Si esta semana el gobierno no aporta una prueba seria contra los autonomistas, el tema terrorismo pasará a la historia como uno más, dentro de las eternas luchas políticas entre masistas y autonomistas.
El Nuevo Día
La temperatura política
En una escala del 1 al 10, donde 1 significa mucha estabilidad política y 10 una alta inestabilidad, ¿cómo calificaria la situación actual en Bolivia?
Las cosas permanecen en un 8, el gobierno quiere líos y líos tiene.
La semana pasada
1. Terrorismo. Durante la semana anterior el caso terrorismo se estancó. Este caso ha llegado a un punto donde todo es incertidumbre. Tanto los autonomistas, como el gobierno del MAS aportan pruebas bastante frágiles. Eso sí, cada bando, da la publicidad que conviene a cada prueba.
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Recordemos que el objetivo básico del gobierno en todo esto es involucrar y así, encarcelar, a los altos líderes autonomistas. Y para eso, la prueba más contundente que presenta el gobierno -hasta hoy- es la declaración vacilante de un tipo que tiene problemas con la justicia, un tipo que además es informante confeso del servicio de seguridad del gobierno y que, se supone, más o menos dice lo siguiente: “no he visto nada, pero uno de los tipos muertos el 16 de abril me contó todo lo que hoy confieso”. O sea, “dicen que dijo el muerto”. El fiscal, que debe saber derecho penal, seguro que anda decepcionado con la calidad de esa prueba.
Pero también el lado autonomista anda a tropezones. Porque hasta hoy, las investigaciones dejan más o menos claro que, aquí, en Santa Cruz, hubo un grupo de avivados que querían jugar a soldaditos de plomo. Y si los autonomistas quieren salvar la causa de la autonomía y liberarla de esta mancha tan triste de la violencia, deben juntarse y salir al público y aportar a la investigación con todo lo que pueden aportar. Si saben quién era el bellaco que andaba haciéndose el guerrero, es hora de salir y decirlo.
Hasta hoy la versión general de los autonomistas es tímida y desorganizada. Y esa timidez y esa desorganización, ayudan al gobierno a obtener beneficios políticos. Por ejemplo, hasta que no esté claro todo el panorama, el gobierno podrá dejar en el más absoluto misterio cómo murieron los supuestos terroristas la noche del 16 de abril: ¿hubo enfrentamiento o hubo ajusticiamiento? Al gobierno le conviene la timidez autonomista; gracias a ella, dibuja a gusto y disgusto el caso.
En cuanto a la noche del 16 de abril, es más que comprensible la desesperación policial (¡amenazas públicas a todo boliviano quien tenga dudas sobre lo que pasó aquella noche!). Hay nerviosismo en las filas policiales, y es que los oficiales que participaron en la aventura del hotel Las Américas saben perfectamente que, cuando haya un juicio por lo que ocurrió esa noche, ese juicio tendrá dos elementos muy duros: primero, como siempre, será un juicio contra los camaradas oficiales de la policía (no será contra los políticos que ordenaron el asalto… lo siento, así es la vida y así es la política); y segundo, será un juicio internacional en un tribunal europeo… sitio de origen de los muertos. Lo cual es serio, porque un tribunal europeo, normalmente, es implacable y objetivo.
2. Jueces y juicios. La semana pasada también trajo la pelea entre Evo Morales y Alan García, sobre el tema del refugio político que los peruanos, por gestión de la ONU, concedieron a dos ex ministros de Sánchez de Lozada. Dos datos políticos en esto. Primer dato político: éste es un capítulo más de la lucha Chávez-Alan (Alan sabe que si no frena al chavismo, el chavismo conspirará en Perú para derrocarlo y Chávez sabe que con Alan tiene un freno importantísimo en la región). En esta lucha, Chávez-Alan, Caracas envía al gobierno de La Paz, para pelearse constantemente con el de Lima. Y en esta ocasión, reconozcamos que Alan dio un motivo maravilloso para la pelea. Segundo dato político: esta pelea, La Paz-Lima, trae popularidad a Evo porque todos quieren juicio a Goni. (Pero también, todos saben que el juicio contra Goni es político, y saben que en este proceso, la investigación y el procedimiento valen un pepino; razón por la cual, Alan y la ONU tienen buen argumento para dar refugio a esos tipos).
A propósito de todo esto, la semana anterior, fue una semana de juicio contra el presidente de la Corte Suprema de Justicia. El juicio lo lleva el MAS y lo hace con su espléndido estilo: el procedimiento y la norma valen un pepino.
II. La semana que hoy comienza
Si esta semana el gobierno no aporta una prueba seria contra los autonomistas, el tema terrorismo pasará a la historia como uno más, dentro de las eternas luchas políticas entre masistas y autonomistas. De hecho, ya Santa Cruz cree que todo esto del terrorismo es una especie de jugada del gobierno para perjudicar a la autonomía y a sus líderes. Por eso esta semana, el gobierno hará todos los esfuerzos posibles (spots, golpes de efectos, etc.) para darle contenido y drama al caso “terrorismo cruceño”.
También, la semana que comienza habrá espectáculo romano en Sucre porque empieza el juicio contra los ex ministros de Sánchez de Lozada que no se fueron: los de NFR, que son juzgados por delitos menores en este caso. Será una semana de las que le gustan y le convienen al gobierno: melodramática y cargada de política.