Plagiario de avión mexicano, una Caja de Pandora en Bolivia y México


Sobre el impacto que causó en México el plagio del avión, el embajador Mansilla refirió que la prensa mexicana ha reducido el hecho a la anécdota.

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La prensa mexicana dejó al plagiario boliviano en el terreno de la anécdota (ABI/Internet)

    La Paz, sep (ABI) – Josmar Flores Pereira, el predicador boliviano de 44 años que el miércoles puso a México de cabeza cuando se plagió un avión comercial con 103 pasajeros, no estableció, en los 17 años que lleva en el país, contacto alguno con la comunidad y Embajada de Bolivia, confirmó el jueves el embajador Jorge Mansilla en contacto telefónico con la televisión estatal en La Paz.

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    «La comunidad boliviana no lo conoce. El está hace 17 años acá y nunca se aproximó a la comunidad  boliviana, en sí no hay un registro en las listas del consulado, no tenemos ninguna referencia en la Embajada», afirmó el diplomático.

     Radicado en México desde 1992, en condición migratoria aún confusa, Flores Pereira era poco menos que una Caja de Pandora para la comunidad de bolivianos y también para las autoridades mexicanas.

    «Hemos hecho una consulta, una compulsa también con los compañeros, compatriotas más cercanos a nosotros; no lo conocemos, no sabemos de él, no conocemos de su existencia, pero pese a todo lo aparatoso de su vida en el sureste de México (en Oaxaca) concretamente en aquella comunidad, no sabíamos de él ni de su existencia ni de su pasado ni antecedentes. Aquí estamos tratando de precisar cuál es su condición migratoria», declaró el jefe de la misión diplomática a Bolivia TV.

    Sin embargo, Mansilla se dijo a la espera de un informe que hubo solicitado a las autoridades migratorias de México.

    La triste celebridad que alcanzó Flores Pereira, nacido en Santa Cruz de la Sierra (este), de donde partió hace 17 años, urgió la búsqueda de antecedentes tanto en Bolivia, donde saltó un prontuario juvenil, cuanto en México, donde ha sido definido como un «pinche loco» por la prensa de ese país.

    ·»El señor Flores Pereira de ninguna manera nunca se acercó a la comunidad boliviana y menos a las entidades diplomáticas de Bolivia en México», insistió el embajador boliviano.

     La Embajada de Bolivia en México hacía esfuerzos para establecer la calidad migratoria de Flores Pereira, cuya fotografía ocupó todas las primeras planas de los diarios en Bolivia y México.

    De acuerdo con Mansilla, Flores Pereira, que esgrimió «una inspiración divina» para alzarse con el avión y pasajeros. «está desde ayer (miércoles) bajo tuición del Ministerio Público, es decir la Policía Federal, lo tienen retenido allí».

     «Estamos haciendo gestiones para determinar su calidad migratoria en qué condición se encuentra aquí para asumir la defensa o la protección consular correspondiente, estamos en esos trámites actualmente», significó Mansilla.

    El boliviano, un pastor evangélico fue detenido por la Policía local y estaba en trance de proceso judicial, según despachos de la prensa mexicana.

    Sobre el impacto que causó en México el plagio del avión, el Embajador refirió que la prensa mexicana había reducido el hecho a la anécdota.

    «Los periódicos de acá son contundentes. Dice el periódico La Jornada, por ejemplo, un periódico progresista, pone un titular arriba de un gráfico donde se ve el avión y la cara del señor; ponen, ‘qué oso’. Oso acá significa ridículo. Otros periódicos, por ejemplo, lo acusan de iluminado, de excéntrico, pero un periódico amarillista, como el periódico La Prensa, pone esto a título de ocho columnas: ‘Pinche loco’. El pinche, acá, es un insulto, según se maneje, y la fotografía del señor haciendo declaraciones estrambóticas que hizo», contó Mansilla.

; De acuerdo con versiones periodísticas, en base de las investigaciones aún preliminares de la Policía mexicana, la acción individual de Flores Pereira, al margen de conexiones terroristas internacionales, tranquilizó al gobierno del presidente Felipe Calderón, que pudo haber presumido lo peor.

    «Las autoridades en México lo han denominado como un hecho anecdótico (..) Se felicitan, como nosotros nos felicitamos, del final feliz de este episodio violento que pudo haber derivado en tragedia», subrayó el diplomático boliviano.

    Mansilla reconoció que el hecho no fue vinculado, en ningún momento, con asuntos políticos.

    «No se especuló con el asunto de la condición política, ni los derechos humanos ni las especulaciones que pudieran dar cauce a otro tipo de explicaciones», agregó.

    Mansilla dijo haber informado de la secuencia del hecho al presidente Evo Morales, desde el mismo momento en que saltó a luz pública.

    «Desde el primer momento informamos a la Presidencia de la República en Bolivia. Personalmente hablé con nuestro presidente Evo Morales, él me aconsejó, me pidió que lo tuviera informado casi desde los primeros cinco minutos que estalló el evento incluso en el transcurso de Cancún», desde donde la nave secuestrada por Flores Pereira partió rumbo al Distrito Federal, destacó.

    «El presidente Evo Morales, desde el principio, me dijo que saludara a las autoridades mexicanas por el control que hicieron, el manejo que tuvieron de esta situación, toda vez que Bolivia es un país que está contra el terror, en ningún momento», apuntó.

    Hijo de un obrero boliviano, Flores Pereira tuvo un incidente de connotaciones penales a los 12 años y, según una semblanza difundida por medios locales en Bolivia, se dedicó al consumo de drogas y alcohol, antes de partir, por imposición de su padre a México, donde devino en pastor de una iglesia protestante.