Sobre el discurso del señor Morales

image Marcelo S. Dabdoub Peña



Después de estar 500 años bajo la explotación de una élite pequeña, blanca e importada, ha llegado finalmente el momento, de que el pueblo boliviano tome a su destino en sus propias manos.

Esta frase esta basada y se asemeja bastante a la frase original del señor Morales en un discurso de diciembre del año 2005. En ese particular día, los ciudadanos del país que conocemos como Bolivia, conocieron la identidad de su nuevo presidente. Los estrategas y personajes políticos afines a su causa lo celebraron también como el primer presidente indígena de ese país.

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Después de 500 años hemos tomado finalmente a la plaza Murillo.

Esta frase proviene del discurso del señor Morales del 25 de enero del año 2009.

En este particular día, los ciudadanos del país que conocemos como Bolivia, conocieron la posible identidad de su futuro presidente y se enteraron que tendrían una nueva constitución. Los estrategas y políticos afines a su causa celebraron la refundación de ese país y a la primera constitución que supuestamente alcanzaría igualdad entre sus ciudadanos.

Estoy convencido de que estas frases representan al modo de argumentación del señor Morales y que no es necesario ser un lector muy atento para percatarse de la similitud de ambas. Pero, ¿que se podría advertir en estas?.

Podríamos decir que él no ha cambiado el contenido de su argumento desde el día que subió al poder. Pero esto no es necesariamente deficiente.

Entre las distintas observaciones que se le podrían hacer, ésta me parece bastante válida: La forma de argumentar del señor Morales es histórica y ésta no ha cambiado desde el inicio de su carrera política. Para él, la sociedad boliviana sufre y es explotada desde la llegada de los españoles a nuestro continente. Es también su deber liberar a la sociedad boliviana de este yugo y proteger la herencia del imperio incaico, lo cual incluye desde los símbolos “milenarios” hasta la filosofía de vida de este imperio (Art. 8 de la Nueva Constitución).

Ahora, nosotros podríamos seguir esta maniobra y activar la discusión diciendo: ¿Por qué debería el departamento de Santa Cruz rendir homenaje a la cultura incaica? La vestimenta indígena que representa uno de los elementos de mayor notoriedad en esta cultura precolombina (y que entusiasma a todos los extranjeros) fue, en realidad, impuesta por Carlos III a fines del siglo XVIII inspirándose en vestimentas regionales de Extremadura, Andalucía y otras regiones. La raya al medio en el peinado de las cholitas fue impuesta por el virrey Toledo. ¿Rendir homenaje a una cultura ajena a nuestro departamento y que basa muchos de sus aspectos en ficciones?

Con esta respuesta alegraríamos a los estrategas de Morales. Se iniciaría entonces una discusión interminable, donde las realidades históricas y las ficciones históricas dilatarían este debate hasta su desaparición. Tengo la impresión de que el señor Morales (y, lamentablemente, algunos actores políticos de nuestro departamento) desconoce en extensión al verdadero objetivo de este debate. Sus asesores políticos lo conocen y estos no están interesados en entrar en un proceso de negociación honesto y constructivo en estos tiempos de confrontación. Tiempos del “empate catastrófico”. Las palabras clave aquí son distracción y ficción. Distraernos de la verdadera realidad boliviana, en especial, la realidad del departamento de Santa Cruz.

En esta ocasión me gustaría citar al señor Alex Baur, periodista y columnista suizo de la revista Weltwoche. Este señor, aun siendo extranjero, ha sido capaz de observar certeramente a la sociedad boliviana con respecto a este tema. Él escribe: “Con la glorificación de la herencia indígena, Evo Morales se basa en la falsificación histórica que muchas dictaduras militares nacionalistas usaron en el anterior siglo. Pero es que hoy día, los Incas tienen para Bolivia la misma relevancia que los Galios tienen para la Francia de estos días . ”

Es cierto que en el pasado hubo situaciones donde la sociedad boliviana fue explotada, pero eso pertenece al pasado histórico de Bolivia, no a la actualidad. La sociedad actual del departamento de Santa Cruz no corresponde a la visión de Bolivia del señor Morales. Nuestro departamento (y la mayor parte del territorio boliviano) ha logrado liberarse de muchos problemas sociales del anterior siglo. La discriminación racial es uno de ellos. Nuestra comunidad es una de mestizos, en la cual no importan el origen o raza, sino el rendimiento y el éxito. No nos dejemos distraer entonces. La discusión acerca de los 500 años de explotación y sometimiento no tiene validez alguna, es INNECESARIA, SUPERFLUA, principalmente en el departamento de Santa Cruz. Participar en una discusión de esta índole significaría entonces admitir la posibilidad de la existencia de dicha explotación en el presente, lo cual no es cierto. Tampoco debemos permitir a Evo Morales confundir a los bolivianos y a la comunidad internacional al definir la pobreza existente como resultado de una supuesta explotación actual.

Pero el verdadero fin de este artículo es: Recordar que tenemos que saber elegir las discusiones que vamos a entablar con el gobierno del señor Morales. No permitamos que él siga eligiendo la temática (y los métodos) de los próximos debates. No olvidemos que las decisiones que tomamos y las negociaciones que entablamos con este gobierno no solo son observadas en el ámbito nacional y que en muchas ocasiones pueden crear, en realidad, un velo de desinformación en nuestra sociedad y la comunidad internacional.

Se avecinan tiempos decisivos para nuestra región, durante los cuales, necesitaremos al respaldo incondicional de miembros esenciales del escenario internacional. Es de suma importancia que ellos estén informados de esta falsificación de la situación de la sociedad cruceña y boliviana. Pues no sería la primera vez que se instrumentaliza a la historia (peor aún, la falsificación de ésta) para legitimar a la tiranía gubernamental.

En estos momentos de incertidumbre política, nosotros, los habitantes del departamento de Santa Cruz, debemos ser honestos y someternos a estas inevitables preguntas: ¿Estamos dispuestos a seguir negociando con un aparato estatal tiránico que no esta interesado en alcanzar compromisos viables para ambas partes?, ¿es acaso posible mantener una discusión cuando los argumentos de una de las partes tienen un contenido que se acerca a la demencia con respecto a la realidad social de nuestro departamento?. ¿Estamos preparados para tolerar al avasallamiento de nuestra identidad como sociedad? y -la pregunta de mayor relevancia para nosotros- ¿queremos seguir dialogando y negociando con Evo Morales después de haber sido ignorados y engañados durante años?

Yo, como muchos ciudadanos del departamento de Santa Cruz, ya he adoptado una postura consecuente y sin compromisos.

Fuente: Gentileza de C. R.