De todo un poco


penoco El presidente colombiano, Álvaro Uribe, no fue a la cumbre de Unasur de Quito, porque sabía que iba a ser el blanco de los ataques de Hugo Chávez y su claque. Ahora pretenden llevarlo de una oreja a otra reunión para hablar exclusivamente de las bases militares norteamericanas. Uribe acepta ir pero pone varias condiciones. Primero, que no se haga en Quito, uno de los canchones de la jauría chavista y segundo, que no sólo se hable del convenio de cooperación entre Bogotá y Washington, sino también de las promiscuas relaciones que mantienen algunos países con Irán; de las adelantadas conversaciones que hay para que Rusia les provea de armas a Venezuela, Bolivia y Ecuador y de algunos acuerdos –sobre armas también-, con China. Lula  había adelantado algo sobre estos criterios el lunes en Quito, cuando dijo que los países deberían estar dispuestos a hablar de todo, incluyendo algunos temas antipáticos. Se refería al narcotráfico y a los vínculos muy estrechos de Ecuador y Venezuela con las FARC ¿se atreverán o lo dejamos ahí?

Bajo el Penoco – El Día