Los ríos Huayñajahuira y Jilusaya rebasaron los canales y afectaron los barrios de Achumani, Calacoto, Ovejuyo, Chasquipampa, La Florida, Aranjuez, Obrajes y Següencoma. La Alcaldía critica la acumulación de basura de los vecinos.
La Razón. Autos flotando sobre calles anegadas de agua y lodo, casas y negocios inundados; un puente dañado y el congestionamiento vehicular conformaron un panorama donde el caos y el temor se apoderaron de la zona Sur tras la intensa lluvia que cayó ayer por la tarde sobre la ciudad.
Todo comenzó a las 16.30. Una fuerte precipitación pluvial cayó sobre la parte alta de Ovejuyo, en las cabeceras de los ríos Jaque Jaque y Charapaya, que alimentan los ríos Huayñajahuira (que se une al río Achumani y atraviesa el barrio del mismo nombre) y Jilusaya (que bordea la avenida Costanera).
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En sólo media hora, los ríos aumentaron su volumen y fuerza hasta desbordarse e inundar las calles e inmuebles. En ambos afluentes, la potencia del agua fue de tal magnitud que llegaron a formar olas de hasta cuatro metros de altura.
La zona más afectada fue la vereda del puente de la avenida Montenegro, en Achumani, que sufrió la destrucción parcial de la plataforma vial. Por precaución, los funcionarios de la Alcaldía paceña cerraron uno de los carriles, lo que generó un congestionamiento vehicular.
Además, debido a los efectos de la lluvia y por temor a otros daños, el transporte público dejó de brindar sus servicios, lo que obligó a la gente, la mayoría albañiles y operarios de obras en la zona, a caminar por varias cuadras hasta encontrar transporte.
A las 18.50, el alcalde Juan del Granado llegó al lugar para realizar una inspección a los daños y confirmó que se trataba del hecho de mayor preocupación del evento climatológico.
“Es acá donde hemos tenido la principal fuerza del desborde y el principal daño. La estructura del puente no fue afectada, pero sí la vereda”, señaló el burgomaestre.
Algunos vecinos expresaron sus reclamos por la falta de previsión de la comuna ante estos eventos. Al ser consultado sobre dicha preocupación, la autoridad declaró que se trató de un fenómeno natural.
“Son causas impredecibles, que no se pueden controlar. Más bien que construimos y reparamos dos presas de sedimentación y realizamos trabajos de limpieza. Si no fuera por estas obras de prevención, la tragedia sería de gran dimensión”, dijo, y aseguró que, a diferencia de otros años, La Paz “está mejor preparada para estos eventos”.
Otro hecho de emergencia ocurrió en el puente de Calacoto y la calle 8, que se inundaron por el desborde de confluencia de los ríos Achumani e Irpavi.
El nivel de las aguas superó en 10 centímetros a la altura de las aceras. Los automóviles, micros y minibuses tuvieron que atravesar un inmenso charco de líquido, mientras la gente debió remangarse los pantalones para cruzar a saltos la vía.
En la calle 8, varios negocios, entre ellos una peluquería y puestos de comida, fueron inundados por lodo y material que llegó con el desborde de la corriente.
En el caso del río Jilusaya, que pasa al lado de la avenida Costanera (en los barrios Cota Cota, Calacoto y La Florida), la fuerza de las aguas desbordó los muros laterales del canal y expulsó piedras y ramas en la vía, lo que provocó problemas en la circulación peatonal y vehicular.
El hecho más impactante ocurrió en la zona de la avenida Los Sauces (La Florida) donde vehículos y puestos de venta flotaron sobre una vía inundada.
Un auto Mercedes Benz quedó atrapado en medio de la calle, con la conductora en el interior pidiendo ayuda. Luego de unos minutos, los funcionarios municipales la rescataron. El vehículo tuvo que ser retirado del lugar por una grúa.
El ingeniero Iván Sunelso, de la Dirección de Riesgo, a cargo de la unidad de Cuencas de la Alcaldía de La Paz, realizó una inspección en el lugar y señaló que, al margen de la intensidad de las lluvias, se debe lamentar la falta de conciencia de la gente. “Además de la lluvia, esta situación es producto de las basuras que se acumulan en el sector por culpa de los vecinos”, aseguró.
Similares problemas se presentaron en otros barrios de la zona Sur. En Aranjuez, la corriente del río Amor de Dios arrastró piedras y lodo a las vías, y las aguas llegaron a rozar las casas que se encuentran construidas al borde del afluente.
En la zona de Lipari (en el municipio de Mecapaca), las aguas del río se incrementaron por la intensa lluvia. Aunque no hubo ninguna inundación, los vecinos expresaron su temor de que se inunden sus viviendas, por lo que tomaron sus recaudos necesarios. “Pedimos la construcción de gaviones, porque las lluvias llegarán con mas intensidad”, dijo un agricultor de la zona.
Por la noche, a las 22.50, las zonas de Obrajes y Bajo Següencoma se quedaron sin energía eléctrica, lo que generó la preocupación de los vecinos que se comunicaron con Electropaz, para recuperar el servicio.
En Ovejuyo, 10 casas y un centro médico se inundan
El agua, lodo y piedras provocaron ríos en las calles y afectaron varias viviendas.
La Razón. Las calles de Ovejuyo se convirtieron prácticamente en ríos a raíz de la fuerte lluvia que cayó en esta zona del sur de La Paz.
La precipitación duró al menos una hora y media. El centro de salud Santa Rosa de Lima y 10 casas se inundaron totalmente. Los afectados se quejaron por la falta de atención de las autoridades de la Alcaldía y el mal funcionamiento de las líneas telefónicas de emergencia.
La Razón constató anoche durante un recorrido que las calles en la zona de Ovejuyo eran intransitables porque el lodo, piedras, arena y baches se presentaban a lo largo de la avenida 14 de Septiembre, a la altura de la calle 60 de Chasquipampa.
Al iniciar el recorrido, en la calle 3 de Mayo, los funcionarios del centro de salud Santa Rosa de Lima pedían ayuda porque el lugar se inundó de agua. Los afectados sacaban agua de cinco ambientes afectados.
“A las 18.00 empezó a ingresar el agua al centro médico y era incontrolable. Los médicos que estaban atendiendo se salieron porque ya no podían ver a los pacientes y se los tuvo que despachar. El agua entró de la calle e inundó cinco ambientes y el lugar más perjudicado es la farmacia, se mojaron casi todos los medicamentos”, informó la enfermera de turno.
Dos cuadras más arriba, en la avenida Litoral, los vecinos de 10 casas afectadas limpiaban el lodo y hacían canales para evitar que más agua ingrese a sus domicilios. Con lágrimas en los ojos, Patricia Ochoa, dueña de la casa más afectada, dijo que a las 17.00 empezó a inundarse el lugar, “nadie vino a ayudarnos, por lo que perdimos todas nuestras cosas, se malograron los alimentos y maquinaria de mi esposo. Además, los cuartos de los inquilinos también fueron afectados y no funciona la línea de emergencia”.
En la calle 58 de Chasquipampa, la precipitación pluvial colapsó la instalación subterránea de Cotel, lo que provocó la caída de un poste de luz, aunque no interrumpió la energía eléctrica.
En otro caso, el agua del alcantarillado ingresó a un domicilio ante la ausencia de los dueños.
El río Jilusaya se desborda y daña un puente y dos viviendas
Aguacero: Las lluvias de ayer por la tarde provocaron la crecida del río Jilusaya en la zona de Achumani. El puente fue cortado desde las 17.00 hasta las 20.00. La Alcaldía dispone de 1.000 obreros para las emergencias.
Destrozos: una de las calles de Achumani que quedaron anegadas por la crecida del río Jilusaya, la tarde de ayer
La Prensa. Las intensas lluvias de ayer por la tarde provocaron el desborde del río Jilusaya, a la altura de la calle 23 de Achumani.
Éste fue el evento de mayor magnitud que se presentó la jornada de ayer, según el reporte de Vladimir Toro, director de Cuencas.
El desborde ocurrió a las 17.00 cuando una precipitación caída en la cuenca alta del río Jach’a Jaque Charapaya ocasionó la crecida del afluente y la formación de olas punzantes, es decir, olas altas que salieron de su caudal.
Como resultado quedaron inundadas dos viviendas, según Toro. Además, durante la crecida del río, las tapas de las bocas de tormenta volaron por los aires, de acuerdo con el relato de funcionarios del Retén de Emergencias.
También resultó dañado uno de los puentes sobre el río Achumani, pero no con fallas estructurales, de modo que a las 20.00 fue habilitado al tráfico vehicular, mientras la maquinaria y los obreros municipales hacían la limpieza de los escombros dejados por el río.
Las lluvias causaron inundaciones menores en las calles de la zona Norte, como la avenida Vásquez. Durante la jornada, el Retén de Emergencias atendió 45 casos, incluido el de la calle 23 de Achumani, informó Freddy Miranda, jefe de esa unidad municipal, cuyo personal está desplegado en los puntos críticos.
Desde la declaratoria de alerta naranja en el municipio paceño, el 9 de octubre, el Retén de Emergencias y la Dirección de Riesgo y Cuencas atendieron 1.186 casos de emergencias reportados a la línea gratuita 114, sumados los últimos de ayer.
El secretario ejecutivo de la Municipalidad, Javier Zárate, informó que del total de casos de emergencias, 556 (el 50 por ciento) fueron atendidos en los últimos 29 días. La autoridad precisó que el Gobierno Municipal de La Paz dispone de un presupuesto de 40 millones de bolivianos para atender las emergencias. El Retén cuenta con más de 300 obreros y 80 técnicos e ingenieros, además del apoyo de 700 trabajadores del Plan Nacional de Emergencia (Plane), de las empresas de asfaltos y de vías de la comuna.
Desde la alerta naranja, el Retén atendió 1.186 emergencias.
Riberalta ingresa en alerta naranja
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Riberalta, en Beni, declaró al municipio en alerta naranja debido a la crecida de los ríos Beni y Madre de Dios a causa de las intensas lluvias. Las comunidades ribereñas vaticinan inundaciones.
En contacto con la red Onda Local, el subprefecto de la provincia Vaca Díez, Agustín Vargas, dijo que las precipitaciones pluviales persisten en la zona desde hace dos semanas y que los mismos pobladores advirtieron sobre la crecida de los caudales. El subprefecto Vargas indicó también que la producción de la castaña, principal actividad económica de la zona, puede resultar afectada por el cierre temporal de caminos, pues los productos no podrían salir a los mercados.
Tras la declaratoria, el COE Municipal comenzó a difundir comunicados a través de medios radiales con el propósito de que los pobladores de las riberas puedan tomar las previsiones del caso y se trasladen a zonas altas.
Tarija se queda sin luz por lluvias
Las intensas lluvias registradas en las últimas horas afectaron a regiones de los departamentos de La Paz, Beni, Potosí, Chuquisaca y Tarija.
En Tarija, informó ANF, la lluvia y el viento destrozaron el sistema de tendido eléctrico y dejaron sin luz a la ciudad e inundaron varios domicilios, además derribaron varios árboles y ocasionaron la crecida del río Guadalquivir.
En Betanzos, Potosí, las riadas y granizadas causaron la muerte de tres personas, el 26 de diciembre, quienes fueron arrastradas por las aguas mientras lavaban ropa. Las autoridades potosinas evalúan los daños en esta región potosina. Luego de que las riadas arrastraran cultivos de maíz, papa y hortalizas y afectaran a 300 familias en el municipio de Villa Zudáñez, en Chuquisaca, las autoridades locales solicitaron maquinaria pesada para el desvío de las aguas.