Mauricio Aira
La visita del Presidente Lula a Suecia sucede al rotundo éxito que alcanzara al lograr que el Comité Olímpico le asignara a Rio, la sede de los JJOO 2016, debido a la colosal suma que invertirá el Estado en la construcción de la infraestructura poco menos que mastodóntica para albergar los cada vez más numerosos campos deportivos que las olimpíadas reclaman del organizador.
Lula es un tipo simpático, aseguraba uno de los corresponsables que llegaron a Estocolmo para cubrir la visita de poco más de 24 horas del exdirigente obrero convertido en el Primer Mandatario de uno de los 10 más grandes de la tierra.
En verdad que su tiempo resultó escaso para distribuirlo entre la visita al premier sueco Frederick Rentefield, que ocupa la presidencia de la Unión Europea hasta el 31 de diciembre, al parlamento sueco, a los Reyes Carlos Gustavo y Silvia, asistir a una cena con la realeza y atender los requerimiento de la prensa que estuvo presente a lo largo de la agenda maratónica de Lula y su séquito.
Con una visita a Rodríguez Zapatero el próximo 17 Luis Inácio Lula da Silva culminara su periplo de dos semanas en que presentó su Plan de Aceleración del Crecimiento destinado a convencer a los inversionistas europeos a poner sus capitales en Brasil. Lula defiende en primer lugar el impulso a los biocombustibles como la mejor manera de salir del círculo vicioso de la crisis económica que agobia al planeta, aunque en menor medida a Brasil, fenómeno que ha llamado la atención y los medios tienen enorme curiosidad por saber a qué se debe que Brasil hubiese sido, hasta ahora la excepción.
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Junto al objetivo de conseguir un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lula quiere y ha intentado ganar apoyos para su proyecto sobre el etanol. Aprovechó además en sus contactos con los líderes europeos para criticar las barreras tarifarias que impone la EU al etanol que le parecen injustificables, alcanzan hasta el 55% frente al 5% que recae sobre el petróleo. En Suecia demandó asistencia para un intercambio en técnicas de las telecomunicaciones y de la industria forestal y sobre el cambio climático que llevará a programas conjuntos de obtener la limpieza de las fuentes de energía. En la conferencia de prensa conjunta que ofrecieran con el presidente de la Comisión Permanente de la UE, el primer ministro sueco no ofreció respuestas contundentes a las demandas del Presidente Lula, aunque dejó abierto el camino a la prosecución de tratativas con los 27 miembros de la EU sobre un abanico de asuntos que incluyen el intercambio de productos, de políticas y de habitantes sujetos a las cada vez más severas formas de control.
Brasil que invertirá casi 14 mil millones de euros en los JJOO, no está regresando con las manos vacías, para empezar la empresa Stora Enso formada con capitales de Suecia y Finlandia anunció que duplicará la producción de celulosa Veracel ubicada en el estado de Bahía, otras más invertirán en cana de azúcar, la soja y el girasol con cuyos productos producen el biodiesel que se está utilizando para sustituir otros combustibles no renovables, sin contar los compromisos del círculo escandinavo dispuesto a la transferencia de toda clase de recursos a Brasil, con tecnología de punta y expertos de primer nivel. El sector privado percibe grandes negocios dentro de los programas de crecimiento (PAC) que harán de Brasil la quinta potencia mundial.
Produce una sensación de “sana envidia” si comparamos los emprendimientos de Brasil con los de Bolivia, en el primero se estimula el rol del empresariado en la meta de enriquecimiento para una vida mejor, en el segundo se lo combate, se lo desanima y hasta persigue en aras de un estatismo trasnochado.