Llevarse presos a Marinkovic y a Costas convertirá a ese 70% de incrédulos de Santa Cruz en un 90% de votos indignados contra un gobierno.
Lunes, 25 de Mayo, 2009 – El Nuevo Día.
La temperatura política
En una escala del 1 al 10, donde 1 significa mucha estabilidad política y 10 una alta inestabilidad, ¿cómo calificaría la situación actual en Bolivia?
La cuestión está en un 8, el gobierno acelera la persecución contra sus opositores.
I. La semana pasada
La semana que pasó, el MAS nos tuvo entretenidos, pero la verdad, si no cambia el guión, pronto empezará a aburrirnos. El MAS debe encontrar -muy rápidamente- algo nuevo. Debe reinventarse. Sostener la acusación de terrorismo contra sus oponentes, tan sólo utilizando las declaraciones (contradictorias y peregrinas) de una especie de espía del propio gobierno (que goza de un bello prontuario judicial), no es muy serio. Ya no da. Si el gobierno no presenta pruebas sólidas, lo del “Viejo” se caerá por su propio peso. Hoy, casi el 70% de la gente en Santa Cruz no cree lo que dice el gobierno en este caso.
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Cuando uno está en política, meter presos a los oponentes es un tentación estupenda, pero hay que hacerlo con algún decoro. Llevarse presos a Marinkovic y a Costas, convertirá ese 70% de incrédulos de Santa Cruz, en un 90% de votos indignados contra un gobierno al que la gente ya comienza a llamar “la dictadura”.
Pero no sólo eso. Metiendo presos a Costas y Marinkovic (personajes tan populares, en Santa Cruz) el gobierno terminará por estimular un sentimiento nacionalista cruceño. Y ese es el “problemita” que le faltaba a Bolivia. Un nacionalismo, que no sólo tendrá por argumento “el gobierno colla no quiere a Santa Cruz”, sino que además, postulará la democracia y la libertad política como banderas de fondo. Nacionalismo, más libertad. Es la fórmula mágica de la política moderna (aquí y en la luna). Ese será el efecto de apresar a estos tipos. Los harán víctimas y “héroes cruceños de la dictadura”.
Quién sabe. Quizá el tener presos a Marinkovic y a Costas, marque el inicio de un nuevo y fecundo tiempo político para Santa Cruz: el tiempo de la madurez nacional. “Nacional”, entendido como lo nacional-cruceño. Así, lo que hoy se percibe como una derrota política para Santa Cruz y su autonomía, -derrota marcada por la exitosa persecución del gobierno contra los autonomistas- puede significar mañana, el momento épico (y muy sacrificado) que es inevitable cuando se construyen los grandes y verdaderos proyectos políticos e históricos.
Por eso, los perseguidos quizá tienen en su propia persecución, la oportunidad de ganar “la guerra”. Y por eso, es esencial que los perseguidos estén unidos. En el momento en que comiencen a traicionarse unos a otros, no sólo serán cazados como animales por el propio gobierno, sino que además, perderán el respeto de sus pueblos.
La fragilidad de las pruebas que presenta el gobierno, la manipulación del poder político sobre la justicia, el apoyo popular a los perseguidos en sus pueblos, los tres europeos muertos en manos de las fuerzas gubernamentales y en fin, una serie de hechos como estos, hacen que los perseguidos, quizá, tengan hoy la oportunidad de oro para ser unos presos heroicos y desde luego, ser los hombres que cambiaron la historia de Santa Cruz.
El “caso terrorismo” durante esta semana, en lugar de mostrar pruebas, mostró dos cosas: un decreto de confiscación para que el gobierno confisque los medios de comunicación de sus opositores y una lista de convocados a declarar donde figuran Costas y Marinkovic, los más formidables opositores. Es decir, durante esta semana, el gobierno, en vez de pruebas, lo que mostró fue política.
II. La semana que comienza
Esta será, como la anterior, una semana muy política. El Gobierno decidirá si encarcela a Costas y a Marinkovic. También el gobierno dará el bono para madres embarazadas, lo cual, le subirá la popularidad. Palo y zanahoria. Presos y bonos. Esa es técnica gubernamental.