Una mezcla muy dañina

La corrupción no ha nacido con el actual gobierno, pero no se puede negar que el MAS ha perfeccionado los mecanismos que la incentivan. 

image De todos ellos, la Cámara de Diputados con mayoría masista, solo inculpó al general López, el denunciante, y libró a los principales sospechados, Quintana, Chambi, Bandeiras. *

La percepción de amplios sectores de la sociedad es que el actual gobierno es el más corrupto de los últimos tiempos como lo demuestran encuestas realizadas por entidades especializadas y la verdad es que ha hecho suficientes méritos para acceder a esta poco honrosa posición.



A la predisposición que han mostrado los jerarcas masistas para meterle uña a las arcas del Estado, se une la impunidad de la que gozan. Corrupción e impunidad, es una mezcla muy dañina que al final acabará perjudicando al propio gobierno y a su líder.

Sería largo enumerar los hechos de corrupción descubiertos (porque otros aun están ocultos) en el actual gobierno, pero se puede indicar, que estos comenzaron casi desde el momento mismo en que Evo en Tiwanaku, con traje imperial incaico, se hacía cargo de la conducción del país prometiendo no robar, no matar, no mentir.

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Hoy tenemos que a parte de las sanciones impuestas a determinados corruptillos de bagatela por haberse embolsillado algunos pesos, la casi totalidad de estos hechos han quedado en la impunidad, incluido el de Santos Ramírez, a cuyo encierro el gobierno quiere mostrar como la expresión de su supuesta voluntad de luchar contra este flagelo. 

Ocurre que en el caso de Santos, el gobierno ha tomado las debidas precauciones para que el tema no acabe salpicando a las más altas esferas y se quiere mostrar al ex hombre fuerte del MAS como el único protagonista del más bullado escándalo de corrupción de los últimos tiempos, hoy casi olvidado por los medios y reemplazado por otro asunto que convenientemente ha destapado el propio gobierno, el terrorismo. 

La corrupción, presente también en los anteriores gobiernos, tampoco es privativo del poder central, se reproduce en algunas prefecturas, alcaldías y en varias  instituciones del Estado, pero no se puede negar que el MAS ha perfeccionado las condiciones estructurales que la incentivan. No solo es el caso de YPFB, están los planes de vivienda social, de reconversión productiva; los comodatos son la bolsa siempre abierta a la que acuden los dirigentes oficialistas y que les ha permitido salir de pobres en tiempo record.

Los masistas prometieron borrar las viejas prácticas de los gobiernos «neoliberales», no solo no las borraron sino que estos «revolucionarios» demostraron en estos tres años que son mas hábiles que sus predecesores para caer  bien parados en caso de ser pescados infraganti. Ahí echan mano de todo el aparato partidario en el congreso para salir libres de polvo y paja y lo que es más, para que los denunciantes, acaben como acusados.

Juan Ramón Quintana, el ministro favorito de Evo, es un claro ejemplo de esta situación. No otra cosa significa la resolución aprobada en la Cámara de Diputados, cuyo contenido es de antología puesto que el denunciante, el general López, resultó ser el único procesado y el acusado Quintana casi acabó siendo felicitado “por buscar soluciones pacíficas” para los contrabandistas. Es también de antología que los contrabandistas, particularmente el dirigente Chambi, militante confeso del MAS, se haya beneficiado de una oportuna norma en la que se incrementa sustancialmente el monto para que una operación de estas pase a ser considerado contrabando.

En suma, los bolivianos han sido doblemente defraudados por Evo y por el MAS. Llegaron con un apoyo extraordinario de mas del 50  por ciento de los votos porque prometieron no robar, combatir la pobreza, igualdad de oportunidades y libertades irrestrictas. No cumplieron, las cifras están en rojo y el saldo es negativo para el país.

* Foto archivo La Razón