Oposición facilitadora

image Por: Erick Torrico Villanueva *

Aparte de su fragmentación, falta de propuesta definida, ausencia de liderazgo y pugnas internas, los sectores de la oposición política en el país tienen dos problemas centrales: no conforman una opción que lleve al balance a las fuerzas del Gobierno y han cometido errores tan graves que su accionar resulta al final favorable para sus adversarios. Así, los resabios de oposición que perviven han perdido gran parte de su inicial capacidad de incidencia.

Fuente: La Prensa



Luego del ascenso de los movimientos cívicos y de las prefecturas de los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando en su cuestionamiento y contestación del poder central, el quiebre inaugural llegó tras la exitosa realización del ilegal referendo pro estatuto autonómico en el primero de ellos. Fue entonces, en mayo de 2008, cuando la agrupación ciudadana Poder Democrático y Social, con representación parlamentaria, viabilizó la aprobación congresal de la ley de convocatoria a revocatoria de mandato que el presidente Evo Morales había propuesto infructuosamente seis meses antes en un intento de superar una de las crisis a que se vio enfrentado.

La inmediata promulgación de esa norma modificó de manera sustancial un escenario en que Morales y su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), iban rumbo a la derrota. La brecha intestina entre oposición cívica y parlamentaria se agrandó, además de que las votaciones del 10 de agosto supusieron un muy importante respaldo para el oficialismo (pasó de un 53,7% de apoyo en las elecciones nacionales de diciembre de 2005 a otro de 67,41%, sin contar que se deshizo de los prefectos de La Paz y Cochabamba, que le eran contrarios. Los referendos pro estatutos autonómicos efectuados en el interín en Beni, Pando y Tarija, más allá de su ilegalidad, quedaron reducidos a la intrascendencia como tema y resultado político.

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El triunfalismo de mayo, gracias a que los prefectos contrarios al Gobierno se proclamaron “gobernadores” y anunciaron la implantación de una autonomía departamental de facto, sufrió entonces un fuerte revés y fue rematado el siguiente mes, en septiembre, con las violentas tomas, saqueo y aun destrucción de algunas instituciones estatales en Santa Cruz, hecho seguido de la violencia armada registrada en la localidad pandina de Porvenir. En el primer caso, el prefecto Rubén Costas asumió públicamente la responsabilidad de los hechos vandálicos; y en el segundo, el de Pando, Leopoldo Fernández, se negó a acatar el estado de sitio que aplicó el Gobierno en ese departamento y terminó detenido en la cárcel de La Paz.

Con autoridades puestas en la ilegalidad y con la deslegitimación opositora por los hechos de violencia, el presidente Morales volvió a salir fortalecido, lo que confirmaron de algún modo los resultados del referéndum de aprobación del proyecto de Constitución Política del Estado, celebrado el 25 de enero de 2009, en que la propuesta oficial alcanzó el 61,43% de apoyo ciudadano. A todos esos traspiés que implicaron un notable caída y una visible desorganización de los opositores, está a punto de sumarse la casi auto-marginación de los prefectos de Santa Cruz, Beni y Chuquisaca, y tal vez del de Tarija, del diálogo convocado por el Poder Ejecutivo para poner en marcha el proceso de autonomías establecido en la nueva Carta Magna.

Es probable que esa negativa a participar en las reuniones con el Gobierno desemboque en otro paso facilitador para Morales y el MAS. La oposición parece con más capacidad de autodestrucción que de contrapropuesta.

* Comunicador

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