Se registraron al menos cuatro avasallamientos de tierras y casas en el altiplano y el oriente bajo el amparo de este documento.
La ex diputada del MAS Marleny Paredes fue desalojada de su propiedad
Agredida: la ex diputada masista muestra los hematomas de su brazo derecho que fueron causados por las agresiones en los Yungas
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La Prensa
La ex diputada masista dejó el MAS después de octubre de 2003 por discrepancias internas.
La Prensa y agencias.- Transcurrieron 33 días desde que la nueva Constitución Política del Estado (CPE) está vigente y hasta ahora se registraron al menos cuatro avasallamientos de tierras y casas en el altiplano y el oriente bajo el amparo de este documento. El caso más reciente fue revelado ayer por la ex diputada del MAS Marleny Paredes, cuya propiedad en los Yungas fue avasallada por masistas.
Una semana después de que se promulgara la Carta Magna, los colonizadores de San Julián ingresaron a una propiedad agrícola que tenía cultivos con el argumento de que estaban acatando los mandatos de la nueva CPE que establece que no habrá propiedades de tierra mayores a las 5.000 hectáreas.
Posteriormente, el Movimiento Sin Techo (MST), liderado por Valerio Queso, doble del presidente Evo Morales, ocupó tierras en la zona de Palmasola, en la ciudad de Santa Cruz.
El sábado 7 de marzo, los campesinos de Sank’ajawira, de la provincia Omasuyos, ocuparon violentamente la casa del ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y expulsaron a su esposa, hijos y familiares con el argumento de justicia comunitaria porque la ex autoridad supuestamente no había cumplido los deberes de la comunidad y por haber promovido el No a la Constitución.
Sin embargo, no fue el último. La ex diputada masista Marleny Paredes, quien tiene una propiedad en la zona de Chicalulu, sobre el camino a Coroico, denunció ayer que fue expulsada de ese lugar por supuestos militantes del MAS.
El hecho ocurrió el martes 3 de marzo. Relató que militantes del partido oficialista la agredieron verbalmente y físicamente al punto de echarla en un barranco cercano a su casa. Ayer llegó a la Cámara de Senadores para presentar la denuncia y mostró varios hematomas en su cuerpo como consecuencia de los golpes.
El presidente del Senado, Óscar Ortiz, dijo que investigará el hecho.
La pedagoga, de 56 años, había llegado ese día acompañada del albañil Sergio Condori, al que contrató para que hiciera refacciones en la vivienda que construyó en el lugar en 1983. Cuando entró en su casa, se dio cuenta de que ésta había sido saqueada, pero mayor fue su sorpresa cuando preguntó a una de sus dos vecinas quién la había robado. “¿Acaso soy tu cuidante?”, dice Paredes que le respondió.
La propiedad de la ex parlamentaria masista, quien se alejó de su partido en 2003, tiene siete hectáreas, donde construyó su casa y tiene plantaciones de plátano, naranja, mandarina, café y maíz.
La edificación, de tres pisos, está en plena ejecución. Inicialmente se proyectó que funcionara como un hotel.
Paredes identificó a los autores intelectuales como Samuel Pilco Silva y David Román y a los agresores como Gregorio Zabaleta, Isaac Tórrez y Juan Blanco y sus respectivas esposas, quienes al parecer le habían reclamado por haber dejado la tienda política del MAS.
La agredida fue diputada nacional por el MAS desde 2002 hasta finales de 2003, después de los sucesos violentos de octubre. Fue expulsada de sus filas sin haber tenido un proceso interno o ser remitida al Tribunal. El jefe departamental del partido oficialista, Samuel Guarayo, explicó que Paredes fue echada por traición a los principios del partido y porque en el periodo en que estuvo como legisladora “no trabajó junto a los demás representantes y tampoco cumplía los mandatos de los congresos del MAS”.
Guarayo negó que militantes de su partido hayan participado en este hecho delictivo, pues actualmente continuaría tomada la propiedad de la ex parlamentaria oficialista.
Ella aseguró que fue echada de su frente porque reclamó al entonces dirigente de los cocaleros Evo Morales por qué no estaba en las calles de El Alto mientras la gente moría.
En 2006 ya presentó una denuncia ante la Fiscalía por acoso de militantes oficialistas y en diciembre del año pasado presentó el libro Del gonismo al evismo, junto con el ex presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Enrique Mariaca, en el que señala que octubre no fue protagonizado por líderes conocidos ni por Morales, sino que éste se aprovechó de un instrumento llamado movimiento social.
Paredes ya presentó la denuncia en Coroico y La Paz y asegura que hay otros casos de violencia política perpetrados por militantes del MAS en Yungas, sobre todo en las localidades de Chulumani y Coroico.
Lino Villca, senador yungueño del MAS, intentó justificar estas acciones. “Desconozco estos hechos, pero como persona, ella no cumple los deberes de la comunidad, ella debe estar presente en las reuniones, aunque si no cumple existen sanciones”, dijo a ANF.
Para el senador Wálter Guiteras (Podemos), el Gobierno está en la obligación de hacer cumplir el principio constitucional del respeto a la propiedad y no mirar de palco lo que sucede con propiedades agrícolas.
La ex masista fue crítica con el partido oficialista
La ex diputada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Marleny Paredes fue crítica con su partido: antes de salir de las filas oficialistas denunció que el actual presidente Evo Morales “se aprovechó de un instrumento llamado movimiento social” y no luchó en la “guerra del gas” en la ciudad de El Alto que dejó al menos 67 muertos.
“Los líderes que han luchado por la guerra del gas parece que quedaron tan malogrados que no se los ha visto más. Es que el sindicalismo sano no es perenne. En cambio, hay líderes sindicales que se mantienen cinco o seis gestiones, como Morales. El prorroguismo no es algo regular. Por eso, muchos ya cesaron en sus funciones y no hay quién reclame sobre las esperanzas de la lucha de octubre”, comenta en su libro Del gonismo al evismo.
Paredes nació en La Paz y tiene dos hijos. Es investigadora social, con postgrado en seguridad social, medio ambiente y gestión indígena intercultural. Fue responsable del Comité de Defensa de la Democracia, liderado por Marcelo Quiroga Santa Cruz. Por sindicaciones políticas tuvo que salir del país y vivió exiliada en Suiza. En los años 80 integró la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos en Bolivia (APDHB).
Fue diputada nacional entre 2002 y 2006. Ingresó en este campo vinculada al Movimiento Al Socialismo, pero en 2003 se separó de esta tienda política. Se define como crítica y discrepante del clasismo, racismo y totalitarismo dentro del MAS. Dictaba una cátedra en la Universidad Mayor de San Andrés y escribió artículos de opinión; sin embargo, ahora se estaba dedicando a levantar un hotel cerca de Coroico. Se considera una persona muy apegada a las leyes, por lo que considera que volver al MAS no es una opción.
Las tomas
A las dos semanas del 25 de enero, fecha en que se aprobó el nuevo texto constitucional, unas 200 personas, supuestamente afines al MAS, tomaron los terrenos de Transredes-YPFB en Santa Cruz. Mientras que los dirigentes del partido de Gobierno negaron cualquier relación con los ocupantes, algunos ciudadanos asentados en esos terrenos revelaron que prepararon la toma de tierras hace dos semanas, con el aval del MAS.
El 31 de enero en la ciudad de Santa Cruz, Valerio Queso, conocido por su parecido físico con el presidente de Bolivia, Evo Morales, encabezó tomas de tierras en el departamento oriental de Santa Cruz. El dirigente del Movimiento Sin Techo ocupó terrenos cercanos a la refinería de Palmasola.
El sábado, campesinos de la provincia Omasuyos en la población de Huatajata tomaron el control político en el lugar y decidieron expulsar al ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas por haber hecho campaña en contra de la aprobación de la nueva Constitución y haber sido acompañante de Gonzalo Sánchez de Lozada.
La situación revelada más recientemente ocurrió el martes 3 en el camino a Coroico, cuando fue tomada la propiedad rural de Marleny Paredes.