La restitución de Cuba al sistema interamericano es un asunto que está en la agenda de los mandatarios para plantearlo a Obama. Brasil ya se pronunció favorablemente. Ciertamente, con excepción de El Salvador, todos los países del área mantienen relaciones diplomáticas con la isla.
Editorial La Razón.
Es evidente que se percibe una esperanza en las naciones del continente en vísperas de la V Cumbre de las Américas, que se realiza en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, donde asisten los mandatarios y jefes de gobierno de 34 países, con la excepción de Cuba, que está fuera de los mecanismos de integración americanos desde hace décadas. Y la expectativa se justifica porque en esta oportunidad estará en contacto con todos sus colegas de la región el flamante presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Las anteriores reuniones cumbres han dado como resultado sendas declaraciones presidenciales, pero lo cierto es que nunca los mandatarios han acudido con mucho entusiasmo a estos eventos que han sido más enunciativos que verdaderamente efectivos. Además, las cumbres han servido para el protagonismo de algunos de los dignatarios que han asistido con el propósito de enviar mensajes que les favorezcan en el plano externo, como es natural, pero, también, en su política interior.
Ahora parece que la situación es distinta, ya que a esta V Cumbre asistirá, como se ha dicho, el nuevo Mandatario estadounidense, y él será centro de la atención continental, para lo que las naciones americanas han tenido reuniones y consultas destinadas a la búsqueda de un nuevo orden económico mundial, de un nuevo trato, que debe ir acompañado por el estrechamiento de las relaciones diplomáticas y económicas con la primera potencia mundial.
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La iniciativa del presidente Obama de solicitar a la gobernante de Chile, Michelle Bachelet, una reunión con todos los mandatarios de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en la cumbre, es una manifestación alentadora, que se debe tomar muy en cuenta, en vista de que la escasa atención que Estados Unidos ha prestado a América Latina y el Caribe en los últimos años requiere de una pronta recomposición de esos vínculos. La reunión se da por segura, naturalmente.
Si el paso de Barack Obama va en esa dirección, podrían darse avances positivos; además, como una muestra de acercamiento, distinta a la de su antecesor, Obama ha visitado México. Esto hace pensar que Estados Unidos no estará cerrado a ningún diálogo y que lo que busca es despejar suspicacias de sus vecinos del sur respecto a su relacionamiento, al menos en la gestión Obama.
Ahora habrá que ver qué efecto tendrá la posición de los países del Alba, cuyos presidentes, incluido el boliviano Evo Morales, rechazan la propuesta de EEUU en la cumbre.
La restitución de Cuba al sistema interamericano es un asunto que está en la agenda de los mandatarios para plantearlo a Obama. Brasil ya se pronunció favorablemente al respecto. Y lo han hecho otras naciones también. Ciertamente, con excepción de El Salvador, todos los países del área mantienen relaciones diplomáticas con La Habana. Se da por descontado que el venezolano Hugo Chávez exigirá el levantamiento del embargo de Washington a la isla.
“Asegurar el futuro de nuestros ciudadanos promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental”, es el lema de la reunión. Si se adoptan decisiones en ese sentido, la V Cumbre habrá sido un triunfo de todos y no una reunión más. Eso habrá que esperar.