Los equipos de rescate de la ciudad china de Yuyao tuvieron un trabajo peculiar al liberar a un niño de dos años que había quedado atrapado entre dos muros cuando jugaba a las escondidas. El niño se divertía con sus amigos cuando decidió entrar en un estrecho pasaje de apenas veinte centímetros entre dos edificios para esconderse, que resultó ser demasiado angosto para él, quedando inmovilizado.
A partir de ese momento, familiares y vecinos tuvieron que solicitar ayuda al cuerpo de bomberos de la ciudad, pues el niño no podía liberarse por sí mismo y nadie podía llegar a rescatarlo. El cuerpo de rescate tuvo que utilizar taladros y romper un poco los muros para poder finalmente liberar al niño, quien se afortunadamente se encuentra sano y salvo.