Campesinos amenazan con librar dura batalla por mina Himalaya

Dirigente: «Si quieren entrar nos tendrán que liquidar a todos..»

Gobierno dice que restituirá ley y orden en la mina Himalaya.

image Movilización: pobladores de las comunidades que rodean la mina Himalaya bloquean un acceso, el lunes (foto La Prensa)



La Paz | ANF

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Los campesinos del cantón Cohoni anunciaron, este jueves, con radicalizar las medidas de presión con el propósito de evitar la retoma de la mina Himalaya que desde hace 17 meses está bajo el control de los comunarios que se dedicaron a explotar los yacimientos de wólfram y estaño.

«Si quieren entrar nos tendrán que liquidar a todos, ya estamos organizados aquí, ya estamos llegando a 1.200 trabajadores, 7.200 habitantes de todo el sector», dijo el dirigente campesino de la localidad de Cohoni, ubicado en la provincia Murillo en las faldas del nevado Illimani, Plácido Quispe.

Quispe señaló que no devolverán el cien por ciento del equipo policial que dejaron los 36 efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) que fueron emboscados por cerca de 200 lugareños el domingo pasado, lo cual impidió la retoma de ese centro minero.

De acuerdo con el Comando Departamental de la Policía, los campesinos estarían en posesión de tres pistolas, dos rifles, equipo antimotín, lanza granadas, escudos, chamarras, cascos y chalecos. Equipo que debía ser devuelto el miércoles, pero esto no sucedió a pesar del acuerdo al que llegaron las autoridades de la institución verde olivo con los comunarios.

«No tenemos el suficiente tiempo para estar buscando. Entonces tenemos un acuerdo con ellos para entregarles y devolverles sus cosas, pero una vez que recaudemos y en cuanto aparezcan, porque no siempre va ser todo, no va ser el cien por ciento. Pero no será posible en estos días», dijo el dirigente de Cohoni.

Negó que los campesinos tengan en su poder armas de fuego, al señalar que responderán a las posibles acciones directas de la Policía con bloqueos de caminos, palos y piedras. «Sólo muertos nos van a sacar de la mina, esa es la última determinación que se ha tomado», agregó.

La mina Himalaya tiene yacimientos de wólfram y estaño, está ubicado en el cantón Cohoni de la provincia Murillo de La Paz, en las faldas del nevado Illimani, colindante con Sud Yungas, a 160 kilómetros de la ciudad capital de departamento y sede del gobierno nacional.

NACIONALIZACIÓN: Quispe aseguró que los pobladores del cantón Cohoni nacionalizaron la mina Himalaya, que está bajo su control hace 17 meses, al considerar que los recursos naturales existentes en el país pertenecen a los pueblos originarios que tiene el derecho de explotarlos y manejarlos.

No obstante, el viceministro de Régimen Interior , Marcos Farfán, criticó la acción de los comunarios y señaló que la nacionalización de los recursos naturales se lo realiza, mediante decretos que son emitidos por el gobierno y no por organizaciones campesinas o sociales.

Gobierno dice que restituirá ley y orden en la mina Himalaya

García Linera y Rada coinciden en que se devolverá el yacimiento a concesionario

La Prensa

El Ministro de Gobierno anuncia “tarjeta amarilla” a jefes policiales que no hagan bien su trabajo.

Tanto el vicepresidente Álvaro García Linera como el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, coincidieron ayer en que el Ejecutivo está decidido a sentar presencia estatal en la mina Himalaya, que volverá a ser explotada por sus concesionarios.

Rada afirmó que se aplicará la ley en esa región, pues “si hay algún ciudadano o un grupo de ciudadanos que piensa que en este país no tenemos leyes ni Constitución, ni instituciones de fuerza pública para hacer cumplir las leyes, se equivocan”.

Rechazó la posibilidad de que los pobladores de determinado punto del país no acepten la presencia del Estado.

El 26 de octubre de 2007, los comunarios de Hussi tomaron la mina en la que la empresa Himalaya había invertido, según su gerente técnico Roberto Pérez, unos 10 millones de dólares durante 23 años destinados a labores de exploración, prospección y preparación.

Durante 18 meses, los comunarios han explotado artesanalmente wólfram y estaño en esa concesión minera.

La noche del sábado, un contingente policial se dirigió a la zona para retomar la mina, pero la mañana del domingo encontró fuerte resistencia de los comunarios, quienes los emboscaron en un cañadón y los obligaron a huir de la zona.

Un bus policial sufrió un desperfecto al avanzar por un estrecho camino dentro de ese lugar, lo que dejó a los efectivos a merced de los lugareños.

El Mandatario admitió que hay dificultades, que calificó como “meramente temporales”, por lo que se “planificará (un operativo) para que con base en la legalidad y los procedimientos que garantiza la propia Constitución (en materia de derechos) personales e individuales de los ciudadanos se restablezca el derecho al trabajo de la mina Himalaya”.

La nueva Constitución, en la que se apoyan los campesinos para usurpar el yacimiento, según García Linera, no justifica la ocupación ilegal o arbitraria de propiedades y áreas de explotación laboral. “Nosotros sabemos los mecanismos que tiene el Estado para restablecer el orden en los distintos lugares”.

El Gobierno expuso su preocupación por los uniformados, debido a las misiones encomendadas en las condiciones de seguridad para su integridad física, por lo que Rada solicitó un informe oficial a la Unidad de Planeamiento y Operaciones.

“Si ha habido improvisación que ponga en riesgo a los efectivos, no se va a tolerar, y si hay que sacar ‘tarjeta amarilla’ a algún jefe policial que no haya cumplido bien su trabajo, lo haremos”.

El lunes, 200 uniformados se replegaron, pues se supo que los campesinos están armados.

El Ministro aseguró que en esa región “se han cometido varios delitos”, como avasallamiento, resistencia a la fuerza pública y agresión a policías.

La autoridad no quiso establecer tiempos para que en la mina Himalaya se restablezca la presencia y autoridad del Estado y la empresa concesionaria reanude la explotación.

“Esto puede tomar algún tiempo, unos días, tal vez semanas, pero que no quepa duda que la ley se va a cumplir”.

Sin respeto a niños y ancianos

Eran las 19.00 del martes. La Prensa llegó a la parte posterior del Illimani, donde los campesinos que explotan artesanalmente la mina Himalaya denunciaron que fueron víctimas de los policías la madrugada del domingo, cuando intentaron tomar el lugar. Según su versión, los uniformados lanzaron granadas de gas sin considerar que a esa hora dormían ancianos, niños y mujeres.

“Estábamos preparando el desayuno para los niños —relató Rosa Quinteros Lima— cuando entraron bruscamente y botaron gases, nos decían que nos retiráramos, y por escapar hasta nos caímos con nuestros hijos. Estoy embarazada y a mí me dieron un rodillazo”.

Miguel Tarqui refirió: “Hemos sido sorprendidos durmiendo, golpearon a los ancianos, a nuestros guardias los han enmanillado”.

Explicaron que a eso de las 05.00 aparecieron unos 36 policías en camionetas y que al evitar la toma, la mina Himalaya se convirtió en un “campo de batalla”. Los campesinos de otras comunidades que trabajan en las excavaciones, al escuchar los disparos y ver el humo de los agentes químicos, acudieron al lugar y emboscaron a los policías. El enfrentamiento duró hasta el mediodía. “Les hemos botado, las mujeres con piedras y nosotros con las manos, les hemos desarmado y con lo mismo les hemos gasificado y los hemos despachado”.

Un camino complicado

La Prensa se dirigió a la mina Himalaya, donde el domingo policías fueron emboscados por los campesinos. El yacimiento se encuentra en las faldas del Illimani, pero en la cara que da al departamento de Cochabamba. Es un viaje largo y por un camino que se encuentra en muy malas condiciones.

Seguir la ruta del Valle de las Ánimas, Palca, Killiwaya y Cohoni demanda, desde el centro de La Paz, unas cinco horas de viaje, y desde ese punto faltan unas dos horas más para llegar a la mina.

A partir de Cohoni se sigue por un valle exhuberante a través de un camino delgado y pedregoso, rodeado por maizales, plantaciones de tomates y lechugas regadas por el agua cristalina del nevado.

Pequeñas cascadas caen por las montañas rumbo al río La Paz. Se llega a la mina Urania. Sus trabajadores tienen las manos verdes por manipular wólfram.

Unos kilómetros más adelante hay una bifurcación. Una vía transitable lleva a Patacamaya, en el altiplano, y la más delgada, serpenteante, conduce a la concesión minera. Sin embargo, a unos tres kilómetros del socavón los comunarios impiden el paso de los extraños.

Operativo

La Policía ingresará hoy en la región para recuperar equipos arrebatados por los campesinos.