Portadas y Editoriales


Portadas

La Estrella del Oriente / El dengue no es broma

El Mundo / Fabricando delincuentes



El Nuevo Día / El gran Queso

El Deber / El transporte y un nuevo conflicto

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La Razón / Los atracos suman y nadie reacciona

El Diario / Expansión de cocales

La Prensa / Prioridades electorales

Opinión / El dengue como nueva expresión de la pobreza y del atraso

Los Tiempos / Lo boliviano y lo “indígena originario”


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La Estrella del Oriente / El dengue no es broma

La epidemia de dengue se ha convertido en un verdadero flagelo para la población cruceña, una epidemia que según las últimas noticias que se tiene de la Secretaria de Desarrollo Humano de la Prefectura y que han sostenido reuniones con especialistas y autoridades de la OMS y OPS, se trata de una epidemia de graves características, que debería estar provocando medidas de emergencia para contrarrestar las secuelas, lo que no ha sucedido hasta el momento, en el que sólo tenemos anuncios y aprestos sin que esta epidemia se haya tomado de parte del Gobierno central con la seriedad y responsabilidad que la salud de los bolivianos requiere.

No entendemos como se puede gastar tanto dinero en campañas, como se puede dejar que tanto dinero escape vía corrupción, como el Ejecutivo es rápido y certero cuando tiene que encarar los temas políticos que hacen a la implementación de su proyecto país y no toma la misma celeridad para encarar esta grave epidemia. Recordemos nomás las concentraciones y marchas que han protagonizado durante los tres años de gestión, las que sabemos que cuestan millones de dólares que salen de las arcas del Estado, amén de los millonarios gastos de publicidad que se han hecho con eficiencia y apremio.

En cuanto a la epidemia, este descuido es imperdonable, porque se trata de vidas humanas que están en juego y que pueden causar irreparables pérdidas en la población.

Sabemos que la OMS ha detectado que la actual epidemia tiene características muy particulares, considerándose que muy rara vez ha sucedido que se junten 3 tipos de virus, puesto que en las epidemias de dengue que se conocen generalmente concentran dos virus, y ya así son graves y letales. En la actual cepa del virus además de los dos tipos que ya se tenían en Santa Cruz está comenzando a ingresar desde el Brasil un dengue de tipo 2, muy peligroso, por lo que si esto no se combate a tiempo el grado de afectación que tendremos será mayor y además con grave riesgo de irreparables perdidas de vidas humanas, porque los enfermos que ya hayan sufrido el dengue 1 y contraen el dengue 2 estarán más vulnerables y en riesgo.

Se sabe que actualmente la incidencia de la enfermedad en Santa Cruz es tal que de cada 100 casas, hay dengue en 60, y que aunque en este momento la ciudad de Santa Cruz es el epicentro de la enfermedad esta escalará inexorablemente a provincias y a los otros departamentos.

A sabiendas de que el riesgo de muerte es muy alto y que si este dengue avanza tendremos muchos decesos, nos extraña que el Gobierno esté más interesado en exigir a los prefectos autonomistas el diálogo y que no haya hecho ninguna alusión, ni ninguna intervención de emergencia a favor de erradicar esta grave epidemia. No existe la fumigación suficiente, los centros educativos no han sido atendidos como se debe con fumigaciones, al igual que las fabricas y lugares que concentran personas.

¿Será que al Gobierno sólo le palpita el corazón para la política? ¿Será que nos encontramos ante personas tan insensibles?

Como nuestro corazón autonomista no está endurecido, pedimos encarecidamente que los prefectos y las autoridades cívicas y departamentales, sólo se ocupen de este flagelo, que dejen todos los otros temas en el tintero, que exijan atención inmediata para este grave problema y que nada los mueva a otro tema hasta que esta situación de riesgo se subsane, porque nuestra región no puede seguir abandonada de la mano del Gobierno, ni puede seguir en parloteos estériles que sólo buscan engatusarnos mientras nuestros niños y la población en general se encuentran corriendo un grave y mortal riesgo de padecer una enfermedad que se puede convertir en una pandemia.

Se debe declarar emergencia regional y pedir ayuda a los países que nos rodean. No dejemos que el riesgo que corremos quede minimizado. Sabemos que en Cuba ha sucedido en varias oportunidades que las epidemias de dengue quedaban ocultas, que nadie las sabía aún con cifras de muertes que sumaban miles de personas, los gobiernos socialistas se hacen propaganda con la Educación y Salud, erradicación de analfabetismo y de enfermedades, razón por la que ocultan las epidemias para seguir figurando como abanderados en estas áreas. El jueguito es mentir y mostrar al mundo que sus países son pobres pero tienen un eficiente servicio de Salud y Educación, y para cuidar esta bandera publicitaria controlan la prensa y la información, cosa que no se les escape la noticia de una epidemia.

Por este motivo, sabemos que debemos seguir defendiendo a capa y espada la libertad de expresión que es uno de nuestros más grandes baluartes y nos permite exigir atención y que temas de gran importancia para la población no sean invisibilizados.

El Mundo / Fabricando delincuentes

Nuestros medios de comunicación andan en una especie de campeonato de cómo provocar al Alcalde, pero eso es normal y parte del oficio ingrato de ser periodista pero la pregunta es quién es “periodista”, yo por ejemplo no lo sentí así, por eso en lo gremial no me afilie a ningún sindicato, asociación, federación, club donde se “resguardan los derechos de los periodistas”, pero quiero agradecer a la Asociación de Periodistas de La paz que me condecoró con la medalla Bautista Saavedra como defensor de la sociedad, el otro oficio ingrato en el cual yo no me sumo es que aparece un delincuente con el letrerito de ser defensor de los sin techos y se dedica a la estafa, como son los Miguel Ángel Linares, los Santos, la historia de los camiones, y todo queda en el baúl de los recuerdos, quedan en el olvido.

Por ejemplo quién se acuerda de los pasaportes donde un sujeto pasó tres días presos y hoy goza de una vivienda en el Jardín del Urubó, las denuncias contra la gasolina blanca, nadie por lo menos si la denuncia es falsa el denunciante debería ser enjuiciado, todo es un silencio permanente, por ejemplo ningún fiscal paceño -de esos que vienen a hacer justicia en Santa Cruz- investigó quien torturó, golpeó, apuñaló con 27 cortes y le sacaron el ojo a la esposa de un General de República (Cesar López por denunciar el contrabando de los camiones).

Y hoy Valerio Queso un sujeto que se dedica a estafar a pobres con el sueño del techo propio, no encontró mejor alternativa que entrar a la propiedad privada, para ello no escatimaba una estructura de movilización para ingresar a la terrenos de personas, de empresas, total este delincuente -que lo es- abusando del parecido al Presidente de la República (con uno más que suficiente) creyó que podía hacer política al estilo de Robin Hood, con la diferencia que este le quita a todos incluso trabajadores que conservan sus terrenos para construir la casa, desde hace un mes atrás este sueño fue cortado abruptamente por una pesadilla real, sucede que don Valerio entre el 29 de enero y el 11 de febrero logró hacer 26 asentamientos humanos, el se trasladaba en vagonetas de lujo a escoger los terrenos -y no cualquier terreno-, previamente debían estar cerca de carreteras asfaltadas, contar con los servicios y mejor si tenían muros laterales ya que ellos servían para usar como apoyos de las viviendas precarias (en su primer etapa, luego venden estos terrenos y se trasladan a otros) y así el circulo vicioso no termina, en esos días Valerio Queso no solo distribuyó terrenos sino extorsionó por lo menos a una persona solicitándole una determinada suma para no ingresar a sus terrenos, tenía toda una estructura para actuar, contaba con personal de seguridad, se desplazaba por todo el país y viajaba, cuando se le consultó quien financiaba estos viajes el Valerio Queso señaló: “los compañeros dan su cuotita para que los ayude” y como si nada se las daba de defensor de los pobres, cuando solo les sacaba su pocos centavos y le robaba sus sueños, poniéndolos como carnada en momentos que la policía los desalojó y un juez mandó a la cárcel a mas de una decena.

Desde el fin de semana don Valerio Queso es el dueño de los medios de comunicación, primero fue otorgando minutas de transferencia de unos terrenos junto a una zona de alto peligro a 50 metros de los tanques de Palmasola, todos los medios lo entrevistaban al loteador N°1 de Bolivia, al avasallador de la propiedad privada, todos lo entrevistan y nadie lo cuestiona, al día siguiente el personaje este de película (fue quien representó a Evo en la película Evo pueblo) nuevamente acapara los medios en las puertas de la fiscalía donde se presenta y como no estaba en la dependencia correspondiente el caso se traslada para el día siguiente y ayer ante una nube de periodistas declara que las acusaciones responden a una intriga del gobierno, ya que le tiene celo por que su popularidad va en ascenso acusa a los ministros de estar en esta confabulación y que ésta está dirigida por la oligarquía y el neoliberalismo (le faltó acusar a la CIA), parecería que Valerio Queso era un simple trabajador de cuero hasta que un productor de cine lo utilizó para interpretar a Evo en su película (Evo Pueblo) me imagino que este señor se creyó ser una réplica del Presidente, una cosa es Evo que lo quieran o no lo quieran tiene una consecuencia de lucha en la cual nunca se apoderó de las cosas de los demás y avasalló la propiedad privada, por lo tanto es una soberana ofensa a la inteligencia que se deje actuar a personajes como Valerio Queso con total impunidad y libre albedrió por encima de la actual constitución política del estado. La respuesta la dará un juez hoy.

El Nuevo Día / El gran Queso

Valerio Queso, el doble del presidente Morales, es uno de los que mejor ha interpretado la “revolución” que lleva adelante el MAS, además de los cocaleros por supuesto, Santos Ramírez, Miguel Ángel Linares (el de la cooperativa Sudamérica), el ministro Quintana y los contrabandistas dueños de los 33 camiones que llegaron incluso a pisar el suelo del Palacio de Gobierno con sus demandas y finalmente se salieron con la suya, con el formidable y efectivo soporte oficial.

Queso, ahora detenido, representa a un movimiento denominado “Sin Techo”, que fue el causante de la primera muerte ocurrida en la gestión del presidente Morales. Este improvisado dirigente no sólo sabe aprovechar el increíble parecido que tiene con el Primer Mandatario, sino que ha sido capaz de pasar por encima de las leyes y avasallar impunemente la propiedad privada. Pese a que estuvo a punto de ser linchado en El Alto, por comandar varios asentamientos ilegales, en Santa Cruz ha estado operando a sus anchas y promete seguir repartiendo terrenos a sus seguidores, sobre la base del chantaje, la violencia y las ventajas que le otorgan autoridades judiciales y policiales que han hecho la vista gorda.

Al contrario de lo que predica el MAS, esta no es una “revolución” destinada a reivindicar derechos milenarios de indígenas, campesinos y excluidos, pues en los hechos la pobreza no ha disminuido sino todo lo contrario y los humildes siguen en las mismas que hace tres años, sin posibilidades de mejorar sus ingresos y su nivel de vida. Los que no tenían agua potable están igual, los que no gozaban de acceso a la salud continúan esperando y salvo la pildorita del plan de alfabetización, la educación en Bolivia sigue siendo el privilegio de unos pocos. No hablemos de empleo, justicia, seguridad social, nutrición, producción y vivienda, porque el panorama es aún más sombrío.

Pero no hay duda que a muchos, como a Valerio Queso, les ha ido muy bien en estos tres años. Ya se nombró a Quintana y a los contrabandistas y sería ocioso explayarse en este y en el caso Santos Ramírez, alrededor de quien han corrido verdaderas fortunas que están en manos de una clase política que, en honor a la verdad, había estado excluida de los asuntos públicos, pero que hoy goza del poder a manos llenas. Los cocaleros no pueden quejarse, aunque el abuso en los cultivos se les ha vuelto en contra por obra y gracia del libre mercado. El precio de la hoja sagrada ha caído en un 50 por ciento en los últimos meses. Tal vez pase lo mismo con la cocaína, su principal derivado.

Loteadores, contrabandistas, cocaleros, marchistas a sueldo, vendedores de ropa usada y otros grupos que transitan en la ilegalidad, son los verdaderos “movimientos sociales” que forman parte de la elite revolucionaria del MAS. Son el “gran poder”, el nuevo linaje burgués boliviano, la elite emergente que se enriquece gracias a la dialéctica jurídica patas arriba que ha impuesto el presidente Morales. Alguien puede decir ingenuamente que está bien que se produzca esta nueva forma de distribución de la riqueza. Pero el empobrecimiento moral, institucional y social que trae aparejado es como para hundir definitivamente al país.

La “revolución” que impulsa el MAS no está luchando contra la pobreza, pero beneficia a sectores que lucran con la ilegalidad.

El Deber / El transporte y un nuevo conflicto

Aunque la aplicación de la medida está en veremos habida cuenta el anticipado rechazo de los sectores ciudadanos que se verán afectados, la Confederación del Transporte de Bolivia ha resuelto el alza unilateral del precio del pasaje urbano en micros y colectivos en un ciento por ciento. Es decir, si antes se pagaba Bs.1.50, a partir de este jueves 4 de marzo el pasajero tendrá que abonar Bs. 3 por una carrera. En tanto, la Superintendencia que regula el sector ha advertido con recurrir a la fuerza pública para impedir el alza en el costo del servicio. La tensión entre las partes en conflicto dejaría sin efecto la realización de una audiencia pública marcada por la ‘Súper’ para el 14 del mes en curso, para conocer los argumentos técnicos que sustentan el incremento ya dispuesto por los transportistas que no asistirán al encuentro, según lo adelantaron sus dirigentes máximos.

Las organizaciones gremiales del transporte justifican su determinación en los resultados de un supuesto estudio de costos que muestra el alza de todo cuanto utilizan sus motorizados, entre lubricantes, repuestos, llantas y otros, sin que desde el año 2000 hubieran modificado las tarifas.

Planteadas así las cosas, las principales ciudades del país están a un paso de escenificar un nuevo y delicado conflicto que podría derivar en cuadros de violencia como los registrados en anteriores oportunidades. A ver qué resulta de la pulseada entre la ‘Súper’ que amenaza con medidas de fuerza y los transportistas que parecen firmes en su medida.

Es el tira y afloja de casi todos los años entre un sector que pelea por sus intereses económicos y unos entes que no definen un rumbo o una política sobre el sensible tema tarifario del transporte urbano.

En medio del problema, aparece el humilde ciudadano que destina hasta un 25% de sus ingresos a este servicio básico. Según un cálculo de las juntas vecinales de Cochabamba, en caso de darse el pretendido incremento en un 100%, los costos para el usuario escalarían a un 40% del total de sus ingresos, lo que es prácticamente insostenible. Es lamentable, por ello, que tanto la ‘Súper’ del Transporte como las alcaldías no hayan logrado hasta ahora conciliar una política seria y sostenible sobre las tarifas, menos un plan de ordenamiento y modernización del servicio que en las peores condiciones se viene prestando a la gente de más escasos recursos. Y es que en casi todas las ciudades del eje troncal de la república, existe una realidad común y una queja coincidente: el servicio de transporte público es de pésima calidad y está en manos de un poderoso grupo corporativo que sólo piensa en aumentar sus utilidades y poco hace por mejorar la atención a los pasajeros que transporta.

En Bolivia, el transporte ha pasado a convertirse en uno de los sectores más informales y caóticos, sin que nada ni nadie les haga cumplir siquiera unas mínimas normas regulatorias para que el ciudadano sea el más beneficiado.

Por esas y otras circunstancias, el pretendido incremento tarifario no cuenta con la claridad ni el sustento suficiente en sus argumentos para convencer a la población.

De paso, la situación planteada vuelve a dejar en evidencia la incapacidad y la improvisación de entes y autoridades para regular un servicio clave y complejo como el del transporte urbano.

La Razón / Los atracos suman y nadie reacciona

El ministro Alfredo Rada debe saber que su función como autoridad pública no se circunscribe al eficiente accionar de efectivos policiales para aprehender a personas involucradas en situaciones que, de una u otra manera, afectan los intereses de la gestión del presidente Morales.

La delincuencia en acción actualmente no sólo roba, sino que dispara armas de fuego y, dependiendo del infortunio de las víctimas, deja muertos y heridos. Ocurre en Bolivia, y con alarmante asiduidad. En sólo cinco días se han contabilizado cuatro atracos en el departamento de La Paz; esto después del escándalo que ha desatado otro, el del 27 de enero en la calle Tejada Sorzano, involucrando al ex presidente de YPFB, Santos Ramírez.

Al menos tres sujetos armados atracaron la noche del domingo un surtidor de la zona de Villa Dolores, en la ciudad de El Alto: se llevaron 35.000 bolivianos y dejaron dos heridos de bala, informaba ayer La Razón, al dar cuenta de que se trataba del segundo asalto violento en la misma urbe y en menos de cuatro días.

El jueves pasado, cinco sujetos vestidos con uniforme policial irrumpieron en el Banco Bisa, ubicado en el edificio de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) y robaron del cajero más de Bs 1 millón. Al salir, asaltaron a cuatro personas que esperaban hacer una transacción.

“Después de muerto el burro, tranca al corral”, dice el adagio. Y, en efecto, la Policía Nacional, según ha declarado el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Ramiro Cossío, intensificó su trabajo en los últimos días para encontrar a los atracadores de esos dos casos. La exigencia frente al incremento de los delitos consiste en estar en guardia permanente, no sólo en intensificar las acciones policiales luego de que los delincuentes tuvieron vía libre para cometer sus alevosías.

En fin, hasta el lunes, los investigadores se manejaban sobre la hipótesis de que ambos atracos podrían estar relacionados.

Hoy, este medio de comunicación informa de otros dos casos que se registraron durante la mañana de ayer, esta vez, en la ciudad de La Paz. El primero, a las 9.00, en un Punto Entel de la plaza Líbano, en la zona de San Pedro; el segundo, dos horas más tarde, en una agencia del BancoSol, en Alto Obrajes.

La Policía investiga, como es lógico, y mientras tanto revela que los atracadores son hombres vestidos de negro. Estos delincuentes no tienen problema en golpear a funcionarios bancarios y a otros que por desgracia se les cruzan en su camino. Y al parecer, si tuviesen algún nexo con los asaltos anteriores, tampoco les acomplejaría descerrajar un disparo.

¿Qué está esperando el Gobierno nacional para demostrar, con hechos concretos, que brinda seguridad a la población boliviana y paceña, en este caso en particular? Porque la responsabilidad es de la Policía, institución a cargo del Ministerio de Gobierno. La inoperancia o, sencillamente, la falta de autoridad se hacen cada vez más patentes.

El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, debe saber que su función como autoridad pública no se circunscribe al eficiente accionar de efectivos policiales para aprehender a personas involucradas en situaciones que, de una u otra manera, afectan los intereses de la gestión del presidente Evo Morales.

¿Los motivos políticos pesan más que la delincuencia pública? ¿Quién puede decir, hoy en día, que está a salvo de los atracadores en La Paz? El Gobierno, por lo menos, no está en condiciones de garantizar la seguridad de nadie; y seguirá así hasta que deje de ocuparse, casi exclusivamente, en otras cosas…

El Diario / Expansión de cocales

Los cultivos de coca excedentaria e ilegal se han expandido y se calcula que hoy existen 29.500 hectáreas, cuando por la Ley 1.008 sólo están permitidas 12.000. El exceso de coca en el territorio nacional está creando problemas entre los productores, sobre todo de los Yungas de La Paz, porque el precio de la hoja ha bajado en un 44 por ciento en comparación con el que estaba vigente tres meses atrás. Lo que no consideran las autoridades nacionales es que gran parte de la hoja es destinada al narcotráfico, por lo que Bolivia es calificada como el tercer Estado en la producción de coca para fines ilegales. La erradicación de plantaciones ilegales de este arbusto no es efectiva porque esos sembradíos aumentan de manera alarmante. A pesar de compromisos gubernamentales para la eliminación de una determinada cantidad de hectáreas de coca, no se los cumple totalmente por una serie de factores, como que los conscriptos encargados de esa tarea son licenciados y se tiene que esperar a un nuevo contingente de éllos. Otro problema es que los propietarios de cultivos recurren a varias artimañas para oponerse, llegando al uso de la fuerza. Por lo tanto dicha labor es difícil, más aún cuando no existe una participación efectiva del Ejecutivo, sobre todo porque el gobierno del MAS tiene su base política y militante precisamente en los agricultores de la hoja de coca, por lo cual no se quiere afectar sus intereses.

Las tareas de interdicción y erradicación no se cumplen porque el Gobierno es permisivo en relación con este delito. Los operativos con buenos resultados son pocos, porque el narcotráfico aumenta peligrosamente por falta de una política coherente en torno a este flagelo. No existen metas fijas en la lucha contra este mal, lo que es de conocimiento sobre todo de la comunidad internacional, razón por la cual Bolivia fue descertificada al haber declinado en su lucha contra las drogas prohibidas. Al margen de la expansión de cultivos de coca, proliferan las plantaciones de marihuana en diferentes regiones del país, cuya producción está destinada en gran parte al mercado interno, lo que se puede comprobar por un mayor número de consumidores, según últimos estudios realizados, tanto por el Gobierno como por instituciones afines al tema.

El Departamento de Estado de EEUU hizo conocer el pasado viernes su informe denominado: “Estrategia para el control internacional de narcóticos”, en el cual hace conocer su preocupación por la expansión de los cultivos de coca en Bolivia y menciona que nuestro país es el tercer productor mundial de coca y “continúa promoviendo una política de cocaína cero, pero no coca cero”. Es tanta la preocupación del país del Norte que a través de la Secretaría de Estado, pide al gobierno de Evo Morales Aima “revertir sus políticas sobre la expansión de cultivos de coca”. Asimismo solicita que el Ejecutivo boliviano amplíe la erradicación en los Yungas de La Paz y redoble sus esfuerzos en el Chapare para eliminar nuevas plantaciones de coca. Estudios realizados dan cuenta que de 2003 al 2007 la producción de coca en Bolivia se incrementó de 23.200 a 29.500 hectáreas. Tales cifras justifican la preocupación no sólo de EEUU sino de otras organizaciones como la Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas (ONUDD), que coincide con los datos acerca del crecimiento de las plantaciones de coca.

Pero el Gobierno precipitadamente ha respondido en un documento oficial que EEUU maneja arbitrariamente las cifras referidas a la lucha antidrogas en Bolivia en el año 2008, con estimaciones no corroboradas por algún organismo internacional. También negó que en los Yungas los productores de coca hubieran incrementado las hectáreas de coca con apoyo político gubernamental. No obstante, el propio Ejecutivo reconoce el incremento de los cocales y que las tareas de erradicación están paralizadas, porque los conscriptos destinados a esas labores fueron licenciados. Al parecer el país no tiene personal adecuado permanente para esas acciones.

Mientras algunas autoridades aseguran que el Gobierno combatirá al narcotráfico con o sin ayuda de EEUU y que la DEA no volverá al país, otras declaran que no cuentan con los recursos necesarios y que esperan la ayuda norteamericana para luchar contra las drogas. La administración masista no debería tener un doble discurso.

Similares cifras del aumento de cultivos de coca están en informes tanto de la Oficina contra la Droga y el delito de Naciones Unidas (ONUDD), como de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU. Esta última organización asegura que Bolivia tiene 28.900 hectáreas de coca, aunque el viceministro Felipe Cáceres afirma que llegan a 28.500 hectáreas. Lo cierto es que en Bolivia aumentan los cultivos de coca y gran parte de la producción es utilizada por el narcotráfico.

La Prensa / Prioridades electorales

La CNE debe poner todo su esfuerzo para contar con un Padrón Electoral transparente y corregir las irregularidades advertidas. Ésa debe ser la prioridad número uno.

Durante los referendos realizados en el país, una constante fueron las denuncias de la oposición sobre la existencia de fraude. Esas denuncias cayeron en saco roto por la debilidad de los que las hicieron o porque no hubo nadie que las investigara a fondo para conocer si eran o no ciertas. La Unión Europea (UE), en su informe presentado sobre el referéndum que el 25 de enero aprobó la Constitución ahora vigente, hizo “recomendaciones” para eliminar irregularidades advertidas en ese plebiscito, con las que pretende que se transparente un futuro acto de esta naturaleza.

Entre las recomendaciones está la necesidad de un nuevo empadronamiento de los electores que constituya una muralla infranqueable a cualquier intento de distorsionar la voluntad del pueblo expresada en las urnas.

Si bien las irregularidades que vieron los observadores internacionales no las expresaron con la espectacularidad de denuncia que hubiera querido la oposición, la Corte Nacional Electoral (CNE) debe tomarlas en cuenta y corregirlas para las elecciones generales de diciembre próximo.

Coincidieron en la necesidad de que el sistema de identificación tiene problemas y recomendaron que la CNE asuma el control de esa tarea, lo que significa una muestra de desconfianza en la Policía, generada por las denuncias sobre irregularidades en la expedición de cédulas de identidad, que empañan, obviamente, cualquier elección.

Para que los comicios de diciembre no sean cuestionados y gocen de la mayor confianza y credibilidad, la CNE debe poner todo su esfuerzo para contar con un Padrón Electoral transparente y corregir las irregularidades advertidas. Ésa debe ser la prioridad número uno. Debe dar la seguridad en que se tiene un sistema confiable y evitar que, otra vez, los organismos internacionales de observación tengan que hacer “recomendaciones” que no son otra cosa que cuestionamientos a los actos electorales en sí.

Tratar de dejar para un segundo plano este tema que debe ser altamente prioritario sería dar las espaldas a la transparencia, que no sólo es una demanda justa de la sociedad, sino una obligación del organismo electoral con la que el Gobierno debería estar de acuerdo.

Ojalá que el tiempo y los recursos económicos y humanos puedan, además, alcanzar para empadronar, de la misma forma transparente, a los bolivianos que legal o ilegalmente viven en el exterior y que tienen el derecho a emitir su voto.

Una vez o al mismo tiempo de hacer la imprescindible tarea interna, la CNE deberá realizar las otras, entre las que se encuentra la de satisfacer ese derecho de todos los bolivianos diseminados en el mundo. Lo que no debería hacerse es dejar opacado el sistema electoral interno que continúe generando dudas que, a esta altura y en uno de los países con más referendos y elecciones, sigan empañando sus resultados con denuncias de fraudes.

Opinión / El dengue como nueva expresión de la pobreza y del atraso

Las epidemias que atormentan a los pueblos, en última instancia, son parte de la pobreza y del atraso. Aquí en Bolivia las desgracias que nos afligen, no son por falta de medios materiales, sino por descuido, incapacidad o corrupción de los encargados de resolver los problemas colectivos.

Uno de los asuntos más importantes de la sociedad es la salud de las personas. Contemporáneamente, se entiende por salud no sólo bienestar biológico, sino integral, es decir, plenitud en la existencia. Los seres que alcanzan ese nivel de bienestar total son capaces no solamente de producir lo que necesitan, sino de crear obras maravillosas en el vasto imperio del arte. Por esa significación trascendente, éste es un tema que en todos los países más o menos avanzados, está entre las primeras obligaciones del Estado.

Investigaciones científicas dignas de consideración y respeto, dicen que la dimensión de las personas depende del trato que reciben en los primeros años de su existencia, en este concepto entra el periodo de gestación. Lo que sucede en los primeros cinco años de vida define lo que serán las personas en el resto de su existencia. La desnutrición provoca lesiones cerebrales irreversibles. Esto nos traslada al campo de la medicina preventiva que abarca la totalidad de medios objetivos y subjetivos necesarios para una vida plena.

La salud depende del nivel de evolución de los pueblos. Al referirnos al nivel de madurez psico-biológica de los grupos humanos, estamos no sólo en el ámbito de lo material, sino también de lo cultural, de las condiciones subjetivas necesarias para que la inteligencia se dé en la plenitud de sus potencialidades. Muchas veces la pobreza y el atraso no siempre se refieren a lo económico. Hay países que sufren las consecuencias de grandes catástrofes por falta de valores y principios relacionados con la dignidad, con la igualdad, con la seguridad y con la confianza en lo porvenir.

En nuestro medio la principal causa de los males que afectan a la población, y en este momento, ciertamente trágico, no es de orden material. Durante los últimos años Bolivia ha tenido, financieramente hablando, ingresos excepcionales. Las reservas en el Banco Central han superado límites ciertamente admirables. La cantidad de dinero que tiene el país podría servir no sólo para mejorar las condiciones diarias de existencia, sino para acelerar el desarrollo mediante inversiones productivas en el campo y en las ciudades. Lamentablemente, la miseria global se reproduce y prolonga por causas atribuibles a la conducta humana. Los administradores del Estado todavía no pueden responder a los desafíos de este tiempo.

Como en todas las situaciones difíciles, los pobres son los que llevan la peor parte en situaciones excepcionales de enfermedades contagiosas. El dengue, que ahora se extiende peligrosamente, es consecuencia de la falta de previsión de las autoridades correspondientes. Nos referimos no sólo a los que actualmente tienen bajo su responsabilidad la administración del Estado, los anteriores tienen mucho que ver. Es cierto que el sector público tiene gran parte de la culpa, pero no es menos evidente el descuido o la indiferencia de las universidades, de los centros privados de salud y en general de todos los que pudiendo hacer algo no lo hicieron. Es otra consecuencia de la pobreza y del atraso derivados, preponderantemente, de la mentalidad y de la conducta de los políticos que ocuparon y ocupan la dirección del Estado.

Los Tiempos / Lo boliviano y lo “indígena originario”

Es ahora cuando se verá si modificar la realidad es tan fácil como hacer elucubraciones antropológicas

Si hubiera que identificar a los más importantes pilares sobre los que se sostiene el proyecto político impulsado por la élite que gobierna en nombre del Movimiento al Socialismo, seguramente la supuesta demanda de reconocimiento a la identidad étnica y cultural de gran parte de los bolivianos ocuparía el primer lugar.

Es así porque con extraordinaria habilidad, un grupo de intelectuales surgidos de la clase media y muy bien respaldado por sus similares de escuelas sociológicas y antropológicas europeas se dieron a la tarea —con mucha eficiencia, hay que reconocerlo— de poner el tema étnico en el centro de la acción política.

Uno de los primeros pasos en ese sentido fue lograr que en el Censo de Población y Vivienda de 2001 se introduzca de manera ladina una pregunta que obligaba a los bolivianos a identificarse con algún grupo étnico, minimizando la posibilidad de que “lo boliviano” sea un factor generador de vínculos de pertenencia.

El resultado que arrojó ese censo, como era inevitable, indicaba que eran relativamente pocos los nacidos en este país que se sentían bolivianos antes que quechuas, aymaras, guaraníes o de cualquiera de las otras 36 “naciones” que se fueron inventando. Se inició así una batalla ideológica que paulatinamente fue ganada por los ideólogos del neoindigenismo hasta llegar a ese enorme absurdo que es la actual Constitución Política del Estado.

Quienes conocen Bolivia más allá de los delirios intelectuales de los continuadores del mito del “Buen Salvaje”, siempre supieron que esa era una enorme falacia; Pero nunca se hizo nada, o muy poco, para desenmascarar en el terreno de las ideas tal despropósito. Se puede prever, sin embargo, que ese artilugio intelectual que con tanto éxito fue mercadeado políticamente en nuestro país y en el exterior, poco a poco irá siendo desacreditado por la tozuda realidad.

Una pequeña muestra de lo dicho son los resultados que arroja una investigación denominada “Encuesta nacional sobre valores y actitudes frente a la conflictividad en Bolivia” que fue desarrollada en enero por la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (FBDM) y patrocinada por el Fondo para la Democracia de Naciones Unidas (Undef, por sus siglas en inglés). El estudio revela que el 68 por ciento de los encuestados se considera mestizo y boliviano antes que “indígena-originario”. Es decir, una amplia mayoría considera prioritaria la identidad nacional frente a lo indígena o lo regional.

El dato no es poco relevante, pues ahora que fue aprobada la Constitución masista ha llegado la hora de llevar a la práctica la supuesta supremacía de lo indígena sobre lo boliviano en nuestro país. Y es ahora cuando se verá si modificar la realidad es tan fácil como hacer elucubraciones antropológicas.


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