Los sospechosos cuando ocurrió el atentado al Cardenal estaban en el hotel.
El presunto sicario Eduardo Rozsa era fanático de todo. Dos países se pronuncian por los muertos.
EN HUNGRÍA • Eduardo Rozsa (centro) posa con la directora de cine Ibolya Fekete y con el camarógrafo Nyika Jancso.
La Razón
Surgen dos dudas de la acción de los presuntos sicarios
Así lo aseguró el gerente del hotel Las Américas. Dijo que se registraron horas antes de la explosión en el domicilio del cardenal Julio Terrazas. Advirtió que los sospechosos, cuando ocurrió el hecho, estaban en sus habitaciones.
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Hernán Rosel, el gerente del hotel Las Américas de Santa Cruz, donde los presuntos mercenarios estuvieron alojados, señaló ayer que éstos no salieron de sus habitaciones la noche que se produjo el atentado al cardenal Terrazas.
Además, el reporte de una requisa que realizó el personal del seguro del hotel, al que tuvo acceso La Razón, revela que no se encontraron huellas de balas que demuestren que los presuntos delincuentes respondieron a los disparos del grupo policial de élite que intervino el hotel la madrugada del jueves, mató a tres de ellos y detuvo a dos.
Rosel relató que las cinco personas se registraron en el hotel el martes en la noche. “Tres lo hicieron a las 20.30 y otros dos a las 22.40. Nos comentaron que estaban en Santa Cruz, y que decidieron cambiarse de hotel. La recepcionista me dijo que ellos tenían muy buen trato”.
El gerente acotó que “ingresaron el martes a la noche y salieron muertos el jueves en la madrugada, se lo puedo asegurar. Al día siguiente, a eso de las 9.30, salieron dos de ellos a dejar una camioneta. Media hora después regresaron a pie”.
Entraron al edificio, según Rosel, con bolsas de comida. “Trajeron pan y dulces. Los otros tres ni siquiera bajaron a recepción”.
Además, acotó que “no hay posibilidad de que ellos hayan salido sin ser vistos. Y por seguridad, todo se registra”.
Según el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Miguel Gonzales, el vehículo que secuestraron de los presuntos terroristas era plomo y tenía placa adulterada. “Cubrieron con cintas adhesivas la parte de los números originales que era 1371-BGF y la cambiaron a 037-ZCG”.
El gerente del hotel, al respecto, señaló: “Vi que involucran a ese vehículo con el atentado, pero ese auto no se movió, hasta que el jueves se lo llevó la Policía”.
Un guardia de seguridad que trabaja frente a la casa del Cardenal indicó esta semana que el vehículo sospechoso era un Toyota Starlet color plomo con cola de pato. El motorizado de los sospechosos era Hunday Accent.
La Policía informó que encontraron en el vehículo un plano de la ciudad con rutas de escape para después del atentado. “Todo este tipo de elementos nos lleva a establecer la presunta responsabilidad de ese atentado por estos sujetos”, dijo Gonzales.
El gerente aseveró por otra parte que la madrugada del jueves, durante el operativo, las cámaras de seguridad con las que cuenta el hotel no funcionaron.
El grupo de élite que incursionó luego de las cuatro de la madrugada, detonó la puerta de la habitación 458, donde se encontraba el presunto sicario Eduardo Rozsa. Según el reporte del seguro, en la habitación se encontraron 10 orificios de bala alrededor del lugar donde quedó el cuerpo. Ni uno en la puerta o el pasillo.
La habitación 457 presentaba tres orificios en la pared hacia el lado de la cama, donde murió el rumano Magyarosi Arpad. Mientras que en la pieza 456, donde murió Dwyer Michaerl Martin, se observó solamente un orificio de bala, nada más.
La siguiente habitación, 455, tenía ocho perforaciones, seis en la pared al lado de la cama, una a la altura del televisor y otra en un cuadro. En la pieza 454 había sangre en el piso y en la puerta. Y en la 453, los policías de élite no hallaron a ningún huésped, pero dispararon hacia el baño.
El director Gonzales informó que después del atentado al domicilio del Cardenal, “los análisis en los laboratorios de balística y explosivos determinaron que los residuos de elementos plásticos son coincidentes con una tapa de basurero que se encontró en el hotel Las Américas”.
Según la hipótesis, la parte que falta de la tapa del basurero habría sido utilizada en el atentado contra la casa de Terrazas, ya que según declaraciones del guardia de seguridad, tres sujetos la habrían dejado junto a una bolsa negra en la puerta.
Las autoridades informaron que se halló una lista donde estaban los nombres de Rubén Costas, Óscar Vargas, Fredy Centuri, Mauricio Pérez y un número de celular. También, una carta que dice: ´En Bolivia no está prohibido el armamento. Sé dónde están los regimientos y dónde están ubicados todos ellos, tengo en mi poder pal y ametralladoras. He informado que el día martes haremos detonar un explosivo, pero aún no tengo la dirección, cuando la tenga te la daré. Estaremos en contacto”.
LAS LLEGADAS
A las 20.30 • Arriban al hotel tres de los sospechosos. Entre ellos, el supuesto líder Eduardo Rozsa, quien fue muy atento con los empleados, relataron.
A las 22.40 • Se registran los otros dos presuntos sicarios. Ingresan a sus habitaciones y esa noche, según el gerente, nadie sale de sus habitaciones.
Los vehículos • Llegaron en dos autos. Al día siguiente, dos de ellos salen a dejar uno de los motorizados, regresan en media hora. Así lo declaró el gerente.
El presunto sicario Eduardo Rozsa era fanático de todo
PERFIL • El supuesto mercenario expresó sus ideas en una entrevista publicada el 2008. Eduardo Rozsa Flores, uno de los presuntos sicarios y componentes de una banda terrorista internacional, que murió tras un operativo el jueves por la madrugada, era fanático de todo.
Fue vicepresidente de la comunidad musulmana húngara, como también miembro del selecto grupo católico Opus Dei.
Se desempeñó como agente de inteligencia, estudió literatura comparada, lingüística y politología, fue escritor, actor, periodista y un soldado considerado como un héroe de guerra por la independencia de Croacia. Esas son las actividades que realizó en vida Eduardo Rozsa, acusado junto a otros hombres de haber atentado en contra de la casa del cardenal Julio Terrazas.
En una entrevista publicada en Caracas, Venezuela, el 2008, Eduardo Rozsa relató que cuando era muy pequeño salió junto con su familia exiliado a Chile, durante la dictadura de Hugo Banzer Suárez. Años después se convirtió en el comandante de la Brigada Internacional en la Guerra de los Balcanes, dirigiendo 380 soldados.
En un operativo realizado en el hotel Las Américas de Santa Cruz de la Sierra, el jueves por la madrugada, policías eliminaron a tres supuestos sicarios, entre ellos Rozsa y detuvieron a otros dos. Según el Gobierno, ellos planificaban un magnicidio contra Evo Morales y Rubén Costas. El Ejecutivo aseveró que esta es una banda terrorista de carácter internacional que fue contratada para actuar en el país.
Rozsa admiraba al ex guerrillero Ernesto Che Guevara, pero también criticaba al socialismo y se presume que perteneció a la Unión Juvenil Cruceñista.
“He llegado a la conclusión de que no se puede hablar de socialismo, ni hacerlo, si no se respetan plenamente la libertad y el derecho de autodeterminación, sea esto de los individuos que componen la sociedad o de pueblos o naciones en general. (…) Esta es la esencia del porqué de mi desilusión en cuanto a mi experiencia socialista en Europa Central y la ex URSS, manifesto Rozsa durante la entrevista.
En la misma entrevista, afirmó su admiración al Che. “Como militar, como pensador militar y en lo moral fue un ejemplo”, dijo. Su vida atrajo la atención de productores cineastas, quienes convencieron a Rozsa para actuar en su propio papel.
MÁS DATOS
Su familia • Su padre, Jorge Rozsa, era húngaro, descendiente de judíos. Su madre, Nelly Flores Arias, nacida en Santa Cruz de la Sierra, fue quien inculcó a Eduardo Rozsa la religión católica.
Como escritor • Una de las grandes pasiones de Rozsa fue la literatura. Escribió diez libros en húngaro y croata, algunos hablaban sobre guerras. Sólo uno fue traducido al español, era un poemario.
Dos países se pronuncian por los muertos
REACCIÓN
Mientras Hungría confirmó que Elot Toazo tenía pasaporte de ese país, la Embajada de Irlanda en Argentina anunció que enviará a un diplomático para verificar si Dudier Michael Martin tenía esa nacionalidad.
Ambos, supuestos integrantes de una banda internacional de mercenarios y sicarios, fueron victimados por la Policía el jueves en un operativo realizado en el hotel Las Américas, de la ciudad de Santa Cruz.
Según la agencia EFE, el Ministerio de Exteriores húngaro confirmó ayer que Toazo tiene pasaporte de ese país. Mientras tanto, la Embajada de Irlanda en Argentina anunció que envió ayer a Bolivia a un representante diplomático para tratar de aclarar si Martin es irlandés, reportó ayer el diario El Nacional de Venezuela.
Según EFE, la prensa magiar informó que las dos víctimas húngaras son Eduardo Rozsa Flores, que también tenía nacionalidad croata, y Arpak Magyarosi. Rozsa tenía padre húngaro y madre española.