Rózsa estuvo 82 días en el hotel Asturias

El día del atentado el grupo no salió y se comportó ejemplarmente durante su estadía. No hallan las pruebas del magnicidio

image

Apoyo. Las pesquisas de la Policía tratan de establecer la permanencia del grupo en varios alojamientos de la ciudad



Investigación. El grupo se comportó ejemplarmente durante su estadía

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

El Deber

Freddy Lacio F.

El grupo compuesto por los fallecidos Jorge Eduardo Rózsa Flores, Dwyer Michael Martin y Magyarosi Árpád, junto a los detenidos Elód Tóazó y Mario Tadic, más una persona aún no identificada, estuvo alojado en el hotel Asturias por espacio de 82 días, en los cuales mantuvieron un comportamiento ejemplar y no levantaron sospechas sobre alguna actividad irregular, según recuerdan administrativos y funcionarios del local.

La gerente del establecimiento, Lorena Rojas, informó de que los acusados tomaron las habitaciones 1, 2, 3 y 9, aunque no recuerda cómo se distribuyeron sus ocupantes. De lo que no tiene duda es que llegaron el lunes 12 de enero y se quedaron hasta el viernes 3 de abril, es decir 12 semanas de permanencia.

“Hicimos un contrato por el tiempo convenido y pagó el señor Eduardo Hurtado Flores (Rózsa) en efectivo y por adelantado, aunque no recuerdo el monto. Las habitaciones que ocuparon tienen, normalmente, un costo de Bs 305 por día, pero el contrato estableció un precio especial”, dijo Rojas.

Sobre las costumbres y hábitos de los integrantes del grupo, acusado por el Gobierno de ser una célula terrorista que tenía el objetivo de atentar contra el Presidente Evo Morales, Rojas indicó que no tenían comportamientos sospechosos y, por el contrario, durante toda su permanencia se portaron muy educadamente y eran respetuosos con todo el personal.

“A las 8:00 ó 8:30 ya estaban despiertos y desayunando. Se quedaban casi siempre en el hotel, la mayor parte del día, y también almorzaban acá. Salían muy poco y por espacio de pocas horas. A las 19:00 se metían a la piscina y luego a sus habitaciones”, relató Rojas.

Otros funcionarios consultados señalaron que, a pesar de que se hacía limpieza a diario en las habitaciones alquiladas, nunca observaron ningún objeto sospechoso o arma de fuego. Por el contrario, indicaron que los presuntos terroristas  llegaron con equipaje de mano común y corriente. También recuerdan que usaban ropa común, generalmente jeans o bermudas y poleras. Tampoco eran exigentes con la alimentación y, a pesar de contar con frigobares en cada habitación, apenas hacían consumo de papas fritas y gaseosas.

La administradora afirmó además que ninguno de los alojados se ausentó por lapsos prolongados y menos por un día completo.

En la Policía se confirmó que se está recabando información de varios hoteles y residenciales para establecer los movimientos del grupo. Se mencionó que, además de Las Américas y el Asturias, estuvieron en otros dos hoteles céntricos.

El día del atentado el grupo no salió

La afirmación del Gobierno sobre la participación de los presuntos terroristas en el atentado a la casa de Monseñor Julio Terrazas está en duda.

El gerente del hotel Las Américas, Hernán Rossell, aseveró que la noche del ataque con explosivos a la casa del prelado los acusados permanecieron en sus respectivas habitaciones.

El martes, a las 20:00, se alojaron en el hotel. Llegaron todos, excepto Rózsa, que ingresó a las 23:00, pero luego no salieron más. El miércoles, día del atentado al Cardenal, los hombres no salieron. Sólo, a las 9:30, salió Rózsa a la calle, con uno de los que está vivo y detenido en La Paz; sin embargo, no tardaron ni media hora y desde ese momento no salieron más, ya que el jueves en horas de la madrugada fueron victimados por el grupo de policías encapuchados.

Por otro lado, ayer se reclamó finalmente el cuerpo del húngaro Magyarosi Árpád, el último de los abatidos que aún permanece en la morgue. Dos abogados iniciaron el proceso para trasladarlo a su país.

No hallan las pruebas del magnicidio

Investigación. La comisión de fiscales no habla sobre el supuesto plan para asesinar a Evo Morales. Migración dice que Eduardo Rózsa ingresó de forma ilegal a Bolivia, a través de Brasil, por Puerto Suárez

image Informe. La Fiscalía mostró en La Paz las armas que supuestamente se encontraban en la Fexpo y el hotel Las Américas

El Deber

Marco Chuquimia. La Paz

La Fiscalía no ha encontrado pruebas del supuesto intento de magnicidio del que el Gobierno acusó a las tres personas abatidas y las dos arrestadas en el hotel Las Américas de Santa Cruz. Hasta el momento, el Ministerio Público ha revisado el 10% de la documentación recogida al menos ocho horas después del operativo, realizado entre las 4:30 y las 6:30 del jueves pasado, ya que durante el tiroteo que acabó con la muerte de Eduardo Rózsa, Michael Dwyer y Magyarosi Árpád no había fiscal.

Así lo confirmó el abogado que está a cargo del caso, Marcelo Sosa, que dijo que el Ministerio Público no encontró elementos que permitan asegurar que se planificaba el supuesto magnicidio. “Hasta ahora, del 10 por ciento de la documentación, no hay nada que haga suponer eso” (el atentado contra el Presidente y otras autoridades).

La autoridad judicial señaló que personalmente no vio ninguna lista de supuestos blancos de los presuntos terroristas. “Hay unas anotaciones, recuerdo que dice Costas y hay otros nombres que están en las anotaciones, pero no podemos saber si son partícipes o son blancos y por tanto no tenemos ninguna lista”, añadió.

El fiscal aseveró que el vicepresidente, Álvaro García Linera, debe contar con información a la que no accedió el Ministerio Público y que ellos no tienen informes de que exista una lista o un supuesto magnicidio.

Sosa explicó que encontraron cinco computadoras en las habitaciones en el hotel Las  Américas y que hoy están enviando una solicitud a la juez Betty Yañíquez para abrir las informaciones que tienen estos equipos, los Mp3 que capturaron y algunos celulares Iphone que no fueron examinados hasta ahora.

Sosa también solicitó a las autoridades de la Policía un informe sobre quiénes participaron en las acciones la madrugada del jueves, qué oficiales y si hubo fiscales, ya que él llegó a Santa Cruz pasado el medio día. Acotó que él fue informado luego de ocurrido el hecho y no estuvo presente en las acciones que derivaron en la muerte de tres de los supuestos terroristas y la aprehensión de otros dos.

“Yo no estaba, por eso he solicitado informes”. En Santa Cruz se cuestiona la presencia de un fiscal para llevar el operativo. El viernes, el fiscal de Distrito de La Paz, Jorge Gutiérrez, aseguró que había presencia del Ministerio Público; luego el fiscal Edward Mollinedo dijo que no era necesaria la presencia del Ministerio Público porque había flagrancia en el delito. Sin embargo, los supuestos delincuentes se encontraban durmiendo y fueron acribillados en calzoncillos.

De igual modo se iniciaron las pruebas de laboratorio sobre los explosivos y sobre la munición existente. También se hará contacto con un especialista en sistemas para abrir las computadoras y los otros artefactos decomisados.

Asimismo, se enviaron requerimientos a la Policía Internacional (Interpol) para conocer los antecedentes de los tres extranjeros que fueron abatidos en el hotel y los que se encuentran detenidos en la cárcel de San Pedro; hasta ayer la Interpol no tenía informes sobre el requerimiento judicial.

Sosa dijo que la reserva de las investigaciones durará diez días y que al cabo de ellos se verá si ésta se amplía.

No hay convencimiento entre los investigadores sobre si se encontrará a los supuestos cómplices. Añadieron que luego de los operativos se produjo un desbande que imposibilita la persecución de presuntos implicados. Anunció que se citará a varias personas a declarar cuyos nombres se encuentran entre los documentos incautados, como es el caso del funcionario de la Feria Exposición que subalquiló el stand de la Fexpo y las personas en la lista manuscrita.

Cónsul magiar dice que Tóásó fue contratado

El húngaro Elöt Tóásó trabajaba en un banco en su país, en la sección informática, tiene una hermana que dice que él odia la violencia y fue contratado para venir a Bolivia, según el cónsul de Hungría en Bolivia, Andrés Bartos, que ayer visitó al acusado de terrorismo en la cárcel de San Pedro. “Creo que lo trajeron, no vino él solo, pero no sabemos quién lo trajo”, afirmó el cónsul magiar.

También señaló que la familia se puso en contacto con él, por las informaciones que difundieron los medios húngaros en su país, “Tóásó no quería que se comunicara a nadie  de su situación porque no quería preocupar a su familia, pero los medios se adelantaron”, aseveró.

Añadió que la culpabilidad o no de su compatriota debe ser definida por la justicia boliviana y que él sólo puede apoyarlo de manera legal. Ayer llegó de Hungría documentos de ese gobierno para saber la disposición de recibir asistencia legal y si aceptaba las acusaciones que se le hacen en Bolivia.

  Detalles  

– Los fiscales mostraron todas la armas que encontraron en el hotel y en el stand de Cotas en la Feria Exposición y reiteraron que se trata de un grupo terrorista que buscaba sembrar el caos en el país y que ellos eran expertos en armas, por lo que las reconstruían.

– Para la Fiscalía y los investigadores, el atentado contra el domicilio del Cardenal Julio Terrazas está ‘casi esclarecido’ porque aseguran que existen los suficientes elementos para acusar a los implicados por las pruebas que recolectaron en la casa del prelado, el hotel y la Fexpo.

– La defensa presentará un memorial solicitando audiencia a la juez Betty Yañíquez y pedirán la cesación de detención porque, en su criterio, se violentaron los derechos de su cliente porque su aprehensión no fue por orden judicial o de una acción del fiscal.

– Según pudo conocerse, Eduardo Rózsa y Elöt Tóázó se conocieron en una feria del Libro en Hungría. El ingeniero informático llegó en enero al país por invitación del ex héroe de la Guerra de los Balcanes a realizar trabajos en informática y no conocía de las otras actividades.

– Según el director de Migración de Santa Cruz, Eduardo Rózsa entró de manera ilegal a Bolivia, a través del territorio brasileño por la frontera de Puerto Suárez, aunque no ha encontrado por dónde ingresaron los otros cuatro sospechosos.