Informe. Los estadounidenses revelaron los detalles del porqué no incluyó a Bolivia en el Atpdea. El canciller expresó su frustración a Hillary Clinton por el veto al país. Siguen las críticas opositoras
Festejo. El vicecanciller Hugo Fernández representó al Gobierno en la recepción que ofreció la embajada de EEUU
El Deber
Henrry Ugarte A.
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, remitió un informe al Senado de ese país que revela que en Bolivia se avala la producción de coca excedentaria y que esta actividad, que deriva en el aumento del narcotráfico, es propiciada por las más altas esferas del Poder Ejecutivo. Entre tanto, el Gobierno boliviano respondió que cumple con la tarea de erradicación de cocales.
El informe, emitido el 30 de junio, detalla los motivos por los que EEUU decidió vetar las exportaciones bolivianas con las preferencias arancelarias de la Ley de Preferencias Arancelarias Andina y de Erradicación de Drogas (Atpdea, por sus siglas en inglés).
La nota de la Casa Blanca recuerda que, después del último reporte divulgado en 2005 sobre la erradicación de cocales excedentarios, Bolivia ingresó en una espiral de crecimiento que en 2008 superó las 32.000 hectáreas, cuando los límites fijados por la Ley 1008 son de 12.000 hectáreas; la diferencia se ve reflejada en el aumento del narcotráfico.
En diciembre de 2008, el ex presidente George W. Bush dio la voz de alerta sobre el aumento de las plantaciones de coca en Yungas y Chapare, así como el crecimiento del narcotráfico; además, denunció que en Bolivia no había condiciones para la interdicción ni un mayor control en la venta de coca a los narcotraficantes.
La situación empeoró, según el informe, con la expulsión de la DEA del territorio boliviano, de la salida de Usaid y la declaración de persona no grata al embajador Philip Goldberg. Esta serie de medidas, sobre todo la última, caló hondo en el Gobierno estadounidense. El documento recuerda también que en 2006 Bolivia inició, a través de decreto, la nacionalización de varias empresas capitalizadas y que en 2007 ingresó en un proceso de arbitraje internacional, producto de la disputa con las empresas que volvieron a manos del Estado boliviano.
Con ocasión del festejo del 233 aniversario de la independencia de Estados Unidos, James Creagan, encargado de negocios de la embajada estadounidense en La Paz, recordó que su país ha trabajado con Bolivia en múltiples programas bilaterales, cuyo mayor monto, $us 2.100 millones, se canalizó en la última década a través de Usaid. “Deseamos seguir trabajando en la lucha conjunta contra el perverso flagelo del narcotráfico”, dijo el diplomático.
En respuesta, el Gobierno de Bolivia pidió ayer que no se hable más del programa de exenciones arancelarias bajo el programa del Atpdea y abogó por negociar un tratado de comercio que contemple las asimetrías entre ambos países. “Ahora hay que hablar de otras estrategias, de cómo vamos a encarar nuestra relación comercial con Estados Unidos», dijo el vicecanciller, Hugo Fernández, al indicar que Bolivia envió una propuesta a Washington para negociar ese acuerdo alternativo.
Entre tanto, la Policía calculó que cerca del 40% de cocaína que se incauta en Bolivia proviene de Perú. Óscar Nina, director nacional de la Felcc, dijo ayer a la agencia internacional de noticias EFE que en lo que va del año se han incautado de más de 13 toneladas de cocaína, de las cuales 5,2 toneladas llegaron del país vecino.
Relaciones bilaterales
Canciller. David Choquehuanca se reunió en Washington con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y le expresó la «profunda frustración» de Bolivia por la marginación de los beneficios de las preferencias comerciales andinas.
Respuesta. Clinton expresó su deseo de “continuar los esfuerzos para redefinir y profundizar las relaciones con Bolivia». Según una declaración emitida a través de su portavoz, la secretaria de Estado señaló que las reuniones de acercamiento continuarán dentro de algunas semanas en La Paz.
CAN. El secretario general de la Comunidad Andina, Freddy Ehlers, declaró ayer en Lima que Bolivia tiene derecho a beneficiarse con el Atpdea por sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico.
Senado. El presidente del Senado, Óscar Ortiz, sugirió al Gobierno que encare una lucha frontal contra el narcotráfico, formando una nueva agencia de interdicción con apoyo de varios países, entre ellos Estados Unidos y Brasil.
Empleos. El ex presidente del país Jorge Quiroga considera que el Gobierno debe priorizar los empleos y encarar nuevas metas de erradicación, antes de que se cierren otras puertas a los mercados internacionales.
Candidato. Hugo San Martín, ex ministro de Gobierno y candidato a la presidencia por AVCD, cree que el restablecimiento de las relaciones con EEUU pasa por dejar de lado las posiciones intransigentes e ideológicas, porque esto no condice con la política exterior.
Urge buscar el acercamiento con dignidad
Agustín Saavedra Weise / Ex Canciller y Ex Embajador
Las relaciones con Estados Unidos están deterioradas, pero Bolivia tiene que ser capaz de comprender que el interés básico del país del norte radica en el control de los narcóticos, de la producción de coca excedentaria que se dedica al narcotráfico.
También tenemos que ser conscientes de que Estados Unidos es una superpotencia; es decir, que puede abrirnos muchas puertas y cerrarnos muchas otras. Pretender entablar una relación con dignidad, como se ha dicho en varias ocasiones, me parece adecuado, lo único que hay que tratar ahora es de reconducirla y dar nuevos pasos.
Es muy importante las relaciones con Estados Unidos, hasta sus enemigos lo tienen cerca. Nadie puede dejar de lado la superpotencia, porque la misma también condiciona muchas otras relaciones.
Para mejorar hay que ejecutar una política de acercamiento con dignidad. Una política en la que, además, aparte se dé a Estados Unidos un mínimo de satisfacción en algunas de sus demandas y también se obtenga de parte de ellos, la apertura a la cooperación. Reabrir el Atpdea, es tan importante, sobre todo, para las industrias y reencauzar una lucha común contra el narcotráfico como una tarea internacional. Pero, obviamente, sin menoscabar la vulnerabilidad y la soberanía boliviana.