Evo espera que Obama ayude a «desatanizar» la hoja de coca

El presidente de Bolivia solicitó hoy en Viena a la ONU -con una hoja de coca en la mano que después masticó- retirar la planta de la lista de estupefacientes prohibidos por los convenios internacionales.

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Evo Morales solicitó hoy en Viena a la ONU despenalizar la hoja de coca. Foto AP



Viena | EFE

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El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó hoy en Viena su esperanza en que su colega estadounidense, Barack Obama, cambie la política mantenida hasta ahora por Washington hacia la hoja de coca y ayude a «desatanizarla».

«Tengo todavía esperanza de que el presidente Obama pueda cambiar estas políticas de penalización, de satanización, a la hoja de coca», dijo Morales en rueda de prensa en Viena, poco después de pedir a la ONU que se retire la misma de la «Lista 1» de sustancias nocivas sometidas al control de estupefacientes.

Ante la discriminación sufrida en el pasado por los indígenas en Bolivia y los negros en Estados Unidos, el presidente boliviano opinó que tiene «muchas similitudes» con Obama.

En el pasado, el movimiento indígena ha sido «excluido, marginado, humillado. Hemos sido los vilipendiados de la Historia, no solamente de Bolivia», sino en toda América, indicó Morales.

Señaló que «los afroamericanos son otro sector» también discriminado.

«Tenemos la misma historia y ¿por qué no coincidir?», se preguntó, tras recordar que hasta su subida al poder «nunca en Bolivia se había pensado en que un indio pueda ser presidente.

Tampoco (en el pasado) han pensado en que un negro pueda ser presidente de Estados Unidos».

Afirmó que la reciente evolución sí permitió en ambos casos lo que no se había creído posible: las «transformaciones políticas» y los movimientos paralelos que implican una cercanía.

Según Morales, «es como coincidir en programas, proyectos, también políticos».

Por eso, Morales tiene esperanza en que Washington modifique su postura tradicional contraria a retirar la hoja de coca de la lista incluida en la Convención de la ONU de 1961, donde se establece que el masticado de esa planta debía quedar prohibida en el plazo de 25 años.

«Como Gobierno, como presidente, como dirigente del movimiento campesino productor de la hoja de coca de la zona del trópico, tengo muchos deseos de que puedan cambiar las políticas con el nuevo presidente de Estados Unidos», insistió.

«Queremos, con el nuevo presidente Obama, no solamente mejorar las relaciones, sino también coincidir en programas y proyectos políticos sobre la hoja de coca», añadió.

Morales resaltó que es insostenible la aspiración de erradicar una costumbre y tradición de más de 5.000 años, pero sí abogó por luchar contra la cocaína y el desvío a ese fin ilegal de la planta andina.

Subrayó que, «si se habla de «Cero-Hoja de Coca», se habla de «Cero-Movimiento Indígena»» e insistió: «sabemos que una parte (de las hojas de coca) se desvía a un fin ilegal. No somos de la cultura de la droga».

Morales hizo estas declaraciones tras participar hoy en la inauguración de la Comisión de Estupefacientes de la ONU, donde cosechó aplausos a su discurso a favor de la liberalización de la hoja de coca y a su gesto simbólico de masticar esa planta delante del plenario.

Evo Morales solicita despenalizar la coca y mastica un hoja ante la ONU

Viena | EFE

El presidente de Bolivia, Evo Morales, solicitó hoy en Viena a la ONU -con una hoja de coca en la mano que después masticó- retirar la planta de la lista de estupefacientes prohibidos por los convenios internacionales.

«Esto es una hoja de coca, no es cocaína, es parte de una cultura. No es posible que esté en la lista de estupefacientes de Naciones Unidas», declaró Morales con la planta en la mano, arrancando los aplausos de varias delegaciones.

«La masticación es esto. No hace daño a nadie. No porque «acullico» (extraer, en la boca, el jugo de la hoja de coca) soy narcodependiente. De ser así, el señor Costa (el responsable antidrogas de la ONU, presente en el podio) me debería llevar a la cárcel», agregó Morales, cuyo acto volvió a levantar aplausos.

«Yo soy productor de esta hoja de coca. No por productor soy narcotraficante», añadió Morales, pidiendo a la legislación internacional que se adecúe a una nueva realidad.

«Esta hoja de coca es medicina para los pueblos -remarcó- no es dañina para la salud en su estado natural».

«Vengo con mucho respeto a pedir corregir un error histórico», aseguró Morales, al criticar que la hoja de coca fuera incluida en la Convención de Estupefacientes de la ONU de 1961.

Morales relató su propia experiencia personal como usuario de la hoja de coca para hacer llegar a los presentes que la planta no supone daños ni crea adicciones.

«Consumí intensamente durante diez años la hoja de coca cuando trabajaba en la agricultura y no me siento desnutrido, y llevo 50 años de vida», declaró.

También aseveró que el masticado de la coca se retrotrae en el tiempo hasta el año 3.000 antes de Cristo, y aseguró que no era posible eliminar una práctica tan antigua.

El presidente trató así de refutar los argumentos médicos que se recogían en un estudio de 1950, que desaconsejaba el consumo.

La prohibición, argumentó, «constituye un atentado contra los derechos de los pueblos indígenas», aseguró que la planta no tiene efectos negativos y manifestó que «como presidente, no puedo pedirles algo que haga daño a la humanidad».

El mandatario político y líder cocalero reafirmó que luchará «de manera frontal contra la cocaína, el narcotráfico y las drogas».

Por eso, aseveró, «no habrá libre cultivo de coca, pero tampoco cero cultivo de coca, como plantean algunos organismos».

«De manera responsable hay una racionalización, una reducción del cultivo de coca», comentó los esfuerzos para controlar las plantaciones en su país.

Una ley nacional permite en que Bolivia dedique un total de 12.000 hectáreas de arbusto de coca para fines tradicionales, como el masticado.

Bolivia es el tercer productor mundial de coca, después de Colombia y Perú con 27.000 hectáreas de cultivos.