TEGUCIGALPA (ENVIADO ESPECIAL – LA VANGUARDIA)
JOAQUIM IBARZ
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha iniciado gestiones diplomáticas para resolver el conflicto interno de este país. El diálogo es difícil porque el derrocado presidente Manuel Zelaya insiste en que volverá a intentar el regreso mientras que el gobierno de facto de Roberto Micheletti se niega a negociar su restitución pese a la condena mundial y a las sanciones aplicadas.
Cumpliendo la resolución aprobada en la madrugada del domingo, la OEA busca encontrar una salida que pueda ser aceptada por las dos partes y que cuente con la aprobación del presidente Hugo Chávez y de sus satélites bolivarianos, que insisten en el inmediato retorno al poder de Zelaya, sin condiciones.
Una misión hondureña viajó a Washington para intentar iniciar un diálogo con la OEA. Sin embargo, la viceministra de Exteriores, Marta Beatriz Alvarado, no supo aclarar quiénes formaban parte de la misión, ni precisó cuál va a ser su agenda. Estados Unidos dijo no tener planes de reunirse con la comisión enviada por el nuevo gobierno de Honduras.
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Zelaya estuvo en Nicaragua este lunes. El gobierno de Daniel Ortega lo mantuvo en secreto. El depuesto presidente visitó un centro comercial de Managua para comprar un sombrero vaquero. Dijo que en las primera shoras de este lunes viajaría a Washington para reunirse con la secretaria de Estado Hillary Clinton y con otros funcionarios de la administración de Barack Obama.
“Los hondureños no podemos salir solos de este atolladero, necesitamos a países amigos para encontrar una salida”. La opinión que expone a “La Vanguardia” el analista político Miguel Cálix refleja el sentir de partidarios y detractores del derrocado presidente Manuel Zelaya. La radicalización de los dos bandos, que el domingo ya causó en las cercanías del aeropuerto las primeras víctimas por disparos del ejército contra los manifestantes, genera angustia en buena parte de la población. Es lo que ha percibido este enviado en sectores muy diferentes. El cierre de la terminal aérea de la capital por 48 horas y la prolongación del toque de queda por tiempo indefinido añaden zozobra a una situación muy preocupante.
Las marchas que se suceden a diario –los adversarios de Zelaya han convocado para hoy manifestaciones en todo el país- muestran el aumento de la polarización, que podría desembocar en enfrentamientos muy graves por cualquier chispa o provocación. La nación sigue dividida entre los que respaldan a Zelaya por su discurso populista dirigido a los más pobres y los que lo ven como un peligroso populista que busca mantenerse en el poder como su aliado venezolano, Hugo Chávez.
“No hay mediación posible dentro del país. Hay que buscar negociadores muy experimentados en el exterior que sean aceptados por las dos partes”, señala Miguel Cáliz. Según el analista, el conflicto no tiene precedentes porque los organismos regionales han sido superados. La ONU se ha quemado al viajar Miguel d’Escoto, presidente de la Asamblea General, en el avión venezolano en el que pretendía regresar Zelaya. La OEA está dividida en dos bandos, bolivarianos y moderados.
“Se debe conformar una comisión de países amigos, integrada por miembros de la OEA que pidieron a Zelaya que aplazara el regreso y algunos países europeos. Pienso en Brasil, Costa Rica, Canadá, Suecia. El conflicto puede degenerar si no se encuentra una pronta solución”, subraya el analista.
ZELAYA ANUNCIA QUE REGRESARÁ A HONDURAS SIN AVISAR
Antes de partir hacia Washington, Zelaya manifestó en Managua que regresará "en algún momento a Honduras" pero no informará la fecha en que lo hará a fin "de evitar el boicot de los golpistas". El pasado domingo intentó regresar a su país y las autoridades de facto impidieron que aterrizara.
"Hice el intento, lógicamente mi error fue avisarles, porque me pusieron retenes, al Ejército, francotiradores y empezaron a asesinar gente. Ahora no voy a avisar. Voy a empezar a entrar a Honduras y hacer lo que siempre he hecho: manifestaciones públicas, democráticas, abiertas y amplias ", indicó. “Regresaré como presidente electo y en funciones de los hondureños", señaló. Explicó que en Honduras la Constitución establece que ningún hondureño puede ser expatriado y menos si es el Presidente de la República.
ZAPATERO A TUS ZAPATOS
Enrique Ortez, ministro hondureño de Exteriores, no se caracteriza por su diplomacia. Al presidente español le recomendó "Zapatero a tus zapatos". Se refirió a Barack Obama como "ese negrito que no sabe nada de nada". Del vecino El Salvador dijo: “No quiero hablar de un país tan pequeño que ni se puede jugar al fútbol porque se sale la pelota". Comentó que el embajador de EE.UU. “no está disgustado porque llamé negrito a su presidente.