la “nacionalización”, el presidente Morales promulgó un decreto que facultó a YPFB a suscribir contratos sin licitación. Luego se emitieron normas que hicieron posible el manejo discrecional de al menos 14.000 millones de bolivianos a través de fidecomisos. Era de esperar que las irregularidades en YPFB sean investigadas por la Contraloría; pero como el Gobierno del “cambio” cambió al Contralor para imponer en su lugar a un diputado del MAS, los corruptos de YPFB se sintieron como bebedores en cantina de ciego.Los voceros del MAS se rasgan las vestiduras y descargan su indignación sobre Ramírez. Pero no dijeron nada cuando el cáncer de la corrupción comenzó a manifestar sus primeros síntomas. El Gobierno del MAS respaldó al Ministro de Defensa ante las denuncias de una presunta apropiación indebida del 30% de los sueldos de los “cascos azules” bolivianos; ¿Cuál será su actitud si aparecen más detalles de la adquisición de aeronaves con supuesto sobreprecio?Hace dos años, cuando se denunció el tráfico de avales, el Gobierno amenazó con sanciones a quienes fueron víctimas de esa extorsión, en la que también estaba involucrado Santos Ramírez. Los parlamentarios que firmaron esos avales recibieron una “suspensión” temporal, pero luego retornaron a sus privilegios. Ramírez también salió airoso del caso de tráfico ilícito de visas para chinos y de la adjudicación irregular de un contrato en el municipio de Tinquipaya. Similar impunidad acogió al dependiente de Ramírez sorprendido en el aeropuerto con un maletín de droga y un aval firmado por su jefe.Otros masistas acusados de corrupción recibieron incluso la gratificación presidencial. Jorge Alvarado, ex presidente de YPFB, acusado de suscribir un contrato fuera de la Ley de Hidrocarburos, fue beneficiado con un cargo diplomático en Venezuela; Alicia Muñoz, ex ministra de Gobierno, que supuestamente contrató a sus familiares como consultores, también accedió al exilio dorado, y Félix Patzi, ex ministro de Educación, involucrado en la compra irregular de computadoras, es secretario general de la Prefectura. La misma lógica de premiación se aplicó en el caso de los 33 camiones de contrabando y otros ilícitos que no incluimos porque el espacio es insuficiente.Un hecho de sangre permitió descubrir la corrupción en YPFB; habrá que aguardar con pañuelos en las narices lo que se destape cuando concluyan los interinatos en otras instituciones que manejan recursos del Estado.* Periodista, ex constituyente de Podemos[email protected]La Prensa