Represión gubernamental: Alerta en Pando ante posibles detenciones

Emergencia. Efectivos de la Policía y de las Fuerzas Armadas realizan patrullajes hasta de madrugada. Según la Policía, se trata de controles de rutina. Hay nerviosismo entre la población de Porvenir y Cobija

El título de refugiados no llega y bolivianos piden alimentos

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Conflicto. De los siete detenidos en Pando el jueves, cuatro fueron liberados y tres aprehendidos preventivamente en el penal de San Pedro, en la ciudad de La Paz

El Deber

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Gustavo Ondarza

Las fiestas de Carnaval no han reducido el estado de emergencia en el que se encuentran los ciudadanos pandinos, debido a la posibilidad de nuevas detenciones como las que sucedieron la madrugada del jueves. La situación se debe al hecho de que fuerzas del orden, policías y militares continúan realizando patrullajes hasta altas horas de la noche.

El comandante departamental de la Policía, Cnl. José Ayala, señaló que se trata de controles de rutina. “Aunque resulta llamativo que lo hagan hasta en horas de la madrugada”, señaló el senador de Podemos, Paulo Bravo.

En el aeropuerto de la ciudad también hubo movimiento nocturno. Testigos dijeron que aterrizó un avión de la Fuerza Aérea, el mismo que llevó a los detenidos el jueves.

Al respecto, el comandante de la guarnición militar, capitán de navío, Dickson Valdivia del Castillo, dijo que en su repartición no hay instructiva para desplazar al personal y no lo han hecho. Sobre el patrullaje que se realiza en la ciudad, señaló que es labor de la Policía, aunque no negó que brigadas militares de turno se movilicen en caso de emergencia o ante el llamado de apoyo de los policías.

En Pando está acantonado el Comando Conjunto Amazónico, que lo conforman efectivos de las tres fuerzas armadas y de la Policía, para realizar tareas propias encomendadas por ley y también para fortalecer la seguridad ciudadana.

El parlamentario Ronald Camargo cuestionó que los uniformados realicen acciones de amedrentamiento que causan zozobra en la ciudadanía, pero reconoció que la presencia de éstos ha reducido los índices delincuenciales.

En la Prefectura señalaron que no intervienen en las labores del indicado Comando, aunque no supieron responder por qué se utiliza el parque automotor de la institución para estas tareas.

Por su parte, familiares de las víctimas del 11 de septiembre, cuando en Porvenir murieron más de una decena de personas en el enfrentamiento entre cívicos pandinos y campesinos afines al Gobierno, reclamaron celeridad en el proceso judicial para dar con los autores materiales del hecho.

Norah Montero, viuda de Bernardino Racua, una de las víctimas de ese hecho, exigió a las autoridades competentes agilizar las aprehensiones contra los que asesinaron a su esposo y a los otros campesinos. “Aquí parece que los diablos son angelitos. Un grupo de personas, a las que se tiene plenamente identificadas, mataron a los nuestros y ahora deben someterse a la justicia. No puede ser que se los muestre como víctimas”, protestó.

En ese sentido, a nombre de los familiares de los muertos del lado de los campesinos en esa ocasión, dijo que apoyan las acciones de las fuerzas del orden cuando detienen a los sospechosos de ese hecho.

“Ahora los están soltando cuando deben estar detenidos, vamos a exigir a las autoridades que no los dejen escapar”, agregó, a propósito de las liberaciones que se determinaron para una parte de los siete detenidos del jueves.

La gente de Porvenir está con miedo

En Porvenir, ubicado a 32 km de Cobija hacia Riberalta, la población no sale del trauma debido a las detenciones del jueves.

La mayoría se consideran potenciales sospechosos de haber participado en los hechos luctuosos del 11 de septiembre y temen ser detenidos. Ante esa posibilidad, varias familias han optado por dormir en otros lugares o irse a ciudades fronterizas de Brasil.

Ante la emergencia, los vecinos han optado por organizarse para conformar brigadas de vigilancia que permitan alertar de un posible despliegue de uniformados en ese afán.

En esta localidad hay desplazados unos 200 militares de la Naval y del Ejército, que causan preocupación en la comunidad, debido a que se trata de una presencia ‘intimidatoria’, dicen, aunque las autoridades competentes señalan que se trata de un desplazamiento ‘normal’ en una zona fronteriza.

La situación también ha repercutido en las entidades públicas, como la subprefectura y la Alcaldía, cuyos funcionarios se turnan para ‘cuidar’ sus oficinas, pese a que la fiesta de Carnaval los ha obligado a descansar.

Por su lado, los familiares de las personas que fueron liberadas bajo medidas sustitutivas, piden que trasladen el caso a Cobija, porque tienen que presentarse dos veces a la semana ante el Ministerio Público de La Paz.

   Apuntes  

– Las actividades carnavaleras se han visto limitadas ante la emergencia de posibles nuevas detenciones. La Asociación de Comparsas decidió no realizar su programa en el tradicional corso en solidaridad con el prefecto procesado Leopoldo Fernández.

– La circulación de motorizados se ha reducido debido a los controles que realiza la Policía en horas de la noche. Los locales de diversión, como discotecas y karaokes, han hecho conocer su preocupación porque sus ingresos se redujeron.

– Parte de la comunidad cree que la presencia numerosa de uniformados brinda seguridad y garantías para circular, por lo que respalda las medidas que implementan las fuerzas del orden.

– Los desplazados en Brasilea y Epitaciolandia han indicado que se encuentran en una situación complicada porque ahora deben buscar cómo subsistir.

El título de refugiados no llega y bolivianos piden alimentos

Alerta. En Brasil hacen campaña para que los socorran con comida. El cónsul de Bolivia en Brasilea asegura haber visto a varios bolivianos comiendo en restaurantes. Hay tensión

image Garantías. Durante los tres meses que duró el estado de sitio, los compatriotas recibieron techo, comida y seguridad

El Deber

Roberto Navia

Por lo menos 200 bolivianos están sobreviviendo como pueden en las poblaciones de Brasilea y Epitaciolandia, que quedan próximas a Cobija, en territorio brasileño. Así lo denunciaron Róger Zabala, presidente de los compatriotas que piden refugio, y la dirigente cívica Ana Melena. El arresto por parte del Gobierno a siete personas la semana pasada, ha provocado que esta cifra suba a 260 debido a que el operativo volvió a desatar el temor, según varios testimonios.

Se trata de las personas que salieron del país en busca de refugio después del 11 de septiembre, cuando grupos afines al Gobierno y a la lucha autonómica se enfrentaron en la población de Porvenir, en Pando. Zabala dijo que hicieron un censo y que son más de 200 bolivianos que se están buscando la vida como pueden, porque el gobierno de Acre les tendió la mano sólo hasta diciembre, cuando el Estado de sitio fue suspendido. Ahora, el futuro de todos ellos depende de que se les apruebe la solicitud para ser considerados refugiados políticos.

Los bolivianos en esa situación dicen que no se quejan del Gobierno brasileño, que  les ha proporcionado comida, techo y seguridad hasta donde ha podido. Sin embargo, ahora le corresponde al Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas (Acnur) analizar el pedido de refugio.

EL DEBER consultó a alto comisionado de los DDHH de la ONU, en La Paz, sobre la situación de los bolivianos en Brasil y una funcionaria quedó en analizar el tema antes de dar una respuesta. Lo que se sabe extraoficialmente es que al no haber la medida de excepción, la ayuda humanitaria se levantó para que siga su curso la solicitud de refugiados que está en manos del Acnur. 

Ana Melena, que se cuenta entre las 200 personas que solicitaron asilo, dijo que mientras dure el trámite, la solidaridad brasileña continúa, pero esta vez de manos de los propios ciudadanos de Brasilea y Epitaciolandia, quienes cobijan a los compatriotas en sus casas y les dan un plato de comida. “Pido a los bolivianos que también se solidarice enviando alimentos, porque hay mucha gente pasando hambre”, señaló.  La semana pasada una comisión de ciudadanos de Cobija llegó a Santa Cruz para recolectar alimentos y denunciar la situación por la que están atravesando las personas que aún creen que su vida corre peligro en Bolivia.

El cónsul de Bolivia en Brasilea, José Luis Méndez, no cree que estén pasando hambre porque dice que ha visto a varios compatriotas comer en los restaurantes que hay frente a su oficina. “En los pueblos hay solidaridad, nadie pasa hambre, puede haber deficiencias pero eso se da en todos lados”, sostuvo. No desconoce que puedan quedar muchos bolivianos en Brasil, pero cree que éstos no llegan a 200 y cree que el problema puede ser la falta de capacidad para tramitar el título de refugiados.

Gladys Fariña, una funcionaria de la Prefectura de Pando, dijo que la mayoría de los que se fueron tras el decreto de Estado de sitio que dictó Evo Morales el 12 de septiembre de 2008, ha retornado a Cobija y desconoce sobre la situación de los que se quedaron en Brasil.

   Lo ocurrido   

– El 11 de septiembre. se produjo el enfrentamiento entre campesinos afines al Gobierno y autonomistas. Fue en Porvenir, a 30 km de Cobija, capital de Pando. Los informes divulgados dan cuenta de al menos 18 muertos y más de 40 heridos.

– El 12 de septiembre,  el Gobierno de Evo Morales declaró Estado de sitio en Pando. Los militares tomaron en forma violenta el aeropuerto. En el tiroteo murió un pastor evangélico. Fueron confinadas 36 personas a La Paz. El Gobierno del Estado de Acre (Brasil) les brindó alimentación, cobijo y seguridad a los que consiguieron cruzar la frontera.

– La vivienda de la dirigenta cívica Ana Melena fue violentada por explosivos. Eso agilizó que cientos de bolivianos (en total 900) se refugien en Brasilea y Epitaciolandia porque consideraron que sus vidas corrían peligro en Bolivia.

– El 23 de noviembre se levantó el Estado de sitio. Pando, de a poco, retomó el ritmo de sus actividades. Sin embargo, los refugiados continuaron con temor de retornar y recién en diciembre se vio a varios volver. Se animaron a cruzar la frontera. Aún quedan como 200 personas en Brasil, según voceros del grupo.

– El 24 de noviembre, a las 5:30, llegaron 16 de las 39 personas que fueron confinadas a la ciudad de La Paz después de la violencia en Pando. Del avión de la FAB fueron directo a un bus que los fue dejando en diferentes zonas de la ciudad.

Desde Bolivia se puede hacer poco

Guilermo Vilela / Observatorio de DDHH

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) tiene la obligación de garantizar las con- diciones de sobrevivencia que tengan las personas refugiadas. Los  que crean que en su país corren peligro, deben iniciar un proceso para ser considerados como tales, a fin de recibir el beneficio que corresponde y contar con las condiciones de subsistencia. Tengo entendido que muchos lo hicieron. Cuando la declaratoria de refugiado les llegue, el Gobierno brasileño, como signatario del acuerdo interna- cional, tiene que cubrir esas necesidades de alimentos, proveerles un lugar donde vivir y pro- curarles un ingreso mensual.  En caso de que esa ayuda del Gobierno brasileño no la estén recibiendo, lo que tienen que hacer es elevar su queja al alto comisionado de la Acnur. Desde Bolivia, las autoridades políticas y otras organizaciones pueden hacer poco, porque los compatriotas se encuentran bajo el amparo de convenios internacionales. Un refu- giado político no puede volver a su país porque su vida corre peligro. Si se trata de que necesita alimentos, alguien tiene que hacer una campaña para recolectar y enviarles. En términos generales, no creo que el Estado esté persiguiendo a los ciudadanos, lo que puede ha- ber son manifestaciones de incertidumbre jurídica, que ocasiona temor en las personas contrarias al régimen.