“Narco” chileno “lavó” dinero en Cochabamba


Fernando García Quinteros, lavó medio millón de dólares provenientes del narcotráfico a través de negocios de bienes raíces y automóviles.

El traficante, su esposa y su cómplice fueron sentenciados a 6 años.

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Un cargamento de droga incautado por la Felcn.

Los Tiempos

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Un “narco” chileno conocido como, Fernando García Quinteros, lavó medio millón de dólares provenientes del narcotráfico en la ciudad a través de negocios de bienes raíces y automóviles, según documentos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico y la Fiscalía Antinarcóticos.

El “narco” legitimaba sus ganancias a través de su familia y un supuesto constructor, Cándido Pinaya. Cuando los agentes antinarcóticos lo capturaron en Oruro en 2003, en posesión de 14.660 gramos de cocaína se abrió una investigación sobre su fortuna.

Los agentes antidroga y la Fiscalía descubrieron que el traficante tenía 13 propiedades, muchas de ellas a nombre de sus hijas menores de edad y tres automóviles de lujo. Sólo en la adquisición el “narco” invirtió 485 mil dólares y otros 55 mil dólares en la compra de vehículos.

El dinero del narcotráfico era internado al país desde Chile a través del supuesto empresario de la construcción. Sin embargo, en los antecedentes de Fernando García, se descubrió que era un reincidente, pues, tenía condenas por narcotráfico en Chile y Bolivia.

Los integrantes de la organización: Fernando García Quinteros y su esposa, Betty Rogelio Blacutt Quinteros, además, de un cómplice identificado como, Cándido Felipe Pinaya Chávez, operaban en la ciudad desde 2003, realizando el proceso de lavado de dinero, que quedó registrado como el caso G-320/04, en los expedientes de la Felcn.

El traficante, su esposa y su cómplice fueron condenados con la pena máxima por legitimación de ganancias ilícitas por el Tribunal de Sentencia No. 3 de la Corte de Justicia. Los tres deben cumplir una condena de seis años por el delito de legitimación de ganancias, previsto en el artículo 185 del Código Penal. La sentencia es considerada inédita, porque muy pocas veces se puede probar el lavado de dinero de actividades ilícitas.

En el juicio fueron testigos dos efectivos de la Policía de Investigaciones de Chile, quienes testificaron sobre las actividades de narcotráfico en Chile, y dos efectivos de la Felcn de Bolivia, que realizaron la investigación y además descubrieron cómo el traficante encubría su actividad ilícita colocando como titulares del patrimonio a su esposa y sus hijas.