El MAS concentrará todo el poder político con su ley electoral

Los analistas consideran que la elección de diciembre es la más importante en la historia del país, porque se definirá una nueva estructura del poder. Para el MAS, lo que está en juego es su proceso de cambio y, para la oposición, su subsistencia.

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La Razón



La de diciembre no será una elección general más, será “la madre de las batallas”, el punto de inflexión que definirá el futuro político del proyecto socialista del MAS y de la debilitada oposición, según coincidieron analistas y políticos. Esta vez, el objetivo central no será la Presidencia de la República, sino el control de la primera Asamblea Legislativa Plurinacional.

De ello dependerá que el oficialismo ponga en marcha todos sus proyectos políticos, esta vez sin las trabas que durante tres años le puso la bancada de senadores de la oposición o, en su caso, que la oposición sobreviva y consolide un proyecto que a futuro pueda pensar en ganar una elección a Evo Morales.

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El 28 de marzo, durante un acto de aniversario del MAS, el propio Jefe de Estado hizo notar la importancia que tiene para su proyecto político el lograr el control pleno del Legislativo. “En las próximas elecciones soñamos en ganar con más del 70%, hermanos y hermanas, y no estamos lejos de eso. Imagínense cuando tengamos mayoría en el Senado, mayoría en el Parlamento, que tengamos mayoría en la Asamblea (Legislativa) Plurinacional, todo lo que quiera el movimiento popular (será) aprobado, aprobado en la Asamblea Plurinacional”, arengó.

El analista político Jorge Lazarte señaló que esta elección será “la madre de todas las batallas” y que el objetivo estará en el control del Legislativo, ya que de ello dependerá que el proyecto de Morales se consolide, algo que, en consecuencia, significaría el arrinconamiento total de la oposición.

“El control de la Asamblea Legislativa es estratégico para el Gobierno; está claro que la organización de las instituciones del Estado dependerá de la distribución de fuerzas en el Legislativo”, dijo.

El proyecto de Ley de Régimen Electoral que aprobó el oficialismo en la Cámara de Diputados, y que ahora pretende sancionar con la amenaza de un cerco social de por medio, habilita 14 diputaciones indígenas que deben ser avaladas por las bases masistas y que, sumadas a las 40 circunscripciones uninominales asentadas en el área rural, le abren efectivamente la posibilidad de lograr hasta el 70% del control de la Asamblea Legislativa, según advirtió el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas.

El politólogo Carlos Cordero considera que “lo que está en juego (en las elecciones) es el proyecto político del MAS, porque si no tiene una mayoría holgada en la Asamblea Legislativa, la Constitución y el proyecto de cambio pueden verse en riesgo”. Por eso, afirmó que “estas elecciones y esta ley electoral son clave para el Gobierno”.

Los masistas dan por ratificado al presidente Evo Morales y admiten que lo importante ahora es controlar la Asamblea Legislativa, porque esto permitiría tomar decisiones tan importantes como el diseño de los otros poderes del Estado.

“La elección de diciembre nos permite dar el primer paso para la reorganización democrática de tres poderes constituidos: el Legislativo, el Ejecutivo y posteriormente será el Órgano Judicial”, afirmó el jefe de bancada del MAS en la Cámara de Diputados, César Navarro.

Según la Constitución Política del Estado que entró en vigencia en enero, una de las primeras tareas de la Asamblea Legislativa Plurinacional será la aprobación de las leyes que definan la estructura de estos poderes del Estado. La segunda disposición transitoria de la Carta Magna señala: “La Asamblea Legislativa Plurinacional sancionará, en el plazo máximo de 180 días a partir de su instauración, la Ley del Órgano Electoral Plurinacional, la Ley del Régimen Electoral Plurinacional, la Ley del Órgano Judicial,, la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional y la Ley Marco de Autonomías y Descentralización”.

El ex presidente Carlos Mesa coincidió en que la elección de diciembre “es crucial, porque en ese proceso se definirá la consolidación o no de una Constitución y el modelo autoritario que implica su aplicación. Es el punto de partida o de quiebre de un proyecto poco democrático. Es la opción de frenar un camino equivocado y reconducirlo salvando sus dos virtudes mayores: La inclusión irreversible de todos los bolivianos y las autonomías”.

Acotó que más allá de la figura del Presidente, que es clave en la elección, “la definición del control del poder estará en la composición y porcentajes de control de la Asamblea Plurinacional”.

El alcalde de Potosí y candidato a la Presidencia, René Joaquino, dijo que la oposición tiene el desafío de “equilibrar el poder, porque si el MAS controla el Legislativo estaremos en el camino del autoritarismo”.

Cordero añadió que para la oposición política empieza una etapa de “prueba de fuego”, porque tendrá que luchar por una ley electoral que le permita tener más posibilidades para lidiar en las elecciones. “Si son derrotados las elecciones son mucho más fáciles para el Gobierno; si la oposición logra flexibilizar la ley, los partidos políticos tienen una oportunidad histórica de sobrevivir al huracán que es el MAS”.

“(La elección) nos permite dar el primer paso para la reorganización democrática de los tres poderes”.
César Navarro, jefe de bancada del MAS.

“La definición del control del poder estará en la composición y porcentajes de control de la Asamblea Plurinacional”.
Carlos Mesa, ex presidente del país.

Punto de vista

Es la madre de todas las batallas
Carlos Cordero,
analista político.

“Lo que verdaderamente está en juego es el proyecto político del MAS. Si el MAS no tiene una mayoría holgada en la Asamblea Legislativa, la Constitución y el proyecto de cambio pueden verse en riesgo; por eso estas elecciones son clave para el Gobierno. Hay algunos partidos políticos que en estas elecciones van a mostrar si han logrado sobrevivir a este huracán que ha sido el MAS: van a pasar por completo a la historia o estas elecciones los harán revivir. Con su posible derrota, se cerrará un ciclo en la historia de los partidos políticos del siglo XX. Será, ni duda cabe, y alguien ya ha llamado así a las elecciones de diciembre, la madre de todas las batallas: por la democracia, por la sobrevivencia de las instituciones democráticas y para ver si la revolución democrática que propone el MAS es exitosa o va a ser frenada”.

La estabilidad del Gobierno depende de la Ley Electoral

Consenso • La oposición rechaza la norma planteada por el Gobierno. Analistas recomiendan garantizar elecciones transparentes.

imageCERCO AL CONGRESO • Ciudadanos afines al MAS cercan el Palacio Legislativo. Esta estrategia ya fue utilizada antes.

Rumbo a las elecciones generales de diciembre, el primer desafío que deben enfrentar los actores políticos es concertar la ley de Régimen Electoral de Transición, ya que de esa norma dependerá la estabilidad y legitimidad del futuro Gobierno y de la primera Asamblea Legislativa, coincidieron analistas y actores políticos.

Según el analista Jorge Lazarte, la estructura de esa ley es crucial para el oficialismo y para la oposición, ya que de ella dependerá el futuro de ambos y la solidez de la nueva administración.

“El régimen electoral se traduce en la fórmula de voto, la manera de convertir ese voto en escaños; por eso es una apuesta demasiado importante para el MAS”, afirmó. Advirtió que el proyecto aprobado en Diputados “le garantiza tener el control de la Asamblea Legislativa, incluso antes de conocerse los resultados”.

Para el analista político Carlos Cordero, el problema no está en que el MAS controle el Gobierno y la Asamblea Legislativa, “el problema está en que las reglas del juego sean equitativas y que el proceso electoral sea transparente”. Dijo que de ello dependerá la estabilidad del futuro Gobierno y del país.

De no lograrse el equilibrio en la Ley Electoral y la garantía de transparencia en los procesos electorales, “esto sí haría un daño enorme a la democracia, esto sí tensionaría a la sociedad boliviana, nos llevaría a una ruptura y provocaría un paralelismo (político) en el país”.

El objetivo del Gobierno, según lo reveló el presidente Evo Morales hace una semana, es lograr un 70% de apoyo en diciembre y el consecuente control de la Asamblea Legislativa.

La oposición rechaza el proyecto de ley que quiere aprobar el oficialismo porque considera que es favorable a los cálculos electorales del MAS, por lo que inició un proceso de resistencia.

Por ejemplo, observan el hecho de que los candidatos a escaños indígenas tengan que ser avalados por las organizaciones que ahora forman parte de las bases masistas (la CSUTCB, el Conamaq y la Cidob). También rechazan que se fuerce el voto en el exterior y que no se haya definido un mecanismo de transparentación del Padrón Electoral.

El ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas dijo que este proyecto “es un crimen político tal como está diseñado, pues les garantiza (a los masistas) el 70% de apoyo”. Por ello, dijo que “si no se resuelve ese tema no podrá haber elecciones en diciembre”.

Para el director de Autonomías de la Prefectura de Santa Cruz, Carlos Dabdoub, “si pudiéramos asegurar elecciones limpias, la mayoría del MAS estaría en riesgo”. Dijo que por ello los oficialistas apuestan al fraude.

En todo caso, la oposición se moviliza para frenar la aprobación de una ley sin consenso, mientras las bases masistas alistan un cerco al Congreso para obligar a los parlamentarios a aprobar la norma del oficialismo.

El proyecto del MAS plantea la creación de 14 circunscripciones indígenas, en las que sólo los sindicatos afines al partido de Gobierno podrán acreditar candidatos ante la Corte Electoral.

Además, establece el voto en el exterior para diciembre de este año en lugares donde la Corte Nacional Electoral (CNE) defina.

Contrariamente, la oposición plantea que se haga una redistribución de escaños en todo el país para equilibrar la votación y que el voto en el exterior no sea selectivo y se realice en todos los países. También cuestiona la transparencia del Padrón Electoral, por lo que plantea un proceso de reinscripción ciudadana.

Punto de vista

“Está en juego la forma del poder”
JORGE LAZARTE,
analista político.

“Las elecciones de diciembre no son ordinarias, porque no es tanto el voto por el derecho a gobernar, sino por saber cómo se organizará la estructura del poder político. Para el Gobierno, es la batalla más dura que tendrá que enfrentar, porque ahora se juega la implementación del texto constitucional y éste establece los principios para organizar el poder político en Bolivia.

No hemos tenido una sola elección que sea comparable en toda la historia de Bolivia. Nunca se ha votado por la organización de una nueva estructura de poder en el país; ahora, con la nueva Constitución, se está refundando todo … lo que está en juego es la revolución que ha prometido el Gobierno. En ese sentido, no es una elección banal y por eso, reducir la elección sólo a candidaturas es una apuesta demasiado chica para lo grande que está en juego”.

El MAS apunta a recuperar el apoyo de la clase media

ESTRATEGIA • Su campaña estará basada en la educación cívica ciudadana de su proyecto.

Para el Movimiento al Socialismo (MAS), el objetivo principal rumbo a las elecciones generales de diciembre de este año es recuperar el respaldo de la clase media, que en el referéndum constitucional del 25 de enero registró una curva descendente, según datos oficiales de ese proceso.

Así lo admitió el jefe de bancada del MAS en la Cámara de Diputados, César Navarro, quien aseguró que este bajón en el respaldo a su partido se debió a la propaganda de la oposición, “que apeló al insulto contra el Gobierno” para desvirtuar su propuesta.

Pese a ello, aseguró que para diciembre “va a existir una recuperación de la clase media urbana”, para lo cual dijo que diseñaron una estrategia política.

“Se desplegará toda una campaña sistemática y pedagógica de nuestra propuesta, vamos a superar lo electoralista en la campaña para entrar fundamentalmente en un sistema de educación cívica política en la sociedad civil”, explicó Navarro.

El senador masista del sector cocalero, Lino Villca, coincidió en que el principal reto para su partido en diciembre será llegar a la clase media que, según sus cálculos, abarca el 30% de la población electoral. Villca considera que en el sector rural mantendrá su apoyo cerrado a la gestión del presidente Evo Morales.

“En el área rural hay un sentimiento de identidad con Evo Morales, ellos sienten que es como su hijo, por eso mantendremos el voto duro”, afirmó Villca.

En esa línea, anunció que se trabajará más en las ciudades, “pero sin descuidar el área rural”.

ESTRUCTURA

Sindicatos • La fuerza del MAS está asentada principalmente en los colonizadores, campesinos e indígenas, que son parte de la estructura orgánica de este partido.

Aliado • El MAS tiene como aliado al Movimiento Sin Miedo, que concentra su principal apoyo en la ciudad de La Paz y que anunció que revisará su pacto en julio próximo.

La oposición piensa en un proyecto político único

Estrategia • La propuesta es combinar la candidatura nacional con liderazgos locales.

Aunque aún no lograron converger en una propuesta política conjunta, los diferentes líderes de la oposición consideran que la mejor fórmula para hacer frente al Movimiento al Socialismo (MAS), en las elecciones generales de diciembre, es la combinación de un proyecto único con liderazgos regionales fuertes.

El senador beniano Wálter Guiteras (Podemos) opina que es importante conformar un frente nacional fuerte, “que logre fracturar el voto de La Paz con candidatos nuevos, porque si no, no hay ninguna probabilidad de ganar”.

Dijo que ese frente nacional debería estar construido a base de liderazgos regionales, lo que les permitiría obtener representación en los departamentos, además del respaldo a nivel nacional que concentraría el candidato a la Primera Magistratura.

Una de las principales iniciativas surgió en Santa Cruz, donde líderes cívicos convocaron para ayer a una reunión ampliada de diversos actores políticos a fin de trabajar en un proyecto de unidad sobre la base del Consejo Nacional Democrático.

El presidente del Senado, Óscar Ortiz (Santa Cruz), quien impulsa un frente desde su región, afirmó que “la responsabilidad de la oposición es construir ese proyecto alternativo”, mientras el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, potencial candidato a la presidencia, coincidió en que “ir separados sería ir a la derrota”.

Según dijo, “hay que lograr armar un proyecto unitario para hacerle frente al MAS”.

El alcalde de Potosí, René Joaquino, quien anunció su candidatura presidencial, coincidió en la idea del frente único. “Vamos a trabajar con todos los partidos que son alternativa para hacer un gran frente; no es bueno dividir o fraccionar la votación”.