Es innegable que el narcotráfico en Bolivia crece peligrosamente y son frecuentes las denuncias sobre el incremento de las plantaciones de coca en gran parte del territorio nacional, sobre todo en zonas tropicales y subtropicales.
Editorial El Diario
También son descubiertos laboratorios donde se procesa cocaína en sus diferentes fases y aumenta el tráfico de grandes cantidades de droga. Este problema se torna difícil de controlar porque la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico no tiene suficiente personal, menos la infraestructura y medios necesarios para una buena faena. No se puede olvidar que la agencia antidrogas de los Estados Unidos (DEA) hacía un trabajo coordinado tanto en tareas de interdicción como en la destrucción de plantaciones de coca ilegal y efectuaba un seguimiento en los centros urbanos a los comercializadores y distribuidores de drogas prohibidas. La FELCN no ha podido sustituir totalmente esas labores porque, reiteramos, no cuenta con los medios y preparación que tenían los agentes estadounidenses. Por esta razón en el territorio nacional están funcionando laboratorios de elaboración de cocaína, desde los caseros o domésticos hasta los altamente sofisticados que llegan a una producción de hasta 100 kilogramos de droga, factorías que tienen por lo menos doce meses de actividad, llegándose al extremo de que contaban con laboratorios de fabricación de reactivos y precursores.
Según una reciente información proveniente de Europa, personal de la DEA descubrió un cargamento de centenares de litros de cocaína líquida provenientes de Bolivia, mercadería que fue embarcada en contendores en el puerto de Arica, la misma que estaba disimulada en botellas de vino. Esta es una demostración de que los narcotraficantes utilizan todos los medios posibles para sacar del país la cocaína que se fabrica.
En las últimas semanas la FELCN ha descubierto dos fábricas de cocaína que funcionaban en el departamento de Santa Cruz, siendo las más grandes descubiertas hasta el momento, incluida la de Huanchaca, donde fue asesinado el científico boliviano Noel Kempf Mercado y tres de sus colaboradores. En las factorías descubiertas se fabricaba un total de 160 kilogramos por día, por lo que en un mes se elaboraba 4.800 kilogramos, sin contar otras factorías pequeñas. Las acciones de interdicción descubren hasta 8 toneladas al año. ¿Dónde está el resto de la droga fabricada y realmente a cuánto alcanza por año? La respuesta es que una parte mínima se dispone para el consumo interno, el resto se exporta. Esto está respaldado por los informes proporcionados por el propio Gobierno.
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Otro prueba del incremento del narcotráfico en Bolivia es la extensión de plantaciones de coca en el territorio nacional. La Ley 1008 establece que en Bolivia deben existir 12.000 hectáreas de coca legal, las hectáreas excedentarias son ilegales. Pero el Gobierno reconoce que en país hay 30.000 hectáreas de plantaciones de coca, significa que 18.000 hectáreas ilegales, cuya producción es destinada al narcotráfico, no existe otra explicación. Además pobladores del departamento de Pando han denunciado que los sembradíos de coca han llegado al lugar, los que no pudieron ser dimensionados, pero debe tratarse de grandes extensiones. Todo esto conduce a ratificar que el narcotráfico crece de manera desmesurada en Bolivia..
Que el narcotráfico enriquece a algunos es innegable, en ese sentido hace días se mostró filmaciones televisivas de vehículos lujosos estacionados en calles del Chapare, los mismos que no son utilizados en trabajos agrícolas. ¿Cómo consiguieron los cocaleros el dinero para la adquisición de esos motorizados? Es de esperar que no estén relacionados con el narcotráfico, al igual que las hermanas y cuñado de Margarita Terán, una de las máximas dirigentes de los cocaleros y del Movimiento Al Socialismo, los que fueron sorprendidos transportando cocaína en una vagoneta último modelo y con miles de dólares en efectivo.
El presidente Evo Morales Aima, en un acto realizado en la población de Santa Rosa en el departamento de Santa Cruz, responsabilizó al narcotráfico de la destitución del presidente de Honduras. Pero si el Gobierno está en contra del narcotráfico tiene que atacar a esta lacra de la sociedad en territorio boliviano, antes de referirse a lo que pasa en otros países. No debería buscar confrontación diplomática, como lo hizo con Estados Unidos, Perú, Colombia, Brasil y otros estados de Europa.