Evo opta por pragmatismo en su relación con España


El Jefe de Estado dijo que existen diferentes formas de ver los 500 años de colonización española y destacó el apoyo incondicional del gobierno español.

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Posición: el presidente Morales, ayer, durante una conferencia de prensa



La Prensa

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El presidente Evo Morales optó ayer por el pragmatismo político en su relación con España, después de que dejara atrás las heridas por los 500 años de colonización española. Ratificó que quiere nuevas relaciones diplomáticas para las futuras

generaciones.

El Jefe del Estado Plurinacional, en conferencia de prensa en el Palacio Quemado, dijo que “si hablamos de España (…) son más de 200 millones de dólares, que es una cooperación mediante condonación o recursos frescos, lo que ningún país de Europa hace en este momento. ¿Cómo no reconocer ese aporte incondicional, al margen de la donación de ambulancias y otros proyectos nuevos?”.

El lunes, cuando estuvo en el Palacio de la Moncloa, en una cena con los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, y con empresarios privados de ese país, Morales dijo que “la historia del pasado es para el pasado” y que “los pueblos indígenas no somos vengativos ni excluyentes”.

El Presidente indígena había dejado atrás las heridas de la colonización española, sistema contra el cual dirigió en varias ocasiones sus discursos cuando se encontraba en Bolivia.

De hecho, el viceministro de Descolonización e historiador indígena, Roberto Choque Canqui, sostuvo que las declaraciones del Mandatario no representaban el pensamiento de los originarios que “no pueden olvidar ese pasado” de sometimiento, pues la Corona española dominó el Alto Perú (ahora Bolivia) por más de 500 años.

Ayer, consultado por ese cambio de discurso, Morales aseveró que hubo una tergiversación en la información. “Lo comenté y quedaron sorprendidos. Claro, allá también dieron otra información y algunos medios de comunicación siempre tergiversan sabiendo que no era así”.

El gobernante boliviano llegó del país ibérico después de lograr la condonación de 77,8 millones de dólares más cinco millones de euros de la deuda bilateral boliviana, además de la entrega de otros 121 millones de dólares para proyectos educativos y de saneamiento básico.

También consiguió financiamiento para proyectos como la creación de un Fondo de Agua, la formación profesional para jóvenes y la creación de la Procuraduría del Estado. Además logró que los residentes bolivianos legales voten en las elecciones municipales.

El 16 de junio de este año, el Jefe de Estado planteó modificar un párrafo del Himno del departamento de Santa Cruz y cuya letra señala: “La España grandiosa. Con hado benigno, aquí plantó el signo de redención”. A Morales este texto “no le gustó” porque hace referencia a un país colonizador.

En 2008, en Salinas de Garci Mendoza, ubicada en el departamento de Oruro, también sugirió modificar el nombre de esa población porque lleva el apellido de un “conquistador”, José de Garci Mendoza, un español que colonizó esa región.

El Presidente puntualizó ayer que la “descolonización”, que es una de las políticas de su Gobierno, no significa “fuera españoles, fuera gente europea. La descolonización pasa por la mente de cada uno de nosotros. La mejor descolonización es recuperar nuestra identidad para vivir en colectividad (…) los imperios nos han traído individualismo, corrupción, ambición”.

En todo caso, “el tema de 500 años se puede ver de distintas formas”, dijo Morales, a quien el rey Juan Carlos I, de España, honró con una cena en el Palacio Real, “que antes era para tomar decisiones políticas para intervenir (…) A mí me sorprendió cenar en el Palacio (…) y recibir al intervenido, al invadido en aquellos tiempos (en ese ambiente)”.

Vargas Llosa reitera sus críticas

El escritor peruano Mario Vargas Llosa reiteró sus críticas contra el presidente Evo Morales y su homólogo venezolano, Hugo Chávez.

“El Gobierno español está siendo muy ingenuo si cree que su ‘pragmatismo’ y su apoyo a Morales y Chávez le van a servir para que sus compañías no sean expropiadas. Chávez no funciona así. Hará lo que quiera por muy simpático que se muestre con él el presidente (José Luis) Rodríguez Zapatero. Son relaciones peligrosas, porque a la postre las políticas ‘pragmáticas’ son incompatibles con la democracia. Gobiernos como el español deberían tener un compromiso moral con los movimientos que luchan por la democracia y los derechos humanos en estos países”.

En Bolivia operan alrededor de ocho empresas españolas, entre ellas Repsol-YPF; Iberdrola, que tiene el control de varias plantas hidroeléctricas, y Santillana. En su viaje a España, el mandatario Morales consiguió que la petrolera Repsol-YPF acelere sus inversiones en el país.