La Alcaldía paceña declara alerta naranja y solicita al Gobierno un decreto de emergencia. El número de viviendas con grietas sube a 129 y el de damnificados a 632. Las zonas con problemas son urbanización Las Dalias, Metropolitana, Las Kantutas, Ciudad del Niño y Cervecería. La Alcaldía de La Paz, habilitada para movilizar a todos los empleados municipales para atender la emergencia.
Impacto: una grieta en la avenida Circunvalación de la zona Cervecería muestra cómo se extiende el movimiento de la tierra
La Prensa
Alcaldía declara la alerta naranja por el derrumbe que daña a 129 familias y pide ayuda al Gobierno
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EL DESLIZAMIENTO QUE SE INICIÓ EN VALLE DE LAS DALIAS SE EXTENDIÓ A OTROS CUATRO SECTORES: METROPOLITANA, LAS KANTUTAS, CIUDAD DEL NIÑO Y CERVECERÍA
La declaratoria significa que todos los funcionarios municipales serán desplazados para colaborar con el megadeslizamiento, que hasta ayer abarcaba 25 hectáreas. El alcalde Juan Del Granado solicitó al Gobierno la declaratoria de emergencia para contar con más recursos financieros para socorrer a los damnificados, que hasta ayer sumaban 632 personas
La Alcaldía declaró ayer “alerta naranja” en el municipio de La Paz, a tres días del deslizamiento ocurrido en la urbanización Las Dalias o Villa Salomé Bajo.
El movimiento geodinámico, ocasionado por la presencia de pozos sépticos en la urbanización Las Dalias, se extendió hasta ayer a otros cuatro sectores aledaños: Metropolitana, Las Kantutas, Ciudad del Niño y Cervecería.
La comuna demandó al Gobierno nacional la asignación de recursos para atender la emergencia en las 25 hectáreas afectadas.
Hasta el sábado, las familias damnificadas eran 21, el domingo se anunció que el número subió a 71, pero el más reciente informe de la Alcaldía dio cuenta que hasta ayer las afectadas eran 129, que suman unas 632 personas.
En Las Dalias se desplomaron las viviendas y en los otros cuatro barrios se presentaron rajaduras en las paredes.
La evacuación en las Dalias comenzó el viernes en la noche; en Metropolitana, Las Kantutas y Ciudad del Niño, el domingo, y ayer fueron desplazados los vecinos de Cervecería.
El epicentro del fenómeno, ubicado en Las Dalias, abarca cinco hectáreas, pero el problema se extendió hasta 25 hectáreas.
Adolfo Chura, uno de los dueños de casa Cervecería, demandó a nombre de los afectados que la Alcaldía y la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) se comprometan a realizar trabajos en la zona como condición para abandonar el área.
Como las autoridades no lo hicieron, hasta ayer sólo abandonaban el área los inquilinos, ni siquiera los anticrecistas, quienes, como Ever Chávez, consideran que debe acompañar al dueño para recuperar su inversión.
De las 500 familias que viven en el lugar, 50, cuyas casas se encuentran sobre la avenida Circunvalación, están afectadas con grietas que ya se evidencian en el asfalto.
El alcalde Juan Del Granado explicó que la “alerta naranja” procede cuando ocurre un “hecho grave pero aislado”, que no afecta a todo el municipio, pero que su atención precisa movilizar recursos económicos y humanos.
La autoridad edilicia dijo que solicitará al Gobierno la aprobación de un decreto de emergencia para disponer de más recursos, que se invertirán en la estabilización del suelo, en la maquinaria y en el plan de vivienda que fue comprometido por el Vicepresidente.
De acuerdo con Del Granado, lo sucedido no se podía prevenir, aunque el concejal Hernán Paredes dijo que se debieron hacer trabajos en el río Chullunkani para estabilizar el suelo. Informó que solicitará un informe escrito.
El Alcalde adelantó que es probable que inicie alguna acción legal en contra de EPSAS, porque esta empresa instaló agua potable en la zona pero no colocó el sistema de alcantarillado. La falta de este mecanismo provocó que los vecinos de las Dalias tiren sus aguas servidas en pozos sépticos, que se insumieron en el piso, lo que derivó en el movimiento.
El personal que se moviliza para atender la emergencia suma 718, entre efectivos militares, obreros, técnicos ediles y policías, además de personal de Electropaz que trabaja en desconectar el cableado.
LOS AFECTADOS
Virginia Mamani
“Yo llegué de viaje el sábado directo a la carpa, porque la casa ya se había caído. Esa vivienda era de mis abuelos y vivíamos con mis papás y mis tres hermanos, dos con sus familias. Nunca ha pasado nada, nunca nos han dicho que era inestable”.
Pedro Aduviri
“Cuando volví del trabajo el viernes, las casas ya se habían caído, mi morada se cayó el sábado, más bien salvamos las cosas y ahora estamos en la carpa. A mí me faltaba pagar la construcción que hice en una propiedad de mis suegros, pensando para mis hijos”.
Félix Siñani
“Yo vivía en este lugar unos 25 años, era casa de mis padres y nunca, en ese tiempo, ha pasado nada. Teníamos servicios, pero hacía falta alcantarillado. No teníamos autorización de la Alcaldía y EPSAS nos pidió papeles porque era un terreno rústico”.
Teodoro Chura
“Yo vivo con mis papás y ya son de 80 años, y ellos no quieren desalojar. A la fuerza nomás tenemos que irnos, porque las casas ya están rajadas y hay grietas en el suelo. Iremos a buscar dónde acomodarnos. Pero no pensábamos que pasaría esto, nunca pasó nada”.
128 personas se instalaron en las carpas del Valle de las Flores
Diez carpas acogen a las familias obligadas a dejar sus domicilios. 718 militares, ediles, policías y personal de Electropaz trabajan en el área.
El campamento instalado por la Alcaldía, entre el viernes y el sábado, en la cancha de la zona Valle de las Flores alberga hasta la fecha a 128 personas, entre adultos y menores, quienes perdieron su vivienda a causa del deslizamiento ocurrido en Valle de las Dalias.
Son 10 carpas las que se levantaron con ayuda de Defensa Civil, donde también están amontonados los muebles y los enseres que los afectados pudieron salvar luego del movimiento telúrico.
El alcalde Juan Del Granado informó que hasta ayer, las vendedoras de los mercados Lanza y La Bolita proveen alimentos elaborados para los afectados, pero que desde el miércoles se instalará lo necesario para una olla común y serán los mismos damnificados que se organizarán para alimentarse.
Mediante el Hospital Materno Infantil se realiza una evaluación de la salud de los habitantes de las carpas y, de acuerdo con el primer reporte, se evidenciaron resfríos, estrés y algunas heridas leves en las extremidades, en particular de los mayores, debido al traslado de sus objetos.
Una de las médicas del centro de salud de la zona explicó que de ser necesario se trasladarán a los pacientes a los hospitales, aunque hasta el momento este extremo no fue requerido y las personas que tienen dolencias son atendidas en las carpas.
Por su lado, la organización no gubernamental (ONG) Visión Mundial se encargó de colocar dos letrinas, que se suman a los dos baños que hay en la sede social para las personas que habitan las carpas. Además, la ONG dotó de equipos de limpieza.
Otras personas afectadas, en su mayoría inquilinos, prefirieron alquilar habitaciones para proteger a sus hijos pues se avecina la época de lluvias.
Asimismo, otros, como Luisa, admitieron que tienen otra casa en una zona alejada y que recurrirán a ella para habitarla.
La gente que pernocta en las carpas que les sirve de refugio demanda alimentos, abrigo y frazadas, porque en las noches —aseguraron— arrecia el frío. Algunas familias empezaron a cocinar en fogones debido a la necesidad.
Datos
El deslizamiento comenzó el viernes en la tarde en la urbanización Las Dalias
A la fecha, ya son cinco los sectores afectados por el impacto del desastre.
La Alcaldía moviliza a 718 personas para atender la emergencia.
Hasta ayer, el número de las familias afectadas por el deslizamiento llegó a 129.
El epicentro del derrumbe afectó a cinco hectáreas, pero se expandió hasta 25 hectáreas.