Epizana: Tribunal exime a jefes de una de dos faltas

Juicio. La defensa logró la prescripción de la falta “omisión de auxilio”, por lo que el proceso continuará sólo por “inasistencia a fuente de trabajo”

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Los Tiempos



Por: Katiuska Vásquez

El Tribunal Disciplinario toma declaraciones a uno de los testigos, ayer. | Noé Portugal

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El Tribunal Disciplinario Departamental de la Policía libró ayer, en el juicio oral, a los tres jefes de una sanción por “omisión de auxilio” en los linchamientos del 26 de febrero de 2008 en Epizana, una falta considerada grave, por lo que el proceso continuará sólo por “inasistencia a fuente de trabajo”.

El Tribunal aceptó como procedente la demanda de prescripción contemplada en el artículo 6º inciso a) numerales 20 y 37 del Reglamento de Disciplina, debido a que los efectivos fueron notificados después de seis meses de los hechos.

Como efecto de la resolución, el ex comandante de la Policía José Copa y el ex subcomandante, Ismael Medina, ya no serán procesados por no haber “prestado cooperación ni socorrer a los miembros de la Policía”, faltas que son sancionadas con uno a tres días de arresto.

En la misma situación quedó el supervisor de turno de la Policía, Ricardo Pacheco, que era procesado por “el incumplimiento a órdenes superiores o mala ejecución de éstas, provocando perjuicio al servicio y a la institución”. En cambio, la solicitud de prescripción, que planteó el cabo Martín Mamani al inicio del juicio oral, hace una semana, fue desestimada por el mismo Tribunal.

Aunque se podía argumentar que el juicio se enmarca dentro de un proceso administrativo, que tiene como prescripción los dos años, el Tribunal dio luz verde a la excepción planteada el viernes por la defensa de los procesados.

Tampoco hubo alusión a las razones por las que el Tribunal Disciplinario, antes dirigido por Orlando Herbas, incumplió los plazos de notificación. Según algunos investigadores, el atraso en las comunicaciones amerita una revisión del proceso y es posible convocar a Herbas, ahora director de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove) pese a ser un oficial rezagado de su promoción.

Una sanción

Los tres jefes policiales serán procesados únicamente por una falta grave: Copa y Medina por “no haber acudido con prontitud al lugar de sus funciones en caso de inminente peligro”. En caso de ser hallados responsables pueden perder dos años de antigüedad y con ello quedar inhabilitados para ascenso o cargos altos. En cambio, Pacheco, continúa en el proceso por “incumplimiento temerario o doloso de sus deberes”.

Frente a esta falta grave, el ex comandante sostiene que no se enteró de la emergencia la madrugada del 26 de febrero, porque nadie le informó de lo que pasaba en Epizana. Copa cambió la versión dentro del juicio informando que supo del hecho a las 7:30 del 26 de febrero y no a las 2:30, como había señalado en sus informes escritos.

Ayer, el ayudante del Comando, Alfredo Saravia, propuesto como su principal testigo de descargo corroboró que Copa se enteró de la toma de un retén policial y la detención de tres policías recién el 26 de febrero por la mañana.

Cabo: “No queremos morir”

“’Ayúdennos por favor no queremos morir nosotros más’, le dijimos a un señor. Éste nos dijo: ‘vayan a llamar a un fiscal, tienen hasta las 8:00’”. Así narró el cabo Javier Alegre de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), uno de los momentos de zozobra que vivió el grupo de 15 policías que fue a rescatar a las víctimas, al recordar cómo la multitud que se aprestaba a linchar a tres de sus camaradas bloqueó sus vehículos, para impedirles la salida pero que gracias al pedido de un fiscal lograron salir de la zona.

Contó en quechua y en castellano que, ni bien llegaron al cruce de Epizana a eso de las 5:00 del 26 de febrero de 2008, alcanzaron a ver a los tres policías en el interior de una casa y con una soga alrededor de sus cuellos. Dijo que al ver eso, el supervisor de turno ordenó que el chofer acelere y se bajó para decir a la gente: “¡Por favor, qué pasa!”. Pero, las personas reaccionaron agresivas: “¡Qué cosa, maleante!”. La gente pedía un fiscal y ya no un coronel.

En toda la versión, Alegre resaltó la hostilidad de la gente y el temor que empezó a cundir en los efectivos de la UTOP, al punto de que al ver que corrían peligro, muchos, como él, estaban por llorar.

Periodista: “Ya los han linchado”

El periodista Limbert Sánchez, de la Red Bolivisión, que el 26 de febrero de 2008 vio cómo la turba linchaba a los policías al realizar su trabajo periodístico revivió entre lágrimas ayer los instantes más horrendos. “Pude observar a los comunarios, que con sogas en el cuello, los arrastraban hacía la carretera. Mientras unos los arrastraban, otros los pateaban”

Sin embargo, en medio de las grabaciones, los campesinos arrebataron la cámara al fotógrafo y golpearon a los dos profesionales del medio de comunicación. “Estábamos ensangrentados, fui a buscar el vehículo”. Siguió: “aceleré el auto con fuerza para salir y me arrojaron con piedras. Pasé por el retén, pero no había nadie. Nos rodearon los comunarios y tuve que decirles que habíamos tenido un accidente, de ese modo salí de esa turba. A una hora de la salida, 10:30, me encontré con el contingente encabezado por Medina”. Al verse con el grupo que iba a reforzar a los policías de la UTOP, les dijo: “Ya los han linchado”.

Copa, más administrativo que operativo

El ex comandante de la Policía de Cochabamba, José Copa Mormery, se abocó en su gestión al trabajo administrativo y delegó lo operativo al subcomandante. Eso, fue lo que aseveraron ayer el ayudante del Comando, Alfredo Saravia, y el estafeta Juan Vitoria, al asegurar que, por instrucciones del jefe de la Policía, debían informar de las novedades operativas a Medina.

El mismo Copa contó la semana pasada en este juicio que la noche del 25 de febrero se retiró del Comando a las 21:30, porque, “como todo ser humano”, debía descansar. Agregó que nadie le comunicó de la emergencia hasta el día siguiente y reconoció que por ello ahora carga con “la cruz de Epizana”.

Saravia, que trabajó con seis comandantes departamentales, contó que a los pocos días de que Copa asumió el mando se reunió para conocer cómo iba a manejar su despacho. Entonces le ordenó que directamente toda novedad de carácter operativo, supervisión o control dé parte al subcomandante.