Portadas y Editoriales

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El Mundo / Escenas repetidas

El Nuevo Día / La misma guerra



El Deber / Pensando en la ciudad. Tres en uno

Los Tiempos / China, la última tabla de salvación

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Opinión / Todo diálogo supone mutuas concesiones

La Razón / La importancia de dialogar

El Diario / 1.- De purgas, infiltrados y corruptos. 2.- El cierre de Prosalud

La Prensa / Efectos de las medidas laborales


Portadas

El Mundo / Escenas repetidas

No es primera vez que me encuentro frente a la pantalla del monitor que está sin escribir una sola línea, está blanca como las hojas de papel cuando uno no sabe decirle adiós al amor perdido, son las 11:30 p.m., me quedan 30 minutos para terminar mi editorial N° 1478 en poco más de cuatro años, miro el televisor Carlos Valverde se está despidiendo de su programa, en el programa de Enrique nos está torturando con la narración de una violación de una muchachita contada por ella misma por “contacto directo”, una exclusiva de esas que nos hacen perder la fe en el ser humano, de reojo veo a Richard Gere bailando rumba con una maestra como Jennifer López, ustedes dirán si se la pasa mirando la tele, como podrá escribir, yo también me lo pregunto, de qué escribir ¿del discurso de Evo?

No, ya me cansó el hombre, debo reconocer que agota a cualquiera diciendo tanta barbaridad como pueda ser posible, ¿de corrupción? no, simplemente porque no es novedad, lo novedoso fuera si existiera alguna institución transparente, ¿hablar del dengue? ya lo hice y de verdad este bichito llegó para quedarse a compartir con la gente cochina, esos que coleccionan basura, me enteré el otro día que una familia tenía en su “depósito” 11 licuadoras de las cuales ninguna servía, tres televisores en blanco y negro y un montón de planchas, los fumigadores les preguntaron por qué guardaban estas reliquias y la señora señaló: “a mí no me las regalaron y pueda que sirvan”, entonces de qué puedo escribir ¿de inseguridad ciudadana? en una ciudad donde los policías se esconden en las puertas de los “moteles” para pedir el famoso “brevete” por no decir plata, cuando la gente tiene que enfrentarse con los ladrones y violadores, total aquí todo se permite.

Cada Editorial me significa placer y también de vez en cuando ganarme un enemigo, hace un par de días defendí el acoso a un ingenio azucarero y no faltó mi amigo Marcos Peredo para decirme con un aire de picardía: “ mierda como lo defendiste a Ramoncito” y les juro que por lo menos hace 7 años que no veo a este personaje, cuando digo la verdad los aludidos como Nayar se dan el lujo de poner mi moral en entredicho, señalando que me pagan por escribir, fuera demasiado que ya pagara por escribir y hasta ahora no me alcanzo a comprar una vaca y menos votos para nada y esto no es una alusión para nada, y alguna vez escribí bien de alguien de un policía Parra que hoy creo que es abogado, después solo hice narraciones de lo que nos rodea, de las cosas que nos gustan y las que nos disgustan, que nos ponen alegres y tristes, y la mayor cantidad de veces de lo que nos molesta, después Reymi Ferreira con su tono de puro me quiso recriminar mi defensa a mi amigo de la vida Guido Añez cuando él en sus épocas de coqueteo al MIR lo llamaba cada día, entonces quien tiene moral y quien no, que cometí errores muchos la mayoría por omisión no por acción y a pesar de ello no me arrepiento de nada, así como el escribirle a ustedes cada noche me llena la vida de oxigeno, también debo decirles que esto agota, que cansa y estoy pensando seriamente buscar otras opciones, una vez me preguntaron qué me hubiera gustado ser y lo dije sin pensar Fotógrafo de Play Boy o hacer sillas, si, de esas que son tan útiles, de esas que usamos para descansar, que son tan nobles. Si hoy sigo a pesar de frustraciones, de cansancio de eludir el sol debo reconocer a los amigos que me llaman por el artículo del día, de los que me escriben incluso de Israel para recriminar mis conceptos sobre los judíos, tampoco faltan las desquiciadas esposas de algún vice-ministro (Kim) corrupto que llaman para insultar y sacar el nombre sagrado de mi madre en su boca, total incluso gozo con esas cosas (no es masoquismo), también debo reconocer que cuando ingresé al periódico me dieron carta blanca, nadie y menos el propietario del medio me sugirió ni me pidió escribir o dejar de escribir sobre algo o alguien, pero me causaba gracia ver cómo eludía o desaparecía del periódico cuando hacían cola para quejarse, esto es digno de reconocer, que le heredé hasta hoy muchos enemigos quienes de manera equivocada estrellan sus misiles contra el propietario y no dan sus explicaciones , simplemente porque no las tienen, tengo mis amigos que comparto cada día, pero de verdad empecé este articulo con la página en blanco (monitor) y ya casi lo terminé, simplemente hice un balance con ustedes del articulo N° 1479, de verdad es mucho, dicen que el hermano Pablo escribió más de 20.000 en medio de narraciones y oraciones, total lo único que les digo sin equivocarme es que valió la oportunidad haber logrado hablar con tanta gente a la vez y son a los únicos que agradezco de verdad y a Pepe Lucho que me dio la oportunidad de entrar y narrar a mi modo todas las cosas que me aprisionaban el pecho.

El Nuevo Día / La misma guerra

El Gobierno está urgido por recomponer su imagen gravemente herida por la corrupción. Con la denuncia en contra de la CIA no ha conseguido pasar más allá del plano mediático y el nuevo episodio de persecución política en Pando no ha servido nada más que para consolidar la apariencia de un régimen de fuerza que atropella las leyes a su antojo. La epidemia del dengue que se ha desbordado, también conspira contra la eficacia de una administración que supuestamente posee una alta sensibilidad social. Ni siquiera la elevación de los salarios en un porcentaje que no guarda relación con la crisis económica que se avecina, ha conmovido a la opinión pública lo suficiente como para sacar del tapete el gigantesco escándalo de YPFB. Las autoridades buscan ahora exacerbar los ánimos con los prefectos opositores porque saben que un pleito con las regiones es capaz de ubicarse mejor en las primeras planas y desplazar al incómodo caso Santos Ramírez, cuyos tentáculos parecen alargarse cada día.

Evo Morales insiste en iniciar un proceso de diálogo con los prefectos, dizque para coordinar el modelo autonómico que deberá ponerse en marcha a partir del próximo año, después de las elecciones de diciembre. El Poder Ejecutivo quiere adelantar un trabajo que debe ser sometido a discusión en la futura Asamblea Legislativa, cuyos miembros serán elegidos el año 2010. Ante una nueva negativa de los líderes regionales, el presidente ha subido el tono de su “invitación” acusándolos de “vendepatrias”, nueva muletilla del MAS que no disimula a estas alturas la amenaza de someter a los opositores a la figura de “traición”, la misma que se puede aplicar con extrema facilidad, en un contexto de amplias prerrogativas del régimen.

Las regiones insisten que el tiempo de las mesas de diálogo se ha acabado y que luego de tres años de una guerra política sin cuartel, que sólo ha conseguido profundizar los abismos entre los dos bandos, ha llegado la hora de establecer un verdadero pacto nacional.

En realidad, llegar a un pacto requiere ineludiblemente de sentarse a dialogar, pero antes, el MAS tendría que reconocer que su avance político se ha estancado en los números conseguidos el 25 de enero, cuando se aprobó la Constitución representativa sólo de una mitad del país.

Al contrario, lo que pretende el oficialismo no sólo es seguir con la guerra, porque ésta lo fortalece, sino obligar a los prefectos a capitular aceptando un modelo de autonomía diseñado para consolidar un régimen centralista-indigenista que poco y nada tiene que ver con las demandas regionales que consiguieron fuerza legal en sucesivas consultas.

Llevar encapuchados a Pando, amenazar a los prefectos de Beni y de Tarija y tratar de arrear a la fuerza a los opositores al diálogo, son escaramuzas que forman parte de la misma guerra que el MAS todavía no ha ganado, del mismo empate que cada día se vuelve más catastrófico para el Gobierno, asolado hoy por realidades dramáticas que hace tres años eran, por el contrario, promesas de cambio y fuerza moral que se han desvanecido.

El Gobierno no quiere un verdadero diálogo y menos un pacto nacional. El enfrentamiento lo fortalece para una guerra que sigue en pie.

El Deber / Pensando en la ciudad. Tres en uno

Cuando con escaso brillo y menos alboroto acaba de conmemorarse el 448 aniversario de su fundación, son muchas las interrogantes que plantea Santa Cruz de la Sierra como un lugar habitable. Se trata de interrogantes que surgen a cada paso y que necesariamente deben ir despejándose porque, entre otras cosas, tienen que ver con la calidad de vida para más de un millón y medio de habitantes en una progresión que, seguramente, no dejará de incrementarse en el devenir del tiempo. La tendencia del crecimiento urbano apunta a duplicarse en los próximos 10 años.

Y aunque la complejidad del tema y su correspondiente análisis requiere de criterios especializados en materia urbanística, desde la simple inquietud ciudadana es posible visualizar, sin mucho esfuerzo, algunos de los grandes y graves problemas que aquejan desde hace décadas a esta capital, nervio motor de la región que más gravita en la vida nacional y cuya estratégica ubicación geográfica la convierte en nexo fundamental en cuanto a comunicaciones y transporte del continente.

Hasta el agotamiento se ha hablado y se sigue hablando del extraordinario proceso de transformación experimentado desde la segunda mitad del siglo pasado, por la otrora aldea olvidada en la vastedad de las ardientes llanuras grigotanas, y que entonces ni siquiera contaba con los elementales servicios básicos como agua potable, energía eléctrica, comunicaciones y otros.

Con la radiografía urbana del presente, que muestra con nitidez los rasgos de una ciudad en profunda crisis por su desbordado crecimiento en ausencia de una adecuada planificación, el diagnóstico es de una más que inquietante preocupación que amerita el tratamiento adecuado en el menor tiempo posible.

Lo que se evidencia, a primera vista, es el endemoniado tráfico vehicular, que por doquier, especialmente en las horas pico, convierte calles y avenidas de la ciudad en un hervidero contaminante de motorizados y pone a los ciudadanos al borde de un ataque de nervios. Y sobre tan grave asunto, cuando menos tendría que aplicarse, sí o sí, una restricción que disminuya por turnos la circulación de vehículos, tal como sucede en algunas ciudades del interior del país y en muchas otras del exterior con problemas similares al que aquí se confronta sin que a autoridad alguna se le mueva un pelo. Por otro lado, es de una insostenible complejidad el problema que plantea la actual ubicación de mercados públicos en zonas urbanas donde, además de hacinamiento, basurales y condiciones insalubres para el expendio de alimentos de consumo diario y masivo, contribuyen a generar un caos mayor del transporte público y privado.

Entre gremiales y transportistas haciendo lo que mejor les parece, tienen virtualmente asfixiada a la capital cruceña y la ausencia de solución a los problemas planteados por ambos sectores, parece nomás responder a las influencias que ejercen subordinando sus intereses a los de la ciudadanía en general.

En salud y educación también se plantean enormes y hasta insalvables dificultades para una ciudad que crece vertiginosamente y que demanda más que obras aisladas, como las que se vienen ejecutando con la pavimentación o ampliación de vías de comunicación, o aquéllas en beneficio del ornato, como la habilitación de parques públicos. No está mal, pero se advierte la necesidad de llegar a la raíz del meollo con el diseño y la implementación de un plan que contemple integralmente el desarrollo de Santa Cruz de la Sierra a mediano y largo plazo. Ojalá que así sea antes de que la otrora amable vieja ciudad deje de ser un lugar recomendable para vivir porque está cada vez más próxima a un violento estallido urbano.

Tres en Uno

El doble de Evo, ¿candidato? No sería raro

Valerio Queso, el doble del presidente Evo Morales, que desapareció y volvió a aparecer después de sus travesuras con los loteadores en Santa Cruz, fue recibido con guirnaldas y mixtura el domingo pasado por sus compañeros de aventura en las tierras cruceñas. No apareció antes para atender las citaciones del Ministerio Público por sus incursiones en lotes privados, pero sí lo hizo para realizar una entrega sorpresiva de 30 minutas que darían virtualmente la propiedad de predios a quienes ocuparon por la fuerza terrenos ubicados detrás de la refinería de Palmasola. El doble de Evo Morales dice que esta semana se presentará a declarar ante la Fiscalía. Pero eso no es lo más llamativo de sus declaraciones. Acaba de anunciar la toma de 23 lotes más para negociar luego con sus dueños la compra, como lo hizo exitosamente con este primer caso. Si Queso sigue resolviendo el problema de falta de lotes y casas de los más carenciados, no sería raro que lance su candidatura a una concejalía o a la Alcaldía cruceña. A propósito, a los concejales ni se les ve la cara, menos para solucionar las demandas de la gente.

La Alcaldía de los parques y fuentes de agua

Por lo que se ha podido ver en las últimas horas, la Alcaldía cruceña pretende este año convertir a Santa Cruz de la Sierra en una ciudad jardín. Así lo confirman los anuncios de varias licitaciones, en las que sobresale una sobre la dotación de riego para los parques y otra sobre la provisión de una fuente de agua para El Arenal. No está mal que se trabaje en la dotación de áreas de esparcimiento para los vecinos. Lo que llama la atención es que, entrando a un año electoral, se esté dando prioridad a obras de maquillaje, que seguramente se notan más y captan votos. Una fuente de agua para El Arenal, cuando hace unas semanas no habían fumigadoras para la campaña contra el dengue ni recursos para pagar enfermeras. ¿No hay prioridades?

Al Presidente le picó el mosquito

Después de casi tres meses de terror en los hogares por la arremetida de la grave epidemia del dengue, Evo Morales se percató finalmente de la gravedad de la picada del Aedes aegypti. Acaba de referirse a este mal como “casi impararable” y está muy alarmado por el peligro que representa para la salud de la población boliviana. Se nota que, pese a sus constantes salidas del Palacio de Gobierno, el mandatario vive de espaldas a algunas realidades, sobre todo las de los pueblos del oriente boliviano que son los más afectados por el dengue. Ahora se esperan sus decisiones sobre el tema.

Los Tiempos / China, la última tabla de salvación

La suerte de la burocracia del PCCh tiene su suerte atada a Wall Street, y viceversa

Con cada día que pasa la crisis económica mundial se sigue profundizando. Las pocas voces optimistas que todavía se oían la anterior semana han quedado silenciadas a medida que todas las pizarras se llenan de números rojos. Ya nadie se pregunta cuándo se iniciará la recuperación, sino… ¿dónde está el suelo? ¿Cuál es el límite para la caída? ¿Hay algún límite?

Y en medio de la enorme confusión, de la que no se salvan ni los muchos economistas, la mayor parte estadounidenses, que ganaron el premio Nobel durante los últimos años, las pocas esperanzas que quedan son depositadas en China. Quienes todavía tienen alguna esperanza, con alivio ven que mientras Wall Street se desmorona, y arrastra a Europa y a Latinoamérica, todavía China se mantiene en pie. Esa es la única noticia que todavía no es mala.

Que tantas esperanzas estén siendo depositadas en la habilidad con que el Partido Comunista Chino logre capear la tempestad es comprensible. Es que la suerte de Estados Unidos, y por consiguiente de todo el mundo occidental, depende ahora de que China sostenga al dólar, siga comprando bonos estatales estadounidenses y no se sume a la “liquidación de saldos” que está haciendo estragos en las bolsas de valores del mundo entero.

Que China esté haciendo todos los esfuerzos para ayudar a atenuar el desmoronamiento del capitalismo también es lógico, puesto que la base de su economía son las exportaciones de todo tipo de artículos de consumo a EEUU y a Europa. Si los países capitalistas dejan de consumir, el modelo chino también se desmorona.

No es sorprendente por eso que Hillary Clinton haya tenido la delicadeza de no hacer ninguna mención, en su reciente visita a Beijing, a temas que, como el relativo a los Derechos Humanos y el medio ambiente, eran importantes en la agenda bilateral de ambos países.

Ante las urgencias económicas, no hay lugar para esas sutilezas. No importa que el régimen chino se base en la explotación despiadada de su fuerza laboral, y que las libertades democráticas sean inexistentes en ese país.

Sin embargo, y a pesar de la inocultable buena voluntad de ambas partes, los esfuerzos que se hacen para que Washington y Beijing se complementen mutuamente están resultando tan inútiles como todos los demás. La caída del consumo en EEUU está ocasionando la quiebra masiva de empresas en las áreas industriales de China, y todo parece indicar que la última línea de contención de la crisis, la “Gran Muralla”, está ya comenzando a temblar.

Estamos pues ante un fenómeno tan novedoso como significativo. La suerte de la burocracia del PCCh tiene su suerte atada a Wall Street, y viceversa. ¿Qué hubieran dicho Adam Smith, Carlos Marx, Mao Zedong o Hayek ante tan enorme trastrueque de las principales ideologías de los dos últimos siglos?

Opinión / Todo diálogo supone mutuas concesiones

Para que el diálogo entre oficialistas y opositores sea algo que contribuya al desarrollo del país, debe fundarse en propuestas escritas y en el deseo honesto de dar paso a lo que más convenga a todos los bolivianos. Las posiciones sectarias son antitéticas al sentido racional del diálogo.

En política, el diálogo es mucho más que un intercambio de palabras, se trata de una relación de propuestas y, consiguientemente, de soluciones. En ese ámbito, sólo los activistas que no tienen ninguna formación ni experiencia, hablan por hablar, los demás exigen condiciones concretas, principalmente, en la distribución del poder. La política, en cualquier nivel o proyección, en última instancia, es competencia o lucha de personas o grupos por situaciones de mando y dirección. Incluso las reuniones más inocentes y abiertas, en el fondo, suponen pugna entre quiénes pretenden imponer su voluntad a los demás.

El diálogo entre el Presidente de la República y los prefectos de los departamentos en los que, más allá de normas de dimensión nacional, se impuso la voluntad mayoritaria por el establecimiento de autonomías, en sí mismo, es o será, en caso de realizarse, un acontecimiento político. Lo que el Gobierno central quiere es imponer su autoridad en aquellos departamentos. Por su parte, los prefectos a los que nos referimos, desean márgenes de libertad, más allá de lo que podrían darse en países que, en lo esencial, son unitarios. Estamos frente a dos tendencias que, como hemos dicho al principio, pugnan por imponer sus ideas e intereses.

Por tal proyección, un diálogo entre entidades políticas, como a las que nos hemos referido, debe fundarse en propuestas claras, en documentos más o menos completos. Desde la perspectiva en que realizamos estos análisis, la primera obligación corresponde al Gobierno central que, a esta altura de su vigencia, ya debía tener un estudio completo del nuevo Estado que dice estar fundando. En el marco de ese Estado deben estar contempladas las autonomías. Los enunciados confusos que hay en la nueva CPE no son suficientes, al contrario, perturban una concepción clara del asunto.

Sin ese estudio, por la lógica que los hechos políticos tienen en Bolivia, los prefectos de los departamentos autonomistas, seguramente, insistirán en la aplicación de sus estatutos, lo que es inaceptable para el Gobierno central. En ambos casos, la posición es unilateral, ninguno tiene voluntad para superar ese conflicto dicotómico, a fin de formular una solución que acomode las autonomías dentro de un país profundamente transformado política y administrativamente. El debate se da entre posiciones cerradas sin posibilidad de lograr soluciones creativas de mutuo entendimiento.

Frente a las condiciones imperantes en el país, la tendencia lógica sería contribuir para que las cosas mejoren. No se trata de una abdicación o de una entrega incondicional, a lo que nos referimos es a una realidad nacional que existe fuera y más allá de nuestra voluntad. Hay una nueva CPE que debe ser acatada, pero también hay departamentos autonomistas con su propio proyecto. Para evitar choques violentos, lo que corresponde, desde todo punto de vista, es un acuerdo en el marco de las condiciones objetivas dominantes, por el momento no hay otra salida más eficiente y patriótica. Los departamentos autonomistas tienen que acomodar su propuesta a los intereses y objetivos nacionales.

La Razón / La importancia de dialogar

Es importante llegar al diálogo con el espíritu más diáfano posible. Están en juego la unidad y la democracia del país, y los políticos tienen la responsabilidad de demostrar que son capaces de practicar los principios de la tolerancia y el respeto, para dar el ejemplo al resto de los bolivianos.

La importancia de dialogar trasciende los tiempos y las circunstancias. Sirve tanto para resolver conflictos, simples y complejos, como para apaciguar los ánimos exaltados. En momentos cruciales de la vida nacional se aplicó este mecanismo como base de la buena convivencia y la paz.

Hace algunas semanas que se han comenzado a dar los primeros indicios de un probable diálogo entre el Gobierno y los departamentos opositores, en el entendido de que se deben conciliar posiciones en torno a las competencias de las autonomías. El objetivo final es el de consolidar y viabilizar el nuevo régimen de descentralización y de libertad administrativa.

Hasta ahora, los distanciamientos han primado frente a los deseos de encuentro y de armonía, después de tres años de un gobierno de Evo Morales plagado de conflictos en materia política. Precisamente para hoy, martes 3 de marzo, estaba previsto un encuentro promovido por el Consejo Nacional Autonómico, que se conformó el 17 de febrero sin la presencia de la oposición, pero, cuando se perfilaba un nuevo fracaso de la concertación, la cita fue postergada hasta el próximo martes 10 de marzo.

Lo esencial es que exista la disposición necesaria que permita llegar a esa instancia lo más pronto posible, con el compromiso recíproco de allanar las diferencias actuales.

Es probable que pesen las frustraciones de dos diálogos anteriores: el del 7 de enero del 2008 y el de Cochabamba, en septiembre del mismo año y pese a contar, incluso, con observadores internacionales. Estas experiencias deberían servir de testimonio para no caer en la misma frustración.

Para posibilitar este acercamiento resulta indispensable que ninguna de las partes se coloque a la defensiva y apele al desgastado expediente de fijar condiciones, porque éstas debilitan el encuentro desde el inicio mismo de las negociaciones. Por supuesto que tiene que haber una agenda con los temas de interés de los dialogantes, eso no está en discusión; pero su pertinencia o no debe dilucidarse en el ámbito del debate.

El presidente Evo Morales se declaró abierto a reunirse con los prefectos opositores fuera del Palacio de Gobierno. Se trata de una muy buena muestra de apertura de parte del Primer Mandatario, que haría igualmente bien si se comprometiera a participar en las deliberaciones de principio a fin. Esto no ocurrió en los dos casos apuntados y con seguridad influyó para que esos encuentros, finalmente, tuvieran resultados negativos.

Mientras las autoridades y representantes de los departamentos opositores tienen que honrar su compromiso de que los estatutos aprobados en sendos referendos individuales estén sujetos a la nueva Constitución Política del Estado, el Gobierno nacional debe aceptar las abrumadoras votaciones que dieron vida legítima a esos documentos autonómicos regionales.

En suma, es importante llegar al diálogo con el espíritu más diáfano posible. Están en juego la unidad y la democracia del país, y los políticos tienen la responsabilidad de demostrar que son capaces de practicar los principios básicos de la tolerancia y el respeto, para dar el ejemplo al resto de los bolivianos.

A pesar del pesimismo sobre el crecimiento de este año, Bolivia, con entendimiento y paz, puede seguir avanzando en la búsqueda de mejores resultados políticos, económicos y sociales.

El Diario / 1.- De purgas, infiltrados y corruptos. 2.- El cierre de Prosalud

La versión de los infiltrados de la CIA no tardó en derivar en generalizaciones y más allá de las implicancias exteriores que para consumo interno pueda tener, el argumento sirve para desatar una cacería de brujas o cosa parecida, aunque los medios oficialistas traten de disimularla. A esto se añade la urgencia de descargar los yerros del Gobierno en quien sea, como viene ocurriendo, por lo que resulta que no sólo es la denostada CIA culpable de la corrupción y los descalabros, sino también los agentes miristas, adenistas, movimientistas, etc., que gracias a las tolerancia del MAS se mantienen tranquilos en los cargos que venían ocupando desde antes de diciembre de 2005.

Por lo tanto, la crónica anunciada es la de aventar a estos burócratas infiltrados antes de que la nave del Estado haga aguas por los cuatro costados. Se trata de un buen pretexto para acentuar la razia de los que por su aspecto o por mera sospecha no son confiables en la Administración Pública. Nadie duda de que en toda época hubo y hay “pasapasas” y arribistas, ni que se pueda santificar a los cuadros administrativos de los gobiernos pasados, pero al mismo tiempo es un hecho que la clase media viene siendo marginada sistemáticamente de las reparticiones públicas.

Por su parte los activistas políticos, en gran medida, son también siempre los mismos, esos que han adquirido la técnica de movilizar grupos y gente desocupada a cambio de algún dinero, tanto en beneficio propio como de los partidos a los que proporcionaban “bases” para sus actos, proclamaciones y por último votos. Tal era la contribución de estos mercenarios al triunfo de los candidatos de esos partidos. La indicada técnica se vio favorecida gracias a la política de “cambio”, sin descartar la cotización a dichas movilizaciones a costa del Erario Nacional. Si quedó del pasado el mal ejemplo de los negociados con la hacienda pública, lo alarmante del presente es que son consorcios delictivos o bandas, los que anidan en ciertas instituciones del Estado como quedó en evidencia en YPFB a continuación de robo y asesinato del empresario Jorge O’Connor. Ahora lo conveniente para el Gobierno es investigar si anidan similares bandas en otras instituciones, más que purgar en otras a funcionarios de carrera y técnicos.

El supuesto socavamiento del Gobierno a manos de la CIA y como parte de ello en YPFB, ha venido a constituirse en una especie de tabla de salvación para los náufragos oficialistas de la corrupción o por lo menos para convertirlos en sujetos pasivos de la misma. Con el mismo fin de amortiguar el impacto tremendo de la corrupción se está incitando a los funcionarios “honestos, hombres y mujeres que viven de su trabajo” a denunciar a los corruptos infiltrados, introduciendo como en épocas pasadas la delación y la soplonería entre compañeros de trabajo para nutrir cuanto se pueda las listas negras de reales u presuntos opositores.

Por supuesto que los medios oficialistas no mencionan que en los nuevos contingentes de la Administración Pública abundan funcionarios provenientes de los avales que cotizaban a precio de oro altos dirigentes del oficialismo y que el nepotismo ha salido a relucir más de una vez en los últimos escándalos de corrupción. Tales medios no han omitido ponderar a Santos Ramírez, porque al fin y al cabo permitió abrir el camino para descubrir a infiltrados y corruptos, invitándole reiteradamente a demostrar su “inocencia”, mientras fiscales y jueces se hacen cada vez más laxos en el caso YPFB, SIPSA, etc., frenando en seco las detenciones que corresponden a la luz de la legalidad.

El cierre de Prosalud

Está comprobado que la precipitación caracteriza a algunos funcionarios del gobierno del Movimiento Al Socialismo, lo que desnuda la falta de coordinación entre las autoridades y como consecuencia surgen actitudes contradictorias que no se las puede ocultar. Es el caso, por ejemplo, de las contradicciones entre dos ministros sobre la aprobación de la norma que determine la ampliación o no de la comercialización de la ropa usada, cuyo plazo feneció el último domingo, pero la venta de ese artículo de segunda mano continúa. En el Gobierno no se ponen de acuerdo, porque en tanto unos dicen que la continuidad de la venta de esos productos en territorio nacional fomenta el contrabando, otros afirman que eliminarla afectará la fuente de ingreso de miles de bolivianos que forman parte de la marginalidad. En otros casos se descubre que hay autoridades de segundo nivel que asumen medidas que afectan a la sociedad, queriendo aparecer como si estuvieran haciendo algo que beneficiará al país, cuando se trata de crasos errores que no pueden ser revertidos.

Antes de la fiesta de carnaval, la ciudadanía quedó sorprendida por la clausura de varios centros asistenciales médicos denominados Prosalud, los que se benefician con recursos de la agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, los mismos que están destinados a la construcción de la infraestructura necesaria en varios departamentos del territorio nacional. Tales centros brindan atención sanitaria en varias especialidades y con precios muy por debajo de los que se cobra en el sector privado, por lo que son requeridos por familias que no cuentan con seguro social y que tienen recursos limitados. Es decir que cubrían las necesidades médicas, en muchos casos de emergencia.

Esas clausuras las hizo a título personal el Director del Servicio Departamental de Salud –SEDES-, aduciendo que los afectados no cumplieron con requisitos establecidos para el funcionamiento de esos centros, como contar con la licencia de funcionamiento. Por ello el funcionario se dio la libertad de disponer el cierre de siete unidades de atención médica ubicadas en Achumani, Irpavi, Alto Miraflores, la Avenida Periférica, Villa Fátima y Villa Victoria. Esa disposición del SEDES privó de atención médica a centenares de pacientes que diariamente acuden a esos centros, muchos de ellos necesitados de tratamientos médicos de urgencia en las diferentes especialidades, lo que causó la molesta justificada de miles de familias afectadas. Lo peor del caso es que esa disposición se la ejecutó cuando el país requiere de centros asistenciales para enfrentar el dengue, mal que afecta a gran parte del territorio nacional.

Tal actitud le costó el cargo al Director del SEDES, porque pasadas las carnestolendas, tanto el Ministro de Salud como el Prefecto de La Paz evaluaron la situación y llegaron a la conclusión de que no fue consultada la determinación de cerrar siete centros de Prosalud, ni fueron informados de otras irregularidades cometidas en esa institución, porque no hay la coordinación necesaria y esto es de conocimiento general, porque parecería que en el Ejecutivo se han organizado repúbliquetas donde cada cual hace lo que le place. Tal destitución está permitiendo descubrir otras anormalidades en el Servicio Departamental de Salud de La Paz, las que se suman a los últimos hechos delictivos descubiertos, mismos que son dilatados en su esclarecimiento, con excepción de los que afectan a YPFB. Este el motivo por el que autoridades gubernamentales quieren manejar el tema con sumo cuidado para evitar nuevos escándalos.

Lo último que se sabe es que la Comisión de Política Social de la Cámara de Diputados convocará al Ministro de Salud y al Prefecto de La Paz para que informen sobre el cierre de los centros de Prosalud, porque se ha establecido que son muchos los pacientes que asistían al control y tratamiento de sus dolencias en esas unidades médicas. Este es un problema social que tiene que ser solucionado en el menor tiempo posible y deben ser sancionados los responsables de una medida precipitada. Irregularidades se viene cometiendo en la administración del Estado por la improvisación del Ejecutivo. Antes que copar los cargos jerárquicos del Estado, se tiene que recurrir a los mejores profesionales para llenar puestos de responsabilidad, relegando el favoritismo político, familiar y de grupo, si realmente se quiere el cambio en Bolivia. No hacerlo significará continuar con los resabios del pasado, que nada bueno trajeron para el país.

La Prensa / Efectos de las medidas laborales

Mejor remuneración y el mejoramiento de la legislación laboral que busca mayor seguridad para los nuevos padres son elementos positivos desde el punto de vista de los beneficiarios.

Entramos en la época del año en que los gobiernos de turno lanzan sus “paquetes” laborales mediante decreto. El que corresponde a la presente gestión ya va tomando forma y se puede percibir que los incrementos salariales serán porcentualmente superiores a los de otros años. Los sectores de salud y educación se beneficiarán con un 14% de incremento, mientras que las Fuerzas Armadas y la Policía, con un 12%. Se prevé que el sector privado tendrá que hacer los ajustes en proporciones similares.

Otras medidas, también de índole social, establecen la inamovilidad laboral para varones, desde la concepción de sus hijos y hasta que éstos cumplan un año de edad. No es necesario que las parejas hayan contraído matrimonio puesto que una prueba de paternidad será suficiente para que el trabajador certifique su derecho a ese beneficio.

Tras la aprobación de la nueva Constitución Política, no se podía esperar otras políticas gubernamentales que no sean aquellas de contenido social, las cuales siempre serán bienvenidas por el grueso de la masa laboral, que aspira a mejorar sus condiciones de vida. Sin duda que una mejor remuneración y el mejoramiento de la legislación laboral que busca dar mayor seguridad a los nuevos padres son elementos positivos desde el punto de vista de los beneficiarios.

Siempre se tiene que lamentar, sin embargo, que estos predecibles decretos salariales y laborales parten de consignas electoralistas que relegan a un segundo plano las consideraciones de cómo se van a implementar, de dónde provendrán los recursos para solventarlos y qué efectos tendrán en la economía.

El alza salarial del 12%, siendo uno de los mayores incrementos de los últimos tiempos, va en contrarruta de lo que está sucediendo en el mundo a raíz de la crisis financiera global. Y que no nos digan que Bolivia está blindada frente a este fenómeno, porque los sectores mineros e industriales ya están viendo negra su situación sin necesidad de que el Gobierno les imponga mayores cargas laborales.

El mismo Gobierno tendrá que readecuar el Presupuesto General de la Nación si pretende dar cumplimiento a sus decretos. Aprobar primero y arreglar después parece ser su forma de actuar. Ése es un lujo que el sector privado no tiene. A las empresas simplemente se les endosa la carga sin preguntarles si tienen o no condiciones para sobrellevarla.

Tampoco se consideran otras repercusiones indirectas de las medidas mencionadas. Los efectos inflacionarios, por ejemplo, podrían resultar críticos en la presente coyuntura de crisis. Por otro lado, la inamovilidad laboral suele venir acompañada de trampas ocultas, como la de la discriminación o la de forzar un embarazo para evitar perder el empleo. Si éstas y otras consecuencias negativas fueran analizadas, aunque sea por encimita, las cosas andarían mucho mejor en nuestro país.