Aunque el Gobierno insiste en seguir los pasos del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la práctica ese país no tiene alguna virtud o valor que pueda ser emulada y más bien, cada vez surgen críticas sobre el accionar beligerante y prepotente de Hugo Chávez Frías.
Editorial La Estrella del Oriente
Y es en serio aquello de que no se encuentra nada que emular al presidente de Venezuela. No se puede señalar que podemos copiar la beldad de sus mujeres, que arrasan en toda competencia internacional de belleza, porque ese es un don otorgado por la naturaleza y no precisamente por su mandatario.
Venezuela en las últimas horas ha sido catalogada como un país sin visión de prosperidad. En otras palabras, utiliza parámetros mediocres para buscar mejorar las condiciones de vida de sus habitantes en lo social, cultural, político y económico, pero la realidad demuestra que incluso están por debajo de la República de Bolivia.
Así lo demuestra el Indice de Prosperidad Legatum 2009, luego de una evaluación de 104 países que abarcan el 90 por ciento de la población mundial, calificando a Venezuela en el puesto 74 por debajo de Bolivia que está en el 73 y Ecuador en el 71. Para llegar a esa conclusión, los estudiosos encontraron variables negativas como gobernabilidad deficiente, inseguridad personal y de bienes, problemas económicos, pérdida de la credibilidad y de la independencia de instituciones públicas y democráticas.
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Es más, el estudio determinó que en materia económica los venezolanos retrocedieron al puesto 83, lo que hace que los países vean que en Venezuela no ofrecen condiciones favorables para los ciudadanos y menos aún para atraer capitales. Además se establece que 16 de los 20 primeros países más prósperos están en Norteamérica y Europa. Entre los países sudamericanos mejor ubicados están Uruguay, Chile, Argentina, Brasil, Colombia e incluso Paraguay, pero lo más anecdótico es que Bolivia esté por encima del país que el gobierno pretende se emule en todos los terrenos, aparte de Ecuador.
Es más, el país tampoco puede emular a Venezuela, donde se anunciaron que habrá racionamiento de agua dos veces por semana y que los partidos de fútbol deben jugarse en horario diurno para ahorrar energía. Es más, su propio Presidente anunció que los baños personales no deben durar más de tres minutos para ahorrar el líquido elemento.
Tampoco se puede emular las políticas intervencionistas o los discursos agresivos contra los países hermanos, porque ante todo se debe respetar la soberanía de todos ellos, no importando si comulgan o no con nuestros lineamientos ideológicos políticos.
Finalmente, no es cuestión de emular a otros, pero en caso de que así fuera, se debe buscar a aquellos exitosos y no a los que van de tumbo en tumbo y solamente se mantienen por ser los más gritones de la región.
Si el país debe copiar, que sea lo bueno para ser igual o mejores que los emulados, pero si vamos a tener como espejo a Venezuela, Dios salve a Bolivia, ya que en realidad estamos nosotros mejor calificado que ellos.