No hay actor, director, cineasta o artista plástico venezolano que no haya pasado por el Ateneo de Caracas.
Edificio del Ateneo de Caracas, referencia cultural de América
La Vanguardia – Diario de América Latina – Joaquim Ibarz
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En esta institución se creó el grupo Rajatabla, la primera escuela de cine y de teatro del país, la Federación de Ateneos de Venezuela y todos los comités de solidaridad con los países iberoamericanos que sufrieron terribles dictaduras. El Ateneo fue la casa que recibió a todos los exilados latinoamericanos. Por allí han transitado en tolerancia, hombres y mujeres de todas las tendencias e ideologías, artistas, políticos, intelectuales, escritores, diseñadores, locutores y quienquiera que se considere creador.
El Ateneo de Caracas fue fundado el 8 de agosto de 1931 por un grupo de intelectuales y artistas como un espacio para la expresión de las artes y la cultura en la capital venezolana. Nació como un centro que cobijaba la creación, la concordia y la confrontación de las manifestaciones artísticas e intelectuales. En 1958, María Teresa Castillo –esposa del escritor Miguel Otero Silva-dio al Ateneo un carácter institucional al fomentar las expresiones culturales, dando cabida a una variada gama de creadores, al tiempo que lo convirtió en tribuna para la libre discusión y el debate de las ideas. La sede actual fue construida por el Estado expresamente para sede del Ateneo y fue entregada en comodato (contrato de préstamo de uso) el 4 de marzo de 1983 por el presidente de la República de ese entonces, Luis Herrera Campins.
Los eventos de música, teatro cine, poesía y artes visuales convirtieron al Ateneo en referencia cultural de Venezuela en el mundo. En sus salas hubo revistas, libros, librerías, los primeros videos de autor y foros candentes; una galería audaz; música, cursos, talleres y muchos jóvenes que descubrían que podía haber una cultura viva.
Otra institución víctima de la intolerancia
En estos días, el Ateneo de Caracas se suma a la larga lista de instituciones víctimas de la intolerancia del régimen chavista. El vencimiento del comodato que otorgó el Ministerio de Hacienda en el año 1983 fue la excusa esgrimida por el Gobierno para ordenar el desalojo del edificio. El presidente Chávez no acepta una institución que funcione con gran éxito e ilimitada apertura. Hace unos días, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Héctor Soto, exigió a la directora del Ateneo de Caracas, Carmen Ramia, abandonar en el plazo máximo de tres meses las instalaciones del recinto cultural. Tal como anunció el presidente Hugo Chávez, el Gobierno necesitaba el edificio para crear la Universidad Experimental de las Artes.
El Ateneo tiene menos de dos meses para buscar una sede y un tercer mes para sacar el mobiliario. Carmen Ramia espera que no sea necesario el desalojo del edificio. Sin embargo, aseguró que "si llegado el tiempo no hemos podido mudarnos, nos sacarán con la Guardia Nacional".
Con el traslado quedan inhabilitadas tres salas de teatro, una de cine, una de exposiciones, varias de usos múltiples. Organizaciones con sede en el edificio tendrán que buscar nuevos locales: entre otras, Amnistía Internacional, la emisora del Ateneo y el Centro Panamericano de Creación e Investigación Teatral, que ha recibido el respaldo de actores y dramaturgos y el apoyo económico de la Unesco; bajo su auspicio se organizaron en Caracas varias ediciones del Festival Internacional de Teatro, evento que se convirtió en referencia mundial, que hoy ha desaparecido.
"Con el desalojo del Ateneo de Caracas, nuestra ciudad no gana la Universidad de las Artes (…) sino pierde un espacio de vital importancia", dijo por las ondas Álvaro Pérez Kattar, locutor de Ateneo 100.7, una emisora que se convirtió en referencia obligada para la difusión de actividades culturales, así como espacio para la cultura alternativa y la buena música.
Durante cerca de 80 años, el Ateneo ha sido una cátedra abierta en la que han confluido los sectores que producen, investigan y divulgan creatividad científica, artística y política. Tal como señala el diario "TalCual", el Ateneo "ha acogido estudiantes, intelectuales, ideólogos, forjadores, espectadores y difusores de cualquier signo que complementan su preparación y ejercicio en vivo y directo, cuerpo y alma desde antes, durante y después de Neruda, Gallegos, Cortázar, Soto, García Márquez, Vargas Llosa, Carpentier, Rodríguez Monegal, Aquiles Nazca". Una lista inagotable de personajes y entidades básicas del saber y la creación.
Álvaro Pérez Kattar señala que aunque jurídicamente el Gobierno tiene las cartas a su favor, moralmente resulta injustificable el desalojo –violento, o no- del edificio de una institución que ha albergado las más destacadas expresiones artísticas y culturales de Venezuela.
"Con el desalojo del Ateneo, comenta Pérez Kattar, Caracas no gana la Universidad de las Artes- que ya existía y tenía varias sedes-, sino pierde un espacio de vital importancia, cuna de grandes iniciativas como el Festival Internacional de Teatro y sede de las mejores presentaciones teatrales, exposiciones cinematográficas, plásticas y artísticas durante los últimos 78 años". Y subraya: "En una ciudad caótica, sobre poblada y contaminada como Caracas, el Ateneo es un pulmón auxiliar, que desde hace más de siete décadas tiene sus puertas abiertas para todo aquél que necesite oxígeno".
El espacio de la intelectualidad progresista
El Ateneo de Caracas siempre fue el espacio de la intelectualidad progresista de Venezuela. Las izquierdas encontraron allí ayuda, espacio y caja de resonancia. Con la misma independencia que Carmen Ramia apoyó a Chávez cuando era candidato, dejó de hacerlo al advertir que maltrataba las instituciones democráticas. Ahora el Comandante se lo cobra.
Carmen Ramia está dolida por lo que considera ingratitud del presidente Chávez. En declaraciones al diario venezolano "El Tiempo", esta activista cultural afirma: "Chávez tuvo como plataforma política el Ateneo porque todas las puertas se le cerraron al salir de la cárcel; la única puerta que se le abrió hasta el día en que ganó las elecciones fue la nuestra. Aquí hizo reuniones, eventos, foros, todo lo que quiso. Incluso el día en que ganó las elecciones hizo su rueda de prensa en la sala de conciertos y desde allí se dirigió al país y al mundo. Fue un discurso histórico de gran apertura que dio esperanzas a la gente. Y eso ocurrió porque el Ateneo de Caracas es la casa de la libertad, porque la cultura no se puede entender sin la libertad, la diversidad y el respeto por el otro, la tolerancia. Estamos viendo que hoy eso no es posible".
Ramia aclaró que la directiva del Ateneo había sostenido una serie de reuniones con el ministerio de Finanzas, que era el dueño formal del edificio, para ampliar el comodato un año más, con el fin de hacer la mudanza sin traumas. "Cuando el documento estaba listo y en notaría, nos encontramos que vino una orden; del dedo de arriba y decidieron que pasaba el edificio a manos del ministerio de Cultura".
El Ateneo tendrá varias sedes
El desalojo de la sede histórica no significa el fin del Ateneo, ni mucho menos. Carmen Ramia, con el apoyo de artistas, escritores y un experimentado equipo de colaboradores, se ha puesto como meta que el Ateneo crezca y se multiplique en varias sedes, tanto en las zonas residenciales del Este, como en barriadas populares como el Petare.
"Ellos creen que nosotros, sin el edificio, vamos a desaparecer. Pero vamos a salir reforzados. Hemos dicho que al salir de aquí necesitamos tres o cuatro sedes en Caracas. Una de ellas la pensamos establecer en el Petare. El edificio actual lo construyeron acorde con las necesidades del Ateneo y nosotros nunca vamos a encontrar una sede como ésta. Entonces, tenemos que diversificar la institución. Es la única solución; eso sucederá hasta que tengamos una sede verdaderamente propia", recalca Carmen Ramia.
Polo Troconis, director de programación de la emisora Ateneo 100.7, subraya: "Este edificio se diseñó para realizar actividades culturales, la pregunta es por qué no renovar el comodato si la institución es ícono de la ciudad, los festivales internacionales de teatro se gestaron aquí, las grandes ideas del arte se crearon aquí".
La actriz e investigadora Nelly Garzón, directora del Centro Venezolano Instituto Internacional del Teatro, dependiente del ITI-Unesco, exclama indignada: "¡Esto es un disparate! Es negar el proceso revolucionario del Ateneo en el desarrollo democrático de Latinoamérica, incluyendo procesos en Nicaragua y Cuba".
Algo parecido manifiesta Orlando Arocha, director de Contrajuego, agrupación de más de dos décadas de existencia que desde hace más de 10 años tiene su sede en el Ateneo: "Lo que más nos afecta no es perder una sede sino perder un país. Me llama la atención que siendo el Ateneo la casa materna del teatro venezolano, el Estado decide sacar a la institución de su sede y no le interesa su destino. No entiendo".
Arocha alertó sobre el peligro de la unificación de criterios en el arte. "¿La cultura va a ser una sola, la del Gobierno? Nosotros somos diversos por naturaleza, libres".
Judy Schaper, coordinadora de eventos especiales, que dieron origen a las populares ferias del Ateneo, señala: "El Ateneo va a seguir pero se pierde uno de los pocos espacios plurales de la ciudad, dimos cabida a todas las tendencias, espacios plurales quedan muy pocos".
Schaper dice que en los 28 años que lleva trabajando en la institución, el Ateneo ha ganado la batalla a las ideologías. "El teatro es contestatario, no quiere ajustarse a una sola línea de pensamiento, el Ateneo no es un edificio y va a levantar cabeza, pero lo más difícil va a ser recuperar la parte teatral", explica.
Montaje de despedida de Rajatabla
"Aquí éramos felices, teníamos oficina, taller y sala de ensayo; el día que nos enteramos del desalojo casi lloramos", cuenta Érika Gutiérrez, actriz y coordinadora de eventos infantiles del teatro de títeres Naku, que cumple 20 años. Esta agrupación viajará a Praga para recibir el premio como mejor grupo de teatro de títeres de 2009. En la oficina, están empacando. Todo está en cajas porque simplemente se quedaron sin sede.
El Ateneo de Caracas creó la compañía estable de teatro Rajatabla, dirigida primero por Horacio Peterson y, a partir de 1976, por Carlos Jiménez; el grupo adquirió pronto gran prestigio internacional.
Precisamente, Rajatabla se despide de su sede actual con un montaje de la versión teatral de la novela "Cuando quiero llorar no lloro", de Miguel Otero Silva, cuyo centenario se celebra en estas fechas. Adaptada y dirigida por José Domínguez-Bueno, en la producción participan más de 70 personas entre actores, bailarines, músicos y cantantes, además del Taller Nacional de Teatro. Este 20 de mayo se produjo el estreno, el 21 de junio bajará definitivamente el telón.