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Termómetro político 16/9/2009
I. La semana pasada
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¿En qué momento se jodió Ramírez? Perdón el francés. Ya se sabe que la frase original es de Vargas Llosa. Ramírez se hundió de verdad, cuando la prensa tomó el caso. La propaganda gubernamental –siempre solemne– quiere convencer al mundo de que Ramírez se hunde porque el MAS lucha contra la corrupción. Sin exageraciones: Ramírez se hunde por dos razones: porque alguien del más alto nivel en el MAS lo somete a purga para quitárselo de encima y porque luego, la prensa agarra el hilo de un caso de corrupción… muy grave.
Y por eso la semana pasada repite nombre: Santos Ramírez. Repasamos. Sectores del gobierno impulsaron una purga interna, cuya misión era descabezar a Ramírez para sacarlo de la lucha por poder que vive el MAS de cara a diciembre del 2009. Los impulsores de esta purga contra Ramírez, no inventaron cosas contra él, simplemente abrieron la caja y la prensa hizo el resto.
Ahora bien, la tal caja resultó tipo la de Pandora. La corrupción es de tal vuelo, que hay mucho más de lo que los purgantes pensaron en un inicio y por eso, las cosas “se salieron de madre”: como dicen los mexicanos. En otras palabras, la jugarreta interna para hundir al compañero Santos, se volvió un peligro enorme para la imagen de todo el gobierno y del MAS.
Ante este peligro, los estrategas del gobierno, se resignaron a perder el tema de la nueva constitución: ¿quién se acuerda de ese lejano referendo en el cual el MAS “refundó” Bolivia? Y entonces, enterrando el tema “nueva constitución”, los estrategas masistas dieron un rápido viraje y pusieron la propaganda en la lucha contra la corrupción. La consigna del gobierno se vuelve, encabezar el ataque público contra Ramírez. Si no puedes contra el escándalo, únete a él.
Ah, pero eso necesitaba espectáculo para ser creíble. Y ese es el momento cuando se decide meter preso al gran Santos: meterlo por unos días por lo menos.
De momento, el gobierno la está sacando bien. Con este escándalo no gana, pero se salva, ya que hay la imagen de Evo luchando contra los corruptos de su entorno. Sin embargo, la verdad es que este escándalo ha sembrado dificultades para el futuro del MAS. Existe la certeza de que en el MAS, como en cualquier partido del pasado, hay mucha corrupción. Y si bien la gente no dejará de votar por el MAS debido a temas de corrupción, hay un grave riesgo en lo siguiente: en la mezcla “crisis más corrupción”. La gente aguanta un par de años con una mala economía, pero no aguanta que sus políticos roben en plena crisis.
Elecciones en el Comité Cívico
Luis Núñez es el nuevo presidente. Tiene un enorme desafío por delante: la lucha por la autonomía, donde ya demostró serenidad y firmeza. Veremos.
Prisas por poder. La semana pasada mostró también un gobierno apresurado por tomar ventajas de poder en nombre de su nueva constitución: el MAS quiere tomar la Suprema , quiere voto en el exterior para asegurar la reelección y quiere una autonomía hecha a medida para sostener el centralismo. Todo por decreto. Hay prisa.
II. La semana que comienza
Esta semana nos mostrará 4 cosas:
1. El escándalo Santos Ramírez continuará y el Gobierno seguirá defendiéndose, es decir, continuará arrastrando el cadáver de Ramírez.
2. Los duros del Gobierno, tras ver a Santos entre rejas, creerán que tienen autoridad moral para meter preso a cualquiera. Lo intentarán y por eso, esta será semana de represión.
3. La ministra del tema corrupción está en alza. Buscará más palestra. La ministra intentará ser candidata a algo en diciembre. Incluso, en un momento (con algo de platita, de técnica y su pizca de conspiración), puede ser sucesora de Evo Morales. Ahora bien, su éxito en gran parte, dependerá de cómo hunda a varios pesos pesados del MAS, porque hundir a los enemigos políticos so pretexto de luchar contra la corrupción, no suma puntos. La ministra tiene una oportunidad.
4. El Gobierno seguirá aplicando con decretos su nueva constitución para asegurar el camino hacia la reelección. Autonomía por decreto, voto en el exterior y otras maravillas.
La temperatura política
En una escala del 1 al 10, donde 1 significa mucha estabilidad política y 10 una alta inestabilidad, ¿cómo calificaria la situación actual en Bolivia?
Las cosas están en un 7, la lucha interna del MAS está sacando chispas.
Termómetro político 9/9/2009
I. La semana pasada
Santos Ramírez. La semana anterior vino marcada por el escándalo Santos Ramírez. Y la verdad, su destitución no funcionó para librar al gobierno de este escándalo.
Santos Ramírez era un hombre muy poderoso dentro del régimen. Recordemos que al comenzar la actual gestión gubernamental, a Santos Ramírez se le ofreció trasladarse a la propia residencia presidencial. Como en Versalles, donde la corte cohabitaba físicamente. Recordemos también que el MAS designó al Senador Ramírez como el tercer hombre del país, al nombrarle presidente del Senado. Y no nos olvidemos que la medida más popular del gobierno sigue siendo la nacionalización, razón por la cual, el MAS le entrega YPFB a un hombre clave: Santos Ramírez. El señor Ramírez gestó desde el parlamento y desde hace muchos años, el perfil nacionalista del MAS. El MAS comenzó como un partido para defender a los cocaleros y terminó siendo el “instrumento histórico” del nuevo nacionalismo boliviano: todo, gracias a tipos como Santos Ramírez (y a tipos como Filemón Escobar), que hicieron magia para que las cosas funcionen. Y tampoco olvidemos lo frívolo: la boda del año en Bolivia no fue la de modelo alguna, sino que fue la del señor Ramírez que contrajo nupcias con una vistosa diputada masista; boda que salió como una cumbre de los políticos más poderosos del régimen. Y finalmente, recordemos que Santos Ramírez fue un hombre extraordinariamente importante en la conducción de la campaña del SI, para La Paz, Oruro y Potosí. Sitios que le dieron la victoria a la nueva constitución.
En suma, estamos ante una figura política de alto vuelo, y estamos ante una carrera rápida y brillante, que iba a coronarse -probablemente- con la candidatura a la vicepresidencia en diciembre de 2009.
Por eso, entendamos el significado político que tiene la caída de Santos Ramírez. Esa caída espectacular, no sólo es una sanción pública contra alguien que se ve implicado en un escándalo tan grave. La caída de Santos Ramírez, va mucho más allá de los recaudos que toma el régimen para cuidar su imagen. Y por su puesto, también va más allá de la cuestión moral. No se trata de un inesperado arrebato de moral, que afecta desde la semana pasada al gobierno y le tiene en una lucha sin cuartel por la ética universal. La caída de Santos Ramírez, en realidad, es la primera purga política dentro del régimen.
En efecto, la caída de Santos Ramírez es la caída de un poderoso grupo de poder dentro del gobierno, que deja libre una serie de cargos y privilegios, para que otro grupo venga a ocuparlos. La caída de Santos Ramírez, en el fondo, es una pelea por cargos y privilegios dentro del MAS y dentro del régimen.
Por su puesto, es una purga que cuenta con la aprobación del más alto nivel y que además, no ha terminado. Faltan cabezas por cortar. Alístense los ramiristas. Y alístese el propio Santos, porque sus enemigos saben que a un tipo de ese peso, hay que hundirlo del todo, para no correr riesgos. Y he allí la emoción para los teleespectadores: el poder de Santos Ramírez no está acabado en su totalidad. Y es verdad que después de esto, no será candidato a vicepresidente, pero también es cierto que Ramírez es un viejo lobo con la información y el poder suficiente para morir matando.
Otros temas. El gobierno con su silencio, descarta el pacto con los autonomistas y al contrario, hace preparativos para poner en vigencia su constitución.
II. La Semana que viene
Continuará la purga dentro del MAS: más cabezas y más hundimiento de Santos Ramírez. Probablemente, Ramírez se defenderá, ya que sus verdugos no van a parar. Para ellos, sería un riesgo dejarlo herido.
Por otro lado, no ha funcionado del todo la destitución de Santos a los fines de lavar la imagen del régimen, y por eso, el esta semana, el gobierno buscará algún enemigo o algún lío espectacular.
La temperatura política
En una escala del 1 al 10, donde 1 significa mucha estabilidad política y 10 una alta inestabilidad, ¿cómo calificaria la situación actual en Bolivia?
La situación está para un 7. Las purgas calientan el ambiente.
Termómetro político 2/9/2009
I. La semana pasada
Fue semana de reacciones frente a los resultados electorales del referendo por la constitución. Al mismo tiempo, fue una semana signada con el asesinato de un empresario petrolero, asesinato, que muchos actores y principalmente la prensa, relacionan con un posible caso de corrupción en Yacimientos. Y finalmente fue semana para que el MAS, volviera a la carga contra la Iglesia.
1.1. Las reacciones frente a los resultados del referendo
Festejos en ambos lados. Festejo lógico del Gobierno porque bien o mal, su constitución -que es la base de la reelección y así, la base del proyecto de poder del MAS- ha sido aprobada.Y festejos lógicos en la medialuna porque sencillamente esa constitución perdió en los departamentos autonomistas. Ello significa que los autonomistas -contra todo pronóstico- no estaban muertos, ni andaban de parranda.
También, entre las reacciones, ha sorprendido la rapidez de ambas partes por tomar la iniciativa.
Lanzan primero los autonomistas. En efecto, los autonomistas, otra vez movidos por una propuesta de Marinkovic, proponen con audacia, un pacto al gobierno. El Gobierno no se lo esperaba. Tras la campaña, que fue con persecuciones y todo, el gobierno esperaba que la reacción del autonomismo hubiera sido “desconocer la nueva constitución”.
Pero el Gobierno, tampoco pierde los estribos y responde correctamente manteniendo su estrategia: amenaza con cárcel a los que proponen al pacto de los autonomistas.
El Gobierno con esta amenaza no se está portando de modo irracional. Al contrario. El Gobierno sabe que su electorado (¡el 60%!), ve con agrado esas amenazas contra los autonomistas. De tal modo, que el Gobierno responder a la audacia de los autonomistas, con la línea que hasta hoy le ha llevado al éxito: la línea dura.
Por otro lado, esa reacción dura del Gobierno, confirma una estrategia que será más o menos constante de aquí en adelante: la estrategia del palo. Funcionó en septiembre y octubre del año pasado (cuando los autonomistas estaban muy fortalecidos con sus referendos por estatutos autonómicos), y no hay razón alguna para pensar que ahora no funcionará.
Algunos dirán que esa estrategia no permitirá al MAS, ganar votos en la medialuna. Ejemplo, Pando. Y es verdad, la estrategia del palo no le permite al MAS ganar votos en la media luna, pero le garantiza dos cosas: Una, que los autonomistas, a pesar de su fortaleza electoral en territorios propios, no representan riesgo político para el Gobierno. Y dos, le garantiza una enorme (y más que suficiente) votación en el mundo andino y sus áreas de influencia. Resultado de todo ello, el MAS tiene el poder asegurado.
O sea, que los autonomistas se vayan acostumbrando. Son las nuevas normas.
1.2. El asesinato del petrolero
Ese asesinato presenta dos desafíos para la justicia. Uno, investigar el asesinato en sí mismo. Los culpables de una muerte. Y dos, investigar los posibles nexos de corrupción política tras ese asesinato.
1.3. El ataque a la iglesia
Nadie sabe a ciencia cierta por qué el MAS vuelve a la carga contra la Iglesia. ¿Quizá el MAS sabe que una candidatura presidencial del Cardenal, pudiese resultar muy peligrosa?
II. La semana que viene
La semana que viene, el MAS comenzará a perfilar la agenda de los siguientes meses: la reelección. Y para eso, habrá rediseño de normas y condiciones electorales. Nuevas autoridades electorales, nuevas circunscripciones para favorecer al MAS y voto de bolivianos en el exterior, entre otras maravillas.
También, la siguiente semana, seguirá poniendo en la mesa el escándalo del petrolero. Y veremos al Gobierno defenderse con todo.
La temperatura política
En una escala del 1 al 10, donde 1 significa mucha estabilidad política y 10 una alta inestabilidad, ¿como calificaria la situación actual en Bolivia?
La situación está para un 6, tras la votación, la calma.