¿Qué pasó?


Valverde hizo acopio de abundantes registros periodísticos y recogió testimonios acerca de los más graves episodios de violencia y sangre…

laPrensa eldeber Editorial La Prensa y El Deber

Es muchísimo más que el provocador título del primer documental para cine producido en Santa Cruz por el polifacético Carlos Valverde Bravo y que acaba de ser presentado, en medio de una lógica y muy comprensible expectativa nacional. ¿Qué pasó?, que antes del filme se hizo libro, es una interpelación directa del conocido comunicador, escritor, actor y analista al Presidente de la República en torno a los hechos de violencia que en cuatro años de gestión de Evo Morales se han gestado en nuestro país y han costado más de un medio centenar de bolivianos muertos, cuando el actual Jefe de Estado, a tiempo de asumir las riendas del poder, aseguró que el suyo, a diferencia de los anteriores, sería un Gobierno sin muertos. De acuerdo a Carlos Valverde, hay una constante que se repite desde la masacre de San Juan ocurrida en los combativos distritos mineros de Catavi y Siglo XX, hacia finales de los años 60 del siglo pasado: en las protestas hay balas militares o policiales y los muertos los pone el pueblo.



Valverde siente necesidad de hacer notar que su obra no no tiene como objetivo ocasionarle daño al Primer Mandatario, que se apresta a buscar su reelección por un nuevo quinquenio en los comicios del 6 diciembre próximo. “Sería lindo que el presidente Morales haga un análisis de conciencia y reconozca que ésta es una deuda de su Gobierno y de la democracia boliviana, porque hay que aclarar que no son los muertos de Evo, sino del Estado, porque fueron ejecutados a nombre de la institucionalidad del Estado, en supuesta defensa de la ley y de la justicia".

Para terminar preguntándose ¿qué pasó?, Valverde hizo acopio de abundantes registros periodísticos y recogió valiosos testimonios acerca de los más graves episodios de violencia y sangre como los registrados en la población minera de Huanuni, donde estalló una mortal refriega entre mineros cooperativistas y asalariados; en Cochabamba donde ocurrió lo propio entre ciudadanos urbanos y grupos de campesinos con la consecuencia del horroroso final de la vida de un joven estudiante. O en La Calancha (Sucre) y Porvenir (Pando), donde también se derramó sangre de bolivianos, sin que ninguno de los promotores de esos hechos cargados de violencia hubieran asumido su responsabilidad hasta ahora.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

¿Qué pasó?, es la interrogante permanente que a estas alturas también se hacen todos los ciudadanos capaces de hacer conciencia y convencidos de que con el claro y contundente triunfo de la democracia en 2005 y de cara a los tiempos de “cambio”, ningún boliviano tendría que haber pagado con su vida el costo de una intolerable violencia política que en el país se ha convertido ya en penosa constante.

Definitivamente el documental de Carlos Valverde, pieza que aquí comentamos pone el dedo sobre una grande llaga. ¿Será que con las fórmulas usuales los que tienen cargos de conciencia van a seguir haciéndose los desentendidos?