Mike Hammer, vocero de la Casa Blanca para temas de Seguridad Nacional, destaca la gestión de EEUU y se abre a un diálogo con voluntad y respeto. Lamenta la expulsión del embajador Goldberg
Mike Hammer, vocero de la Casa Blanca para temas de Seguridad Nacional, dialoga con La Razón. Destaca la gestión de EEUU y se abre a un diálogo con voluntad y respeto.
El ex consejero político de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia es, ahora, el vocero de la Casa Blanca para temas de seguridad nacional. Es decir, un hombre muy cercano al presidente Barack Obama. Mike Hammer tiene gratos recuerdos de su paso por Bolivia, pero sostiene que ha sido injusto que el gobierno de Evo Morales haya expulsado a Philip Goldberg el 11 de septiembre del año pasado. En una entrevista lograda en Washington, Hammer habla de la agenda mundial de la Casa Blanca y del lugar que ocupa el tema Bolivia.
¿Cómo califica la experiencia de trabajar con el presidente Barack Obama?
Es un privilegio y un honor regresar a la Casa Blanca; el equipo de Obama me pidió regresar, lo hice y empecé a trabajar el 21. Llegué a conocer al presidente Obama en su primera semana, cuando teníamos que dar una entrevista con un medio árabe y quedé impresionado: es una persona tranquila que escucha a sus asesores para tomar decisiones; tiene una visión muy clara del país y a dónde quiere ir. Es algo bueno ver eso en un presidente en su primera semana y al parecer está cómodo en su rol. Es una persona acogedora que habla con todos los que estén en un cuarto y siempre quiere oír diferentes opiniones. Mi rol es intentar explicar lo mejor posible cuáles son las políticas del presidente Obama al mundo.
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El mundo entero entiende que la llegada de Barack Obama es un hecho histórico. ¿Cómo ve Obama su llegada al poder?
Él se da cuenta de que es un momento histórico, no tanto por su raza sino porque en el siglo XXI estamos enfrentando, en Estados Unidos y en el mundo, problemas serios. Él habla de que estamos en un momento clave para el medio ambiente, los temas energéticos, la economía y las relaciones internacionales.
Hay mucha tensión en varios puntos del mundo: tuvimos la guerra en Irak que él quiere acabar y ya ha tomado pasos; hay la preocupación por el terrorismo que proviene de Afganistán y Pakistán, hay que desarrollar y mejorar las relaciones con Rusia, China, y debemos emprender esfuerzos para avanzar con la paz en el Medio Oriente, hay que mantener el buen desarrollo de Latinoamérica, trabajando como socios. Entonces, el presidente Obama entiende qué es lo que han hecho antes de él y a base de eso quiere avanzar en los intereses de Estados Unidos, y en el interés mundial.
Por eso hizo sus primeras movidas. Si usted recuerda, el anuncio de cerrar Guantánamo en su segundo día y la decisión de que no se usen métodos de interrogación considerados como tortura. él cree que Estados Unidos representa unos principios importantes, que no los podemos perder en la manera de aplicar nuestra política. Por eso, el Presidente cambió el tono, por un tono con un enfoque muy fuerte en la diplomacia para dialogar. No siempre vamos a estar de acuerdo entre los países, pero, si se lo hace de manera mutua, a lo mejor hallamos intereses comunes para trabajar, incluso con Irán o países con los que hemos tenido problemas muy serios desde casi tres décadas. Para ello ha reunido a un grupo muy fuerte de asesores en relaciones exteriores.
Usted conoce Bolivia y, por ello, comprenderá que muchos bolivianos ven al presidente Obama como “el negrito” que ha llegado a la Presidencia de Estados Unidos.
Lo que está claro es que el presidente Obama es el presidente de todos los estadounidenses, lo dijo en la campaña y lo hace en su política; trata de mejorar la situación para todo el pueblo. La gente comete un error cuando lo ve como un político negro. Sí, el tiene su raza y tiene su historia personal muy interesante. Vivió en el extranjero y es poco usual para un estadounidense que haga una carrera política como lo ha hecho y llegue a la Presidencia; pero su mayor responsabilidad es con el pueblo entero, por eso fue elegido.
¿Cuáles son los grandes desafíos del mundo desde la perspectiva de la Casa Blanca?
Como lo expresó el presidente Obama, la situación en Afganistán y, en particular, la de Pakistán es más grave, porque en Pakistán tenemos una democracia muy frágil, amenazada por extremistas. También quiere avanzar en Medio Oriente, lograr la paz entre Israel y el pueblo palestino es una gran prioridad y si se puede resolver, traería mucha tranquilidad a esa zona del mundo. Obviamente está la guerra en Irak, quiere acabar con ella y estamos en la tarea de ver cómo podemos sacar nuestras tropas de una manera responsable.
Al margen de la agenda de seguridad, ¿en qué quedan los asuntos sobre la energía y el medio ambiente, por ejemplo?
Tenemos que superar los problemas de energía que tenemos en Estados Unidos y en el mundo, porque eso afecta el medio ambiente, al cambio climático. Además, no se puede hablar del tema sin mencionar el económico. No se suele pensar desde la perspectiva de seguridad nacional, pero él sí lo hace porque las economía de Estados Unidos y del resto del mundo están unidas. Entonces, si sufre un país a raíz del tiempo, van a sufrir otros y por eso se tienen que unir todos. Eso es lo que hicimos en Londres en el G-20, una cumbre muy importante.
Además, en el ámbito de la diplomacia, hay que desarrollar las relaciones con países como Rusia, China, la India, los amigos europeos o países importantes de Latinoamérica como México, Brasil, Colombia, y claro los problemas de Sudán, esa crisis humanitaria. Entonces, se tocan temas en todo el mundo.
Por lo que dice, ¿América Latina no está en la agenda prioritaria de Barack Obama?
No, no diría eso. Diría que Latinoamérica es una región bastante estable, que ha tenido un buen crecimiento; lo bueno es que en Latinoamérica no hay crisis. Lo que pasa es que cualquier presidente de Estados Unidos se va a preocupar más de los sitios donde hay crisis; en Latinoamérica estamos hablando de desarrollo y de superar este otro tipo de problemas y se enfoca en esos temas.
En Trinidad y Tobago, en la Cumbre de las Américas, el Presidente ha tenido la ocasión de reunirse con todos los líderes del hemisferio elegidos democráticamente. Les dijo que está dispuesto a trabajar como socios. Y hemos empezado algunas movidas hacia Cuba; entonces, hay un cambio para actuar como socios para afrontar los problemas del hemisferio: reducir la pobreza, atacar las drogas, velar por el medio ambiente y la salud.
Es cierto que no hay crisis, pero, como la Secretaria de Estado ha dicho, en América Latina hay mayor presencia de China, India e Irán. Además, hay una política emergente con la que probablemente discrepe Estados Unidos.
Es bueno que el mundo esté cambiando. Por eso, el presidente Obama quiere intentar un diálogo, incluso con países con los que no estamos de acuerdo, como Irán, y tratar de otros temas con China.
Estados Unidos siempre va a generar un rol positivo en Latinoamérica, que ayude a los pueblos a combatir la pobreza, que se encuentre inclusión social, que haya libre comercio. Éstas son las cosas que pueden ayudarnos a todos. Entonces, diría que en la administración del presidente Obama hay gente muy seria en los temas de Latinoamérica; acaban de nominar a Arturo Valenzuela, que conoce a casi todos los líderes del hemisferio; además, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ya ha viajado a México o a la República Dominicana. Hay una gran voluntad de cooperar y de desarrollar relaciones más profundas con países como Brasil o México.
Si es posible un diálogo entre Estados Unidos e Irán, entonces es mucho más fácil un diálogo entre Estados Unidos y Bolivia. ¿Qué opina?
Sí, desde luego. Acabamos de ver recientemente que fue a La Paz el subsecretario Thomas Shannon como un esfuerzo de empezar ese diálogo. Ha habido un cambio en Estados Unidos, en la Casa Blanca; hay un nuevo Presidente y él siente que esos conflictos se pueden superar si hay buena voluntad, si hay respetos mutuos; si hay disposición de mejorar las relaciones, se puede hacer.
Ése fue el mensaje que llevó a Bolivia Thomas Shannon y el que seguro tendrá Arturo Valenzuela cuando asuma el cargo de Shannon. Ése es el mensaje que envía el presidente Obama y se lo dijo claramente al presidente Morales en la Cumbre de las Américas, y a todos los otros líderes.
El presidente Obama tiene un referente del presidente Evo Morales, ¿por su ascendencia indígena o por la proyección que está generando?
El presidente Obama tuvo una corta ocasión de hablar con el presidente Evo Morales y con los presidentes de la Unasur; hubo un buen intercambio entre todos ellos. En el caso de Bolivia sí hay un entendimiento de lo que representa Evo Morales, que es el primer presidente indígena y lo que interesa, más que eso, es que crezca la democracia, que se profundice, que haya un estado de ley y respeto a la Constitución. Estamos en Bolivia como amigos dispuestos a extender la mano y ojalá se pueda, a raíz de eso, avanzar de manera que beneficie al pueblo boliviano y también al pueblo estadounidense.
El presidente Obama recibió un libro del presidente Chávez; y eso ha generado una polémica fuerte en la oposición de Estados Unidos.
El presidente Obama fue a la cumbre sabiendo que en cualquier momento se iba a encontrar con el presidente Chávez, y le extendió la mano desde un principio, antes de que le diera el libro (Las venas abiertas de América Latina, de Galeano). Fue el presidente Obama quien le dio la mano al presidente Chávez, con el mensaje de que estamos dispuestos a empezar una nueva relación, también enfatizando en que tiene que estar basado en un mutuo acuerdo. Lo del libro, nosotros sabemos cómo es el presidente Chávez, le gusta la prensa, fue algo inesperado, pero el presidente Obama sabe que un par de sonrisas y darse la mano no cambia necesariamente la política; eso hay que trabajarlo.
El presidente Obama tiene la idea de que no se trata del pasado, de políticas ni de izquierda y habló mucho de eso durante la cumbre, habló de cómo podemos trabajar para mejorar la vida de los pueblos del hemisferio y eso no es cuestión de ultraderecha o de extrema izquierda, sino de cómo se puede avanzar entre los gobiernos y cooperar para lograr algo importante. Eso es lo que hoy en día los ciudadanos quieren de sus gobiernos, que les den mejor educación, que se proteja el medio ambiente, que se combata a las drogas y a la pobreza, que haya justicia y que haya democracia.
Usted conoce la propuesta del Gobierno boliviano en el sentido de que el Gobierno del presidente Obama debe cambiar las políticas que George Bush aplicó para Bolivia. Pensar en ello, ¿es posible?
No sé exactamente qué tipo de cambios está esperando el Gobierno de Bolivia. Desde luego, Estados Unidos ha tenido históricamente un rol positivo en Bolivia y desde que se eligió el presidente Morales ha sido un rol de querer extender la mano y de querer cooperar en temas importantes, como desarrollo, ataque a la pobreza, la lucha contra las drogas,mejorar la economía y proporcionar más empleos. Entonces, yo no veo la necesidad de cambio porque, de hecho, lo que Estados Unidos ha estado haciendo en el país es algo que le interesa a Bolivia. Pero veamos a partir del diálogo si se puede llegar a este entendimiento; como dijo Tomas Shannon, se va a hacer un esfuerzo de creatividad. Si hay voluntad, estamos dispuestos a trabajar juntos.
Existe la posibilidad de que el presidente Morales pueda visitar al presidente Obama. ¿Se ha conversado sobre ese tema o sobre la posibilidad de restituir embajadores entre ambos países?
No sé si se ha discutido este tema (la visita de Morales). En cuanto al tema de embajadores, creo que todavía se tiene que hacer alguna labor para mejorar estas relaciones; es algo que siempre es posible dado que es una cuestión de que ambos países quieran tener la posibilidad de trabajar juntos. No estamos en una buena situación; es una verdadera lástima que el embajador Goldberg fuera expulsado, no cabe la menor duda en mi mente de que el embajador estaba haciendo una labor importante en Bolivia y que no estaba, de ninguna manera, haciendo algo que no era apropiado como diplomático; el hecho de que se reunía con gente de la oposición y como también con gente del gobierno es parte de la labor que hace todo diplomático y que se hace en todo el mundo. Uno se imagina que diplomáticos bolivianos en Washington van a reuniones con republicanos, demócratas o con otros personajes políticos. Entonces, esperemos que esto se pueda superar.
¿La Casa Blanca ha estado complotando contra el Gobierno de Evo Morales?
Lo descartamos completamente.
¿Cómo recuerda su paso por Bolivia? ¿Qué es lo que más le gustó de cuando estuvo en el país?
Lo que más me ha impactado es lo bello de los nueve departamentos; he tenido la ocasión de viajar por todos ellos. Me acuerdo específicamente cuando fuimos a una donación de libros en Kantumarka, afuera de Potosí, cómo el pueblo nos recibió, una cosa tan hermosa tan bella; yendo al Carnaval de Oruro cómo nos recibió el prefecto o cuando viajamos a sitios en Pando, Beni.
Hay tantos sitios tan interesantes por ejemplo el Salar de Uyuni, con una belleza espectacular, que ojalá más de mis compatriotas vayan a visitarlo. Es un lugar maravilloso y único. También recuerdo el gusto por la vida en Santa Cruz o la comida tan rica de Cochabamba, el vino tarijeño y, claro, de La Paz voy a echar de menos las preciosas montañas y ese pueblo tan acogedor.
Como representante de Estados Unidos he formado grandes amistades y siempre fui muy bien tratado; me vine con un poco de Bolivia, sabiendo que allá hay un pueblo cariñosos que ojalá tenga un gran futuro porque es un equipo muy trabajador. Espero que de mi parte, de mi país, podamos ayudar más.
Una pregunta a la persona, no al diplomático. ¿Cree que Bolivia tenga posibilidades de progresar?
Los bolivianos son gente honesta, sensata que si pueden afrontar sus problemas, no tendrán nada que los frene. Han tenido quizás un poco de mala suerte; pero, bueno, tienen todas las características para poder superar todos estos problemas, y para avanzar. Tengo optimismo, que aunque haya habido momentos conflictivos, se pueden superar. No veo nada que diga que no lo pueda hacer.
“Cualquier presidente de Estados Unidos se va a preocupar más de los sitios donde hay crisis y en Latinoamérica, estamos hablando de desarollo y de otros problemas”
Entendemos lo que representa Evo Morales como el primer presidente indígena, pero nos interesa más que crezca la democracia, el respeto a la Constitución.
Ha sido una verdadera lástima la expulsión del embajador Goldberg, no tengo duda de que estaba haciendo una labor importante.