El país que está naciendo

El gobierno está en las calles, aprovechando la ausencia del Estado. El MAS se fortalece pero este fenómeno puede volverse en su contra.

image Editorial El Nuevo Día

Acaparar todo el poder, destruir todo vestigio del Estado republicano. El MAS está haciendo un intenso trabajo con miras a conseguir la perpetuidad pero… ¿a qué precio? ¿Cuál es el país que está edificando el Gobierno, a nombre del cambio?
Intolerancia, racismo, avasallamiento de la propiedad privada, cercos al Congreso, corrupción, enfrentamientos, violencia, son fenómenos que comienzan a convertirse en la señal más clara de la “revolución” que encabeza Evo Morales, cuya máxima ambición supuestamente era la refundación del país a través de una nueva Constitución Política del Estado, fundamento jurídico que viene siendo violado sistemáticamente a menos de tres meses de su promulgación.
Ahora que Bolivia está dividida de forma desquiciada en 36 naciones; ahora que los sindicatos y movimientos sociales tienen todo el poder para quemar la casa de un opositor, avasallar minas y estropear a 36 policías; ahora que se acentúan los actos de intolerancia, que se redactan listas negras para expulsar de una ciudad a periodistas e instituciones; ahora que mineros se enfrentan a campesinos y ahora que algunas organizaciones se preparan para darle un nuevo golpe a la democracia a través de otro cerco al Congreso ¿qué futuro le puede esperar al país?
Las generaciones actuales pudimos observar cómo la vieja clase política se aprovechó de las dictaduras y también de la democracia para saquear al país y erigir un país para unos cuantos sobre la base del clientelismo. Los jóvenes de hoy están viendo cómo dirigentes sindicales que jamás han producido nada con sus manos, se pavonean en automóviles lujosos, rodeados de guardaespaldas y con los bolsillos llenos para movilizar y acarrear a los mismos campesinos que en el pasado apoyaron los golpes de Estado y  rifaron sus votos azuzados por los mismos dirigentes que hoy reniegan del pasado ¿Cuál es la diferencia?
Al país le espera una grave crisis económica; la base productiva está dañada; las exportaciones están cayendo a ritmo acelerado, el gas dejó de ser una promesa y para colmo, las remesas de los inmigrantes, que constituían el 10 por ciento de los ingresos totales del país, también están disminuyendo ¿Cómo va a resolver el MAS estos problemas? En el Gobierno no hay energías más que para continuar la campaña electoral que no ha cesado desde el año 2005; el verdadero gobierno está en las calles imponiendo su fuerza mientras el Estado se desvanece por falta de autoridad. El sistema de cosas que está consolidándose en el país no puede conducir a otro destino más que al canibalismo como método de solución de la puja distributiva. Una muestra de ello es lo que sucede en la minería, sector que ha sufrido 300 avasallamientos en los últimos años. Esta tendencia se ha agravado aún más desde que se aprobó la nueva constitución, una suerte de banderazo para las organizaciones sociales y sindicatos que desde el 2006 se han sentido alentados desde el Palacio Quemado por una desmedida exaltación de las expectativas. El presidente Morales cada vez tendrá más problemas para evitar que esta situación que por ahora fortalece su hegemonía, no se le vuelva en su contra.



El gobierno está en las calles, aprovechando la ausencia del Estado. El MAS se fortalece pero este fenómeno puede volverse en su contra.

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