Fábricas en Pantipata. Los tóxicos llegan a Vinto a través de los ríos Charingo y La Llave y desembocan en el cauce del río Rocha. Vinto cultiva papa, maíz y cebollas.
Parte de la fábrica de droga destruida en Pantipata el miércoles. – FELCC Agencia
Por Vásquez Katiuska – Los Tiempos
El daño ambiental ocasionado por la elaboración de drogas en las alturas de la población de Pantipata (en el municipio de Vinto) está afectando no sólo a los caseríos cercanos de Charingo, Llave Grande, Llave Chico y Tiomoko, sino también a la misma población de Vinto, ubicada unos cinco kilómetros abajo, hacia el sur.
La información se dio a conocer ayer durante una evaluación de los operativos realizados el miércoles pasado por parte de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), en las zonas de Pantipata y Cotani, donde además se incautaron de 29 kilogramos de pasta base de cocaína en 14 factorías, que podían producir en conjunto unos 15 kilos de cocaína semanales.
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El narcotráfico en Pantipata, ubicada en una meseta, ha provocado peleas con poblaciones ubicadas en partas bajas, cuyos habitantes han denunciado que los químicos vertidos en los ríos están afectando los cultivos de flores, papa y cebolla, pues los tóxicos destruyen las pulpas dejándolas marchitas. Además, las aguas se vuelven inútiles para la avicultura y ganadería.
Según fuentes de la Felcn consultadas ayer, estos tóxicos están llegando a la misma población de Vinto a través de los ríos Charingo y La Llave, que cruzan por la parte oeste de la población y desembocan en el cauce del río Grande (Rocha) con efectos similares a los que sufren las comunidades altas. Vinto cultiva papa, maíz y cebollas.
Frente a esto, la Policía anunció ayer un plan para reforzar la seguridad cuando se acabe de construir el módulo policial en Charingo, actualmente en obra gruesa. Se ha previsto destinar seis policías del Comando Departamental y cuatro de la Felcn con el fin de garantizar que cada día haya unos cinco efectivos en la posta policial para requisar a los vehículos sospechosos y reducir el paso de precursores o coca, destinados al narcotráfico, según el comandante de la Policía, Carlos Quiroga.
Por ahora, los policías de Vinto y Quillacollo patrullan periódicamente las comunidades enfrentadas. Quiroga agregó que la vigilancia se realiza con normalidad en el día, pero que por la noche disminuye por las condiciones de la zona y por la circulación de motorizados que transitan a gran velocidad, presuntamente con ocupantes armados.
Acuerdos
La Prefectura pacificó la situación en Charingo y Pantipata, comunidades enfrentadas por la droga y el agua, con la firma de un acuerdo en el que los pantipateños desembolsaron 1.500 bolivianos para reponer los 200 metros de tuberías de la red de agua potable de Charingo, que destrozaron en represalia al control social que ejercen los comunarios para erradicar el narcotráfico en las alturas de Vinto y por la construcción de un módulo policial.
Además, Pantipata se comprometió a retirar las querellas contra los dirigentes y los pobladores de Charingo, mientras que éstos levantarán el bloqueo del camino a Pantipata, que desde hace dos semanas impedía la circulación de vehículos hacia las alturas de la zona.