Un empresario que todos los días abre un supermercado, una farmacia, una megatienda o una concesionaria de autos en Santa Cruz dice, sin embargo, que el modelo económico de la región está agotado. A lo mejor lo compara con Hong Kong, con Miami o con Ámsterdam, donde seguramente su ritmo de crecimiento sería más acelerado, pero dentro de Bolivia no se conoce un fenómeno comercial como el suyo y tampoco se sabe que esté desarrollando la misma estrategia de expansión de sus cadenas de negocios en El Alto, en Oruro o en Potosí, modelos que tal vez considera interesantes, pues son los lugares donde se está produciendo el gran “cambio” que él tanto enarbola como militante del actual proceso político. Salvador Ric tiene un grave conflicto ideológico en la cabeza que lo lleva a hacer papelones por televisión, aunque su bolsillo no aguanta ninguna incoherencia y eso está plenamente demostrado. A pesar de todo, muchos celebran que a él y a todos los que vienen a “tropezar” con el modelo cruceño les vaya estupendamente bien.
Bajo el Penoco – El Día